Zaragoza, con su Basílica del Pilar como su protagonista indiscutible, es una ciudad que recibe a multitud de turistas a diario, además de contar con más de medio millón de habitantes. Pero lo cierto es que más allá de la capital de provincia, que rebosa belleza, hay multitud de lugares cercanos que merece la pena visitar. Estos son los pueblos más bonitos cerca de Zaragoza. Todos ellos, a menos de una hora y media en coche.
Ruta por los pueblos bonitos en los alrededores de Zaragoza
Belchite Viejo: 45 minutos
Uno de los pueblos cerca de Zaragoza que no puede faltar en esta lista es Belchite. Se trata de un municipio dividido en dos partes: Belchite Nuevo y Belchite Viejo. Es este último el que resulta interesante para los turistas, pues fue destruido durante la Guerra Civil Española, pero se conserva tal cual, como un recordatorio de lo que significa una contienda.
Para recorrer sus calles completamente derruidas es necesario contratar una visita guiada. Durante horario diurno, el guía explica al viajero cómo fue la batalla de Belchite, acaecida en el año 1937. Lo hace mientras recorre calles desoladas, repletas de escaleras que llevan a ninguna parte, torres agujereadas o casas de las que apenas quedan en pie cuatro piedras. Además, en algunos edificios aún pueden apreciarse restos de obuses que quedaron incrustados en los mismos.
Por otra parte, en la visita guiada nocturna se habla sobre los posibles espíritus que habitan Belchite. Se dice que se pueden escuchar cacofonías, como risas de niños o llantos de personas que proceden del interior de los restos de una de las iglesias. El guía anima a tomar fotografías, pues, según sus vivencias, en ocasiones aparecen elementos extraños en ellas…
Uncastillo: 1 hora y 20 minutos
Otro de los pueblos cerca de Zaragoza que no tiene desperdicio es Uncastillo. Siempre aparece en las listas de los pueblos más bonitos de la provincia y cuando uno llega hasta allí entiende la razón. Uncastillo es uno de los pueblos medievales mejor conservados de la provincia de Zaragoza, en el que el estilo románico es el protagonista.
De hecho, este estilo románico se ve a cada paso, en iglesias como la de San Andrés o la de Santa María la Mayor. Aunque estos no son los únicos edificios a visitar en este pueblo de los alrededores de Zaragoza: también merecen la pena su Lonja Medieval o los restos de su castillo, que se encuentran en la parte alta del pueblo.
Anento: 1 hora
Otro pueblo ideal para hacer una escapada desde Zaragoza es Anento, pues se encuentra a aproximadamente una hora en coche de la capital de provincia. En este caso, no solamente el pueblo es bello, sino que lo es también su historia. En 1981 solamente vivía allí un pastor, pero en 2014 un grupo de personas se propuso restaurar las casas de Anento para pasar allí los fines de semana. Así, poco a poco fueron llegando personas que decidieron quedarse a vivir en este lugar.
En Fitur 2015, Anento fue escogido como uno de los pueblos más bonitos de España y eso hizo que cada vez visitaran Anento más turistas. Así, cada año son más las personas que se animan a descubrir esta localidad escondida en el valle de Jiloca. Un municipio del que podemos destacar su estilo medieval y las pinturas del interior de su iglesia parroquial.
Tarazona: 59 minutos
Tarazona es uno de esos pueblos bonitos cerca de Zaragoza que uno no puede perderse y también toda una joya mudéjar. Así lo dicen tanto el título de Ciudad Mudéjar que ostenta desde 1965, como algunos de sus edificios. Es el caso de la catedral de Santa María de Huerta, que mezcla este estilo con el gótico. Además, de Tarazona podemos decir que es un municipio con un gran patrimonio cultural y mucha historia. Esto es así porque han pasado por allí diferentes civilizaciones, como los íberos, los romanos, los musulmanes y los judíos.
Nuévalos: 1 hora 15 minutos
También Nuévalos es ideal para hacer alguna que otra escapada por los alrededores de Zaragoza, pues desprende belleza y está a tan solo una hora y cuarto de allí. Cabe apuntar que es en este municipio donde se encuentra el famoso Monasterio de Piedra, en el que viven los monjes cistercienses. Un lugar situado en un precioso enclave natural repleto de saltos de agua y cavernas.
Pero, además, Nuévalos tiene otros atractivos turísticos como, por ejemplo, el río Piedra o el embalse de La Tranquera. Y no solo eso, sino que es un entorno ideal para avistar algunas especies de aves, como garzas o anátidas.
Trasmoz: 1 hora
Tampoco puede faltar Trasmoz en esta lista de pueblos que visitar en los alrededores de Zaragoza. Se encuentra a tan solo una hora de coche de distancia de la ciudad, sobre una colina a las faldas del Moncayo. Lo que más llama la atención del mismo es que hablamos del único pueblo excomulgado de España, ya que en su interior tenían lugar muchos rituales paganos y aquelarres.
Por eso hoy está considerado todavía un pueblo de brujas y se pueden ver algunos elementos asociados a las mismas repartidos por la localidad. Incluso Gustavo Adolfo Bécquer hablaba de Trasmoz como un pueblo de brujas en sus obras. Un hecho que, sin lugar a dudas, hizo más famosa la supuesta magia de la localidad.
Olite: 1 hora y 23 minutos
En los alrededores de Zaragoza también está Olite, un municipio que pertenece a la Comunidad Foral de Navarra. Entre sus mayores atractivos turísticos podemos mencionar la iglesia de San Pedro o su casco histórico. Pero, sin duda, lo que más destaca en este pueblo ideal para realizar una escapada desde Zaragoza es su castillo.
El Palacio Real de Olite ocupa un tercio del casco medieval del pueblo. Aunque cuando hablamos de él lo hacemos concretamente del Palacio Nuevo, tan solo una de las piezas que componen el conjunto monumental. Empezó a construirse en el año 1402 bajo las órdenes de Carlos III el Noble y su mujer Leonor de Trastámara, pero las obras no finalizaron hasta 22 años después.
Cuando la construcción terminó, el proyecto se había convertido en un precioso complejo formado por siete torres, una muralla, jardines y una decoración de lujo. Aunque sufrió las consecuencias de un incendio en 1813, se reconstruyó y así ha llegado hasta nuestros días: como una obra arquitectónica gótica considerada una de las mejores de Europa.
