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Los pueblos más bonitos de Alicante

Los pueblos más bonitos de Alicante

Más allá del turismo de playa, Alicante ha demostrado ser una región de gran belleza. Y es que a lo largo de esta provincia de la Comunidad Valenciana se encuentran no sólo algunos de los pueblos más bonitos de Alicante, sino de toda la península.

Tanto tocando al mar Mediterráneo como en lo más interior de la tierra, cada uno de ellos tiene algún detalle o particularidad que los hace especiales. Porque una vez se conocen los pueblos más bonitos de Alicante, es inevitable que aumenten las ganas de visitarlos todos.

Alicante fascinante: sus pueblos más bonitos

Altea

Altea
Altea. | Shutterstock

También conocida como la perla de la Costa Blanca, el pueblo de Altea combina con gran sutileza el turismo de sol y playa con un magnífico catálogo de actividades culturales. Pasear por sus calles empedradas, con grandes escaleras y casas blancas es todo un placer para la vista.

Se puede recorrer el precioso paseo marítimo, visitar lugares tan curiosos como la Iglesia Ortodoxa Rusa San Miguel Arcángel o todo el arte que se encuentra en la Fundación Schlotter. Sin olvidarse de los 8 kilómetros de playas paradisíacas.

Dénia

Denia
Denia. | Shutterstock

Otra población bañada por el mar Mediterráneo: Dénia, que destaca tanto por su centro histórico como por su castillo. El primero, de estilo marítimo, ofrece bellos paseos animados por los negocios locales y el buen ambiente.

Por otro lado, el castillo de origen musulmán ofrece unas fabulosas vistas de toda la localidad, además de invitar a realizar diferentes rutas de senderismo. Por ejemplo, una de las más interesantes es la que se dirige al Parque del Montgó.

Calpe

Calpe
Calpe. | Shutterstock

Sin alejarse de la costa, Calpe es de esas villas alicantinas reconocibles desde la distancia. El Peñón de Ifach es visible desde todos los rincones del pueblo, además de ser uno de los parques naturales más pequeños de España. Desde lo más alto se disfruta de una impresionante panorámica.

Además del peñón, el ambiente festivo y las playas, en Calpe también se pueden realizar visitas culturales tan interesantes como la de los Baños de la Reina de Alicante, unos peculiares restos romanos acuáticos, y la Muralla Roja, un edificio con una arquitectura asombrosa.

Jávea

Jávea
Jávea. | Shutterstock

Jávea cuenta con los rincones más bonitos de la costa alicantina. Con una agua cristalina, las playas y calas invitan a realizar todo tipo de turismo activo, como rutas en kayak o paddle surf. La belleza de Jávea ha sido inspiración para muchos artistas, como se puede comprobar en el cuadro Elena en las rocas de Jávea, de Joaquín Sorolla. Un paseo por sus calles en verano, de paredes blancas y decoradas con una gran cantidad de plantas, explican el por qué de la genialidad que retrató este pintor.

Moraira

Moraira
Moraira. | Shutterstock

Ubicado entre Calpe y Jávea, la tímida Moraira es capaz de relucir por sí misma. Y es que se trata de uno de los mejores pueblos de Alicante para veranear, con unas playas fabulosas y una gastronomía sabrosa.

Este pueblo marinero destaca por su barrio más costero, de casas blancas impolutas, además del fortín que ha protegido durante casi 300 años de los ataques piratas. A su alrededor se encuentran rutas senderistas muy interesantes.

Castalla

Castalla
Castalla. | Shutterstock

Un pueblo de interior que sorprende gracias al espectacular castillo que corona un cerro de 780 metros sobre el nivel del mar. Castalla se expande alrededor de él, ofreciendo calles y lugares tan bonitos como entrañables. El castillo, de origen islámico y datada su fecha de construcción en el siglo XI, ofrece unas increíbles vistas no sólo del propio pueblo, sino de toda la tierra circundante. También cuenta con otros puntos de interés religiosos, como iglesias, conventos y ermitas.

Biar

Biar
Biar. | Shutterstock

Similar al anterior, la localidad de Biar ha crecido alrededor de una fortificación, haciendo que parezca una espiral. Desde lo alto de esta edificación árabe se puede apreciar lo bien mantenida que está la arquitectura medieval del pueblo, como son sus casas de piedra. Además, muy cerca de Biar se encuentra el antiguo acueducto ojival, construido en el siglo XV y con un marcado estilo gótico.Está integrado en el recorrido turístico del Camino del Cid.

Guadalest

Guadalest
Guadalest. | Shutterstock

Uno de los pueblos más completos para visitar en Alicante es Guadalest, ya que combina a la perfección naturaleza y cultura. Para comenzar, está ubicado en la sierra alicantina, con varios caminos y senderos ideales para perderse. Cuenta con un castillo de origen árabe, así como la restaurada torre de la Alcozaiba. Otro punto destacable de Guadalest son sus museos, con algunos tan curiosos como el de microminiaturas o el de saleros y pimenteros.

Villena

Villena
Villena. | Shutterstock

Otro pueblo con encanto es Villena, con un magnífico ejemplar gracias a su Castillo de la Atalaya. Y es que la provincia de Alicante está plagada de fortificaciones. Muy bien conservado, fue construido en el siglo XI y es uno de los hitos clave en la conocida ruta de los castillos de Alicante.

Entre sus rurales callejuelas, siempre a la sombra de esta maravillosa construcción medieval, se puede disfrutar de lugares tan interesantes como el Museo Arqueológico José María Soler, con uno de los tesoros prehistóricos más importantes de toda Europa.

Nueva Tabarca

Tabarca
Tabarca. | Shutterstock

Siendo la isla de Tabarca la única habitada en toda la provincia de Alicante, es uno de los pueblos más pequeños y curiosos. Aún así, Nueva Tabarca está cargada de historia, a pesar de apenas contar con un puñado de calles. Se trata de un paraíso marino, ya que a su alrededor se encuentra el Parque Natural de Tabarca: 1.754 hectáreas de aguas cristalinas que invitan a explorar sus aguas a través de las diferentes excursiones guiadas que se realizan.

Polop de la Marina

Polop de la Marina
Polop de la Marina. | Shutterstock

Este pueblo ha pasado, de momento, bastante desapercibido para el turismo, pero se trata de uno de los más bonitos de Alicante. Tiene, además, una historia muy rica. Polop de la Marina es uno de los pueblos más pintorescos de la Costa Blanca, pura esencia Mediterránea. Sus calles empedradas y sobre todo su castillo, imponente fortaleza que ha vivido toda clase de batallas desde la época de los íberos, dan buena cuenta del pasado del lugar. Visitarlo cuando asoma la primavera, además, permitirá descubrir una bellísima floración de los almendros. Pueblo impresionante donde los haya.

También puedes leer este artículo en inglés y francés.