Visitar Barcelona es una de esas experiencias mágicas que se quedan en la memoria de todo aquel que recorre el hermoso Paseo de Gràcia o que se sumerge en la belleza de su Barrio Gótico. Barcelona es una ciudad para recorrerla. Para dejarse llevar por el ritmo vertiginoso de sus amplias calles y avenidas. O para sentarse en una terracita y saborear un plato típico. Sea como sea, lo cierto es que Barcelona no solo enamora por ser una de las ciudades más bonitas de España, sino también porque sus alrededores se han ganado la fama de ser, incluso, más atractivos que la propia ciudad. El siguiente texto es una elaborada propuesta de escapadas a menos de dos horas de Barcelona para combinar los aires cosmopolitas de la Ciudad Condal con lo mejor del escenario rural catalán.
Escapadas a menos de dos horas de Barcelona
Caldes de Montbui, el pueblo de los caprichos: 40 minutos
Un caprichito nunca viene mal, y en Caldes de Montbui lo saben muy bien. Este pueblo, además de ser conocido por ser una de las mejores escapadas a menos de dos horas de Barcelona, es famoso por ser uno de los destinos predilectos por los amantes de las aguas termales en España. De hecho, la Fuente del Lleó y su chorro de agua caliente son el mejor ejemplo. Un paseo por su plaza Mayor y una parada estratégica en alguno de sus bares tradicionales es la mejor forma de comenzar este relajante tour. Su cerveza artesana no tiene desperdicio.
Santa Coloma del Cervelló, herencia modernista: 30-40 minutos
Una de las peculiaridades de Santa Coloma del Cervelló es su carácter modernista. Además de inscribirse en la lista de escapadas a menos de dos hora de Barcelona, alberga varios monumentos declarados patrimonio histórico-artístico de Cataluña. Algunos de ellos son la Torre de Salvana, sus majestuosas masías y la Colonia Güell, cuya cripta fue diseñada por Antoni Gaudí con fines religiosos. Esta impresionante construcción está declarada como Bien Cultural de Interés Nacional y visitarla supone un viaje al pasado artístico de España.
Mura, paz en plena naturaleza: una hora y cuarto
Ubicado en las inmediaciones del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt y L’Obac se encuentra este pintoresco pueblecito de calles empedradas, naturaleza y galerías. Quien visita Mura se sumerge en la tranquilidad propia de los pueblos en los que no pasa el tiempo. Mura es un destino ideal para aquellos que buscan realizar excursiones cerca de Barcelona y conocer la fauna y la flora típicas de la zona.
Moià, pasión por Wagner: poco más de una hora
Que en el hermoso pueblo de Moià haya una calle que se llama Richard Wagner no es casualidad. Tampoco que las fachadas de sus casas reciban el nombre de sus óperas. Según cuentan, a principios de 1860 nació en este pueblecito catalán Francesc Viñas, un tenor considerado el mejor intérprete de las partituras del compositor alemán.
Las bóvedas de la plaza Mayor, la iglesia de Santa María y la plaza de Sant Sebastià son imprescindibles arquitectónicos que dejan con la boca abierta a todo aquel que los visita por primera vez. Sus alrededores no son para menos. Las Cuevas del Toll se sitúan a las afueras del pueblo y están enmarcadas dentro del Parque Prehistórico de Moià.
Granera, pueblo medieval: una hora y cuarto
Situado a 800 metros sobre el nivel del mar, la panorámica del pueblo de Granera ya predice lo que será su visita. Una villa majestuosa presidida por un imponente castillo construido en el siglo XI. ¿Lo mejor? El barrio del Castillo, donde, además de poder visitar este enorme gigante de piedra, se pueden degustar una gran variedad de recetas propias de la cocina catalana en un entorno 100% rural.
Sant Sadurní d’Anoia, viva el cava: 45 minutos
A Sant Sadurní d’Anoia se va a degustar el cava. Y punto. Este pintoresco enclave, además de ser cuna de algunos de los edificios modernistas más bonitos cerca de Barcelona, es el lugar ideal para descubrir la historia del cava catalán y probar sus diferentes variedades en las bodegas de rodean la zona. El pueblo también es conocido por organizar actividades de aventura como el puenting.
Tamarit, un castillo frente al mar hora y poco
La postal perfecta para decorar la mesilla de noche. Tamarit es uno de esos destinos ideales para relajarse a los pies del Mediterráneo. Este pueblecito marinero alberga todo lo que un viajero puede desear: naturaleza, cultura y buena comida. Las playas que visten su costa, el imponente Castillo de Tamarit y la gran oferta gastronómica de sus restaurantes lo convierten en un imprescindible de esta lista de escapadas a menos de dos horas de Barcelona.
Tossa de Mar, a los pies de la Costa Brava: una hora y 20 minutos
Que la Costa Brava es un destino de película es de sabiduría popular. Pero que Tossa de Mar es su puerta de entrada es algo que no todo el mundo sabe. Considerado como uno de los pueblos con más encanto de Cataluña, este bello paraje se ubica a tan solo una hora de Barcelona. Su hermoso Paseo Marítimo, el castillo y la elegante arquitectura de su casco antiguo son un amor a primera vista.
Blanes, museo mediterráneo: una hora
Uno de los destinos favoritos de los amantes del sol y de la playa es Blanes. Visitar este pueblo es sinónimo de sumergirse de lleno en el clima mediterráneo y de descubrir calas impresionantes como cala Treumal, considerada como una de las mejores playas de la Costa Brava y Cala Sant Francesc, perfecta para practicar snorkel.
Sitges, el gran imprescindible: 40 minutos
Sitges es uno de los grandes imprescindibles para visitar de entre las escapadas a menos de dos horas de Barcelona. ¡A menos de 40 minutos en coche! Conocido por su festival de cine fantástico y de terror, este popular pueblo costero alberga muchas maravillas que merecen la pena ser conocidas. Un ejemplo de ello son la iglesia de Sant Bartomeu, con impresionantes torres asimétricas, la palmera de la rectoría y la herencia modernista que puede palparse en el centro histórico de la villa.
