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Las cuevas de Hércules, un pasadizo hacia el Toledo subterráneo

Cuevas de Hércules

Toletum, siglo VIII. El rey Don Rodrigo, último monarca visigodo, gobernaba la península ibérica. En el interior de la entonces capital había unas cuevas sepultadas por una puerta repleta de candados en la que una inscripción rezaba: “No te acerques si temes la muerte”. Al lugar se lo conocía como la Casa de los Candados y era, se suponía, el antiguo sótano del palacio que Hércules instaló en el centro de la ciudad. Un sótano repleto de tesoros de incalculable valor al que los mortales tenían prohibido el paso.

Pasaron muchos años sin que nadie se atreviera a acceder y los reyes que gobernaban la ciudad fueron poniendo, cada uno, un candado en la puerta. Hasta que llegó Don Rodrigo. El monarca visigodo, atraído por las promesas de los tesoros, quiso entrar, así que rompió las cerraduras y se internó en las profundidades del sótano. En su interior halló un pergamino con un dibujo de unos extraños hombres con espadas de media luna y turbantes en sus cabezas. El lugar, aún en pie, era la cueva de Hércules y aquellos dibujos, la profecía de la conquista musulmana. Don Rodrigo había desatado, sin saberlo, el principio del fin de Toletum.

Entrada cuevas Hércules de Toledo
Entrada a las cuevas de Hércules de Toledo. | Wikimedia bajo licencia CC BY-SA 4.0

Un poco de historia de las cuevas de Hércules de Toledo

La historia descrita en el párrafo anterior es la leyenda que rodea a las cuevas de Hércules, nuestro Rincón del Finde de esta semana, una leyenda que ha pervivido en el imaginario de los toledanos más que la propia historia del lugar. Aparte de todo lo dicho, se dice que Hércules, supuesto fundador de la ciudad de Toledo, practicaba aquí artes mágicas y nigromancia. Todo esto en cuanto a las narraciones de tradición popular.

En lo que respecta a la historia, lo que se sabe con certeza de las cuevas de Hércules es que anteriormente se encontraban bajo la iglesia de San Ginés, hasta el año 1.841 cuando se demolió el edificio. Antes, se cree que hubo aquí una mezquita y, todavía más atrás en el tiempo, se habla de la existencia de un templo visigodo. De San Ginés se conserva el muro de entrada, donde aparecen empotrados varios relieves visigodos.

Asimismo, desde principios del siglo XX ya se consideraba que el lugar era de origen romano aunque se desconocía su función. Esto siguió así hasta que en el año 2004 el Consorcio de Toledo promovió la investigación arqueológica parcial del solar de San Ginés y las cuevas de Hércules. Después de la misma, se llegó a la conclusión de que las cuevas se construyeron en el siglo I y sirvieron como cisterna de abastecimiento de agua en el Toletum romano.

Las claves de las cuevas de Hércules de Toledo

Ubicada en el callejón de San Ginés, denominación heredada del nombre de la iglesia del mismo nombre, las cuevas de Hércules son un atractivo turístico de gran interés, nombradas como Bien de Interés Cultural. Las instalaciones se pueden visitar de martes a sábado entre las 12.00 y las 14.00 y las 17.00 y las 19.00, y es gratuita. En una primera sala se pueden disfrutar exposiciones temporales promovidas por el Consorcio de Toledo, mientras que unas escaleras de caracol conducen al mencionado depósito de agua.

Este espacio sufrió, por cierto, una profunda alteración en una época aún por determinar. La construcción original se revistió así de grandes sillares de granito y el interior se dividió en dos por medio de tres arcos también de granito. Según se indica desde el propio consorcio “sobre las dos naves resultantes se construyeron sendas bóvedas con bloques de caliza blanca”, de las cuales solo una pertenece al consorcio.

Pero aunque las cuevas son curiosas de ver, lo que más llama la atención de las mismas es, sin duda, el halo de misterio que las envuelve. No solo se trata de la leyenda de Hércules, sobre las cuevas también se dice que están conectadas a una serie de galerías subterráneas que llegan a las afueras de Toledo y que se ensanchan para dar paso a grandes salas abovedadas. De hecho, fueron varias las exhibiciones que se internaron en las cuevas de Hércules con la intención de averiguar hasta dónde llegaban los pasadizos.

Así, en 1564 el cardenal Silíceo mandó explorar la cueva. Sin embargo, se encontraron con un salto de agua y decidieron abandonar. Casi tres siglos más tarde, en 1839, una segunda expedición descendió por el salto hasta llegar a un osario. Ya en 1851, unos zapadores descubrieron una sala subterránea que hoy sabemos que es el depósito de agua, pero siempre quedará la duda de si tras las paredes de la cueva habrá algo más

Rincones cercanos a la cueva

Las cuevas de Hércules se encuentra en el centro de Toledo, a escasos metros de la catedral. De hecho, en tan solo cinco minutos el viajero puede poner los pies en este impresionante templo gótico en el que los ojos se pierden en cada rincón. Pero esto es solo el principio. La ciudad de las tres culturas está surcada de monumentos a cada paso, aunando arquitectura musulmana, cristiana y judía. Aparte de la catedral, los más importantes: el alcázar, el monasterio de San Juan de los Reyes o la sinagoga de Santa María La Blanca.

Catedral de Toledo
Interior de la Catedral de Toledo. | Shutterstock

Toledo también es una ciudad célebre por ser el hogar de El Greco durante gran parte de su vida. La metrópoli le rinde homenaje en el Museo del Greco, que reúne una extensa producción del artista. Aunque donde se encuentra su obra más popular es en la parroquia de Santo Tomé. Se trata de El entierro del señor de Orgaz y también se puede visitar.

Pero más acorde con el Rincón del Finde que atañe a este artículo es el Toledo misterioso, el Toledo subterráneo. Porque bajo la capital manchega que se ve a simple vista hay otra ciudad oculta repleta de laberintos, galerías y leyendas. Algunos de estos lugares son las termas romanas, los baños del Cenizal, los baños Árabes del Ángel o las mazmorras de la posada de la Hermandad. Numerosos tours se encargan de organizar visitas a estos rincones ocultos.

Por aunar todo lo que representa Toledo, leyendas, culturas e historia, por eso es nuestro Rincón del Finde

Las cuevas de Hércules es un rincón desconocido por el grueso de los turistas que visitan Toledo. Y, sin embargo, se encuentra en pleno centro de la ciudad y su entrada es gratuita. Además, el misterio que envuelve la gruta, unido a las huellas que la historia ha dejado en ella, hacen de la cueva un rincón magnético. ¿Será esta cavidad el antiguo sótano del palacio de Hércules? ¿Habrá tras sus paredes una galería infinita que nos lleve hasta las afueras de Toledo? La tan sola duda hace que nos quedemos atrapados en la magia de las cuevas de Hércules.

Foto principal: Wikimedia bajo licencia CC BY-SA 4.0