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Las piscinas más curiosas de España

Las piscinas más curiosas de España

Todas estas piscinas situadas en España destacan por alguna característica especial, desde lo más kitsch hasta las obras de insignes diseñadores o arquitectos. La buena noticia es que casi todas están abiertas al público general y son accesibles para cualquiera que quiera bañarse en ellas.

7 piscinas originales que te sorprenderán

La piscina más patriótica y un avión de agua en León

Una firme candidata a ser la piscina más extravagante de toda la Península Ibérica tiene forma… de eso precisamente, de Península Ibérica. Está en la localidad alicantina de Torrevieja y la descubrió un usuario de Google Maps que enseguida la dio a conocer en las redes sociales.

Aunque pertenece a una urbanización y es privada, sin duda merece una mención en esta lista. Y es que, por no faltar, no le falta ni la frontera entre España y Portugal, que en esta estrambótica piscina delimita el espacio de baño infantil.

Otra piscina con forma imaginativa la encontramos en la provincia de León. Al sur de dicha provincia está la localidad de Pajares de los Oteros, que es pequeña pero puede presumir de tener un aeródromo. La original piscina está dentro del aeródromo en cuestión, y por eso alguien pensó que podría hacerse con forma de avión. El aeródromo de Los Oteros es, en cualquier caso, un lugar al que acuden muchos visitantes a pasar un día diferente y a comer en su restaurante. Para completar la visita, ¿qué mejor que un baño en una piscina con alas?

La piscina de Amurjo, la más larga de España (y de Europa)

La piscina más colosal de Europa, al menos en cuanto a longitud, no se encuentra en ningún lujoso hotel, sino que está en un pueblo de la provincia de  Jaén, Orcera. Orcera es también el nombre del río que dio lugar a esta descomunal piscina, ya que la piscina es fruto de un embalse en este río cuyo curso fue desviado en 1987.

Si te encuentras de visita por el Parque Natural de Segura, Cazorla y las Villas, puedes acercarte y darte un baño en sus cuatro millones de litros de agua. Para que te hagas una idea de las dimensiones, la piscina mide 85 metros de largo, con una anchura que llega a los 25, y tarda tres días en llenarse completamente. Todo en esta piscina es tan espectacular como la naturaleza que la rodea.

Bañarse en una antigua cantera en Barcelona

El parque de la Creueta del Coll ocupa el espacio que antes fue una cantera de granito en el distrito barcelonés de Gràcia. Después de un deslumbrante lavado de cara por parte de un prestigioso despacho de arquitectos, el parque se inauguró en 1987, y es desde entonces un lugar donde disfrutar de excelentes panorámicas, arte contemporáneo y, para muchos lo mejor, un baño veraniego.

El conocido como lago del parque es en realidad una piscina pública muy popular en el barrio, sin duda diferente al resto y con la ventaja, además, de ser una de las más baratas de la ciudad. La nota negativa está relacionada con los numerosos incidentes que ha protagonizado, desde caídas de la escultura de Chillida hasta los repetidos cortes en los pies de los bañistas o el reciente incidente químico que obligó a evacuarla.

Azkuna Zentroa, baños de diseño en Bilbao

El centro Azkuna había sido un almacén de vino, conocido como Alhóndiga Bilbao, en la capital vizcaína. Después de años de abandono y planes frustrados, se convirtió en este siglo en un centro cultural polivalente, y entre otros muchos servicios cuenta con una magnífica piscina pública que, como todo el interior del edificio, es obra del prestigioso diseñador francés Phillip Starck.

La piscina, que en realidad son dos, forma parte del Centro de Actividad Física y se sitúa en la parte superior del edificio. Destaca por las paredes de cristal, que hacen visibles todas las actividades acuáticas desde el atrio del edificio. Es un centro muy popular entre los bilbaínos, que pueden disfrutar también de un espléndido solárium en la azotea con unas excelentes vistas.

¿Refrescarse en una rotonda? También es posible

Volvemos a tierras leonesas para descubrir nada menos que una rotonda con una piscina en su interior. Villar de Omaña, donde se encuentra este indefinible equipamiento, tiene solo 30 habitantes, por lo que el tráfico no debe de ser un gran problema. En 2015, las autoridades crearon este estanque donde antes solo estaba el pilón, pero lo cierto es que en verano ejerce de piscina más o menos improvisada y tiene hasta las escaleras para salir cómodamente de ella.

Una piscina hecha de piscinas

Vamos a acabar este recorrido en el mismo lugar donde lo comenzamos, en la comarca de la Vega Baja del Segura, en Alicante. No es casualidad que esta zona de la geografía española tenga tanto protagonismo si de piscinas se trata: con poco más de 77 000 habitantes, esta comarca cuenta con hasta 22 400 piscinas, algo demencial. Esta observación llevó a dos arquitectos a realizar una investigación, que dio como resultado un libro, pero también un proyecto a la altura de la fiebre piscinera de la zona.

Se trata de una metapiscina, es decir, una piscina hecha de piscinas. Los autores calcularon que cada habitante de la comarca debía de tener una piscina de 3,42 metros cuadrados, y eso es precisamente lo que construyeron: una piscina de esas dimensiones pero que, además, está recubierta con un gresite en el que aparece la forma de esos miles de piscinas de la Vega Baja. Todo con la intención de denunciar el desmadre que suponen esas cifras para la comarca. ¿Estará incluida la piscina con forma de España?