En los pueblos la vida transcurre a otro ritmo, y muchas de las tribulaciones que afectan a las grandes ciudades simplemente no tienen cabida aquí. En el campo hay preocupaciones muy concretas para la población, y los límites administrativos entre comunidades no suelen contarse entre ellas. Vamos a visitar un pueblo que ha tenido la suerte o la desgracia de situarse nada menos que entre cuatro provincias de comunidades diferentes.
Un pueblo que traspasa límites
El singular pueblo que se reparte entre cuatro regiones es Valverde, una pedanía del municipio riojano de Cervera del Río Alhama, en el extremo sureste de La Rioja. Quiso la suerte que parte del pueblo quedase dentro del territorio de Aragón, con lo que esto implica a nivel administrativo. Pero es que la cercanía de las divisorias con Navarra y Castilla y León hace que parte del término también pertenezca a estas dos comunidades autónomas. Parece un auténtico lío, pero ¿cómo lo viven sus habitantes?
El rompecabezas de Valverde
Como se ve, el hecho de pertenecer a un municipio de La Rioja hace de Valverde un pueblo eminentemente riojano. El grueso de su población está dentro de esa comunidad y no tiene mayores complicaciones. El problema es que una zona, el Barrio de la Vía, está en Aragón a todos los efectos y, aunque son menos los aragoneses del pueblo en comparación con los riojanos, la cosa se agrava si tenemos en cuenta que algunas casas quedan justo entre ambas comunidades.
Para acabar de animar el panorama, hay áreas del término que forman parte de Navarra y de Castilla y León, aunque no constan vecinos en estas zonas. En cualquier caso, los habitantes de Valverde han optado siempre por vivirlo con naturalidad, sin hacer demasiado caso de esas divisiones. No es un caso único en España: los límites entre provincias son a veces un tanto caprichosos y hay pueblos como Os Peares, en Galicia, con situaciones igual de chocantes.
El ‘Mojón de los Tres Reyes’
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Esta zona cercana al Moncayo ha sido desde siempre una tierra de frontera. En la Edad Media, tal característica tenía mucha importancia, porque los habitantes de distintos reinos podían considerarse en cierto modo extranjeros, paisanos sujetos a leyes y condiciones bastante diferentes.
En Valverde existe una leyenda local que nos habla de los orígenes de su singular situación, la historia del ‘Mojón de los Tres Reyes’. Antaño, este punto de la geografía era la confluencia de los reinos de Castilla, Aragón y Navarra. Según la leyenda, los monarcas de estos tres reinos se reunieron una vez para delimitar de una vez por todas sus territorios. Lo admirable es que, según esta historia popular, Sancho “el Fuerte”, Alfonso II “el Casto” y Alfonso VII tuvieron su reunión sentados cada uno en su propio reino. A día de hoy, la leyenda sigue estando muy vinculada al pueblo, y existe incluso un hotel que lleva el mismo nombre.
Lo que está claro es que esa situación tan peculiar tiene también ventajas. Siglos atrás, existía en Valverde un «Portajillo»; es decir, una aduana. Al ser un lugar estratégico por el abundante paso de viajeros y mercancías, el pueblo sacó provecho, y para 1558 su aduana se contaba entre las cinco más importantes de toda España.
Conociendo Valverde y su entorno
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Más allá de la posibilidad de visitar cuatro regiones en un simple paseo, Valverde y sus zonas aledañas guardan puntos de interés para el visitante. En el propio pueblo, el elemento patrimonial más destacado es la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, una elegante iglesia de ladrillos de un color rosado. Pero si se visita el pueblo siempre es mejor aprovechar las fiestas, que en Valverde se celebran a primeros de agosto y cuentan con animadas verbenas. En invierno destaca San Blas, momento en que se pueden degustar los tradicionales manguitos que se elaboran para estas fechas.
El paisaje es rico en arbustos y otras plantas de monte, que llenan cualquier paseo con los aromas del tomillo, el romero, el espliego y la manzanilla. En primavera, lo que en seguida capta la atención es el estallido cromático de los almendros florecidos. Muy cerca está Valdegutur, dentro del mismo municipio, que brinda magníficas excursiones como el Camino del Namediano, el Embalse de Añamaza o la Ermita de San Joaquín.
En dirección norte, ya en Navarra, se encuentra Fitero, con un sobresaliente patrimonio histórico y artístico, pero a medio camino hay excelentes zonas para el senderismo. También en la parte zaragozana, hacia Tarazona, hay paisajes cautivadores, entre los que sobresalen el Alto del Fraile y la Cima Muga, ambos con magníficas vistas.
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