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Ourense es la principal ciudad del interior gallego, a no mucha distancia de otras ciudades notables como Vigo, Pontevedra o Santiago de Compostela, y a un tiro de piedra de muchas de las maravillas que alberga Galicia. Además, su provincia es un auténtico tesoro de naturaleza y patrimonio cultural. En ella, el relieve montañoso y boscoso se funde admirablemente con un legado artístico y espiritual de primera. Por todo ello, las escapadas desde Ourense se convierten con facilidad en una experiencia única, llena de actividades para todos los paladares.
Las escapadas desde Ourense más fascinantes
Rozar el cielo en la Ribeira Sacra
La Ribeira Sacra orensana, el admirable paisaje que acompaña al río Sil en sus curvas majestuosas, es un mundo en sí mismo. Lo tiene todo, desde atalayas emocionantes como el Mirador da Columna o los Balcóns de Madrid hasta robledales que parecen no tener fin. La naturaleza pródiga del Cañón del Río Sil ofrece una gran variedad de rutas senderistas, pero también otras formas de turismo activo aprovechando el río, como recorrerlo en piragua o catamarán.
Pero si la Ribeira Sacra ostenta ese nombre no es solo por su magnífica naturaleza, sino por los admirables templos que salpican toda la zona. Este es un paraje de hondas raíces espirituales, y así lo atestiguan algunos hitos como los monasterios de Montederramo, San Paio de Abeleda o San Pedro de Rocas, cuyo estado de abandono añade una magia especial a la experiencia.
También el Monasterio de Santa Cristina de Ribas de Sil es una visita que une verdor e historia de manera excelente. Pero la joya de la corona es Santo Estevo, hoy parador nacional, plenamente restaurado y que despliega una rica variedad de estilos artísticos.
Una experiencia literaria en la Casa de los Poetas
Ourense es una tierra muy ligada a las letras y la vida literaria. Mientras que la capital provincial dio nombre a todo un grupo de autores como fue el cenáculo orensano, otros puntos también rezuman literatura.
Uno de los lugares literarios de Galicia es la llamada Casa de los Poetas, el que fuera domicilio familiar de Manuel Curros Enríquez. El edificio, ejemplo de arquitectura rural del XIX, acoge la fundación que lleva el nombre de una de las voces más prominentes del Rexurdimento, además de un pequeño museo.
Para visitarla hay que acudir a Celanova, a 25 kilómetros, uno de los pueblos más bonitos de todo Ourense. De este municipio destaca el casco antiguo, pero el centro de todas las miradas es su primoroso Monasterio de San Salvador. El monasterio se remonta al siglo X, cuando lo fundó San Rosendo, pero fue ampliándose hasta convertirse en un centro de poder económico y social cuya magnificencia todavía cautiva a quien lo visita.
Recorrer la historia del Castillo de Monterrei
Al sur de la provincia, sobre una colina, la fortaleza-palacio de Monterrei domina todo el valle del Támega. Se trata de la mayor acrópolis de toda Galicia, y una de sus fortalezas mejor conservadas. En sus más de diez siglos de existencia, el castillo ha sido testigo de la historia de estas tierras: residencia de condes, refugio de Pedro I el Cruel y escenario de entrevistas entre Felipe II y el Cardenal Cisneros.
También se imprimió aquí el primer libro publicado en Galicia, un incunable de 1494. Buena parte de su importancia se debe a la cercanía de la frontera portuguesa, lo que le valió un interés constante que llega hasta hoy.
La visita a este recinto se puede culminar acercándonos al vecino municipio de Verín, donde es recomendable disfrutar de los excelentes vinos, sus balnearios de renombre o, si es posible, fiestas populares tan singulares como el Entroido, la pintoresca versión local del Carnaval.
O Invernadeiro, corazón montañoso
En poco más de cien kilómetros, el paisaje orensano pierde todo rastro humano y quedan solo deliciosas montañas, cuyo verdor ondula hasta el horizonte. El Parque Natural de O Invernadeiro ocupa casi 6000 hectáreas del Macizo Central, una zona que se eleva hasta los 1600 metros en algunos de sus montes. Para visitar el parque es necesario pedir un permiso, dada la fragilidad de este ecosistema único, pero vale la pena con tal de estar en compañía de ciervos, cabras bravas, armiños e incluso lobos.
Este santuario cuenta con una naturaleza en estado puro gracias a que no hay ningún núcleo habitado en su interior. De hecho, era un coto de caza para nobles y eclesiásticos en la década de 1950, hasta que la Xunta de Galicia lo compró años después, pero para convertirlo también en refugio de caza y pesca.
Fue en 1997 cuando se declaró Parque Natural, y desapareció al fin el estruendo de las escopetas. Existen seis rutas señalizadas para disfrutar caminando, así como un centro de bicicleta de montaña con muchos recorridos. Por todo ello, es un destino inexcusable para el turismo activo en Ourense.
Castaños centenarios en el Souto de Rozavales
Al este de la ciudad de Ourense se encuentra uno de los más curiosos monumentos naturales de la provincia: el Souto de Rozavales. Rozavales es una pequeña aldea del municipio de Manzaneda que evoca todo el sabor rural de esta comarca.
En sus inmediaciones, cerca del río San Lázaro, cuenta con algunos castaños de varios siglos de edad que nos sumergen en un bosque encantado. El más sobresaliente es el Castaño de Pumbariños, un imponente ejemplar de más de doce metros de perímetro y mil años a sus espaldas que aún da castañas cada otoño.
Además de estos árboles majestuosos, el entorno ofrece vistas inolvidables, como el color rojizo del monte en primavera, o el blanco de la nieve en invierno. Manzaneda es, de hecho, un destino apreciado para quienes practican esquí u otros deportes de invierno, y el pueblo mantiene un aire medieval lleno de atractivo. Como sucede siempre en esta tierra, los encantos naturales y la historia van siempre de la mano, y cualquier escapada desde Ourense puede ser una fuente de sorpresas.
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