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El castillo que fue cárcel de una famosa princesa

Castillo de la Mota

Situado en la villa de Medina del Campo, en la provincia de Valladolid, un castillo de tonos rojizos se alza sobre una colina que domina el paisaje de la vieja Castilla. Su pasado está lleno de intrigas y personajes ilustres, entre ellos una princesa que desafió al poder de sus padres y pasó sus últimos años recluida en sus muros.

Aunque lejos del noble esplendor de siglos atrás, esta edificación mantiene su regia figura y es lugar de peregrinación de turistas y amantes de la historia que buscan sentir la emoción y la fascinación que provoca este castillo único.

La importancia estratégica de una fortaleza inexpugnable

Castillo de la Mota
Castillo de la Mota. | Shutterstock

El Castillo de la Mota se construyó sobre una fortificación anterior que data del siglo XI y cuyo origen se relaciona con la repoblación de la zona tras la reconquista cristiana.

Su edificación comenzó en el siglo XV bajo el mandato de Juan II de Castilla. Aunque no fue hasta el reinado de su sucesor Enrique IV cuando terminaron unas obras que tienen como elemento principal la Torre del Homenaje. La más alta de Castilla con sus 40 metros, muy cerca de los 47 del Castillo de Belalcázar, el más alto de España.

El empuje de los Reyes Católicos

Sin embargo, no fue hasta un siglo más tarde cuando el castillo alcanzó todo su porte esplendoroso con el levantamiento de su espectacular fortificación exterior de la mano de los Reyes Católicos.

Para entonces, Medina del Campo se había convertido en un lugar importante en el Reino de Castilla, así como uno de los lugares favoritos de la corte. Allí tuvieron lugar decisiones políticas y económicas importantes, y el Castillo de la Mota siempre quedará en la memoria por varios acontecimientos históricos: fue el lugar de fallecimiento de Isabel I de Castilla en 1504 y una de las últimas paradas de Carlos I de España y V de Alemania en el camino hacia su retiro en el Monasterio de Yuste.

La función carcelaria del Castillo de la Mota

Entrada del castillo
Entrada del castillo. | Shutterstock

Además de haber sido un baluarte defensivo y lugar de residencia de reyes, la fortaleza también hizo las funciones de cárcel. Entre sus paredes estuvieron arrestados varios presos ilustres como Hernando Pizarro, el Conde de Aranda o César Borgia, quien consiguió escapar.

El Castillo de la Mota perdió su relevancia política y militar a partir del siglo XVII, cuando entró en decadencia y abandono. En el siglo XIX, sufrió los efectos de la Guerra de la Independencia y de las desamortizaciones, que provocaron el expolio y la ruina de gran parte de sus estructuras.

El Castillo de la Mota en la época moderna

No fue hasta el siglo XX cuando el castillo, en su momento epicentro de una de las ciudades más bonitas de Valladolid, fue declarado Bien de Interés Cultural (1904) y en los años posteriores comenzó a ser reconstruido, llegando a ser sede de la Sección Femenina de la Falange después de la Guerra Civil. Actualmente se puede visitar y ofrece varias actividades culturales y turísticas, como visitas guiadas y teatralizadas, exposiciones o espectáculos.

El trágico cautiverio de una princesa

Castillo de la Mota
Castillo de la Mota. | Shutterstock

El prisionero más famoso de todos los que han pasado por el Castillo de la Mota es la Infanta Juana, conocida como Juana la Loca. La hija de los Reyes Católicos y madre de Carlos I fue encerrada en la fortificación entre 1503 y 1504 por orden de su madre, la Reina Isabel I de Castilla, con quien tuvo un importante enfrentamiento debido a su deseo de viajar a Flandes junto a su marido, Felipe el Hermoso.

La leyenda de Juana “la Loca”

Son muchas las versiones que circulan acerca de la salud mental de la princesa. Hay quien dice que cayó en la locura por el amor que profesó a su marido y también existen teorías que apuntan a que esos supuestos desequilibrios fueron aprovechados por su padre, Fernando El Católico, y su propio marido para evitar que reinara en Castilla y que así el poder recayera en ambos.

Cuadro de Juana "la Loca", Francisco Pradilla
Cuadro de Juana “la Loca”, Francisco Pradilla. | Wikimedia

Entre las historias que se cuentan sobre su cautiverio en el Castillo de la Mota, la que más llama la atención es una atribuida a su propia madre. Según el relato de Isabel la Católica, una noche de intenso frío Juana estuvo andando hasta la madrugada descalza y sin ropa de abrigo por la parte exterior del castillo.

Su historia conmueve a los visitantes, quienes pueden revivir sus emociones a través de las estancias que una vez fueron testigos mudos de su encierro y que convierten al castillo en una de las más célebres cárceles de la historia de España.

La arquitectura del Castillo de la Mota

Torres del Castillo de la Mota
Torres del Castillo de la Mota. | Shutterstock

Esta construcción defensiva es un ejemplo de la llamada Escuela de Valladolid, un estilo de arquitectura militar que se desarrolló en Castilla y León entre los siglos XIV y XVI. Se caracteriza por el uso del ladrillo como material principal, una planta cuadrangular con torres cilíndricas en las esquinas y la torre del homenaje como elemento central y más alto.

Después de distintas remodelaciones, el espacio actual cuenta con una plaza trapezoidal que consta de dos recintos y diferentes espacios destacados, cuya representación se puede ver en el Parque Temático del Mudéjar de Castilla y León en Olmedo.

Torre del Homenaje

La mayor de las 5 torres con las que cuenta el castillo, con una altura de 5 plantas, presume de conservar aún los dos niveles superiores erigidos en el siglo XV. Entre sus funciones estaban la vigilancia y la protección de la puerta de entrada al Patio de Armas.

Patio de Armas

Patio de Armas
Patio de Armas. | Shutterstock

De clara influencia arquitectónica musulmana, que se puede apreciar en la curva de los arcos, cuenta con una portada en estilo gótico coronada por una representación del abrazo de San Joaquín y Santa Ana. Desde este espacio se da acceso a las estancias interiores.

Capilla de Santa María del Castillo

Se trata de un pequeño templo subterráneo de estilo románico-mudéjar al que se accede por unas escaleras desde el Patio de Armas. Es un espacio pequeño pero de gran belleza en el que destaca su altar mayor con un retablo en el que aparecen diferentes santos españoles, como San Isidro o San Isidoro.

Vestíbulo del Castillo de la Mota

El vestíbulo del Castillo de la Mota abarca la zona defensiva entre la muralla y el edificio principal. Destaca por las oquedades desde las que los soldados utilizaban sus armas o el acceso a la zona de calabozos.

En definitiva, el Castillo de la Mota es una joya del patrimonio histórico de España que se ha salvado de ser destruido. Su arquitectura es una muestra de la evolución de la fortificación medieval y renacentista, mientras que su historia es un reflejo de los acontecimientos y los personajes que han marcado Castilla y España.

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