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‘El Chernóbil gallego’, una trampa de aguas turquesa

El Chernóbil gallego

Hay un lugar en  A Coruña cuyo llamativo lago de color turquesa está atrayendo muchas miradas últimamente. Sin embargo, este peculiar entorno no está exento de polémica, ya que las aguas del lago están contaminadas con wolframio, sílice, hierro y estaño, lo que ha provocado intoxicaciones en los influencers que se han dado un baño allí para presumir en sus redes sociales. Por todo ello, este sitio se ha ganado el apodo de Chernóbil gallego.

Historia del ‘Chernóbil gallego’

El Monte Neme tiene 387 metros de altura y se encuentra exactamente entre las localidades de Carballo y Malpica de Bergantiños. Empezando por el principio, este lugar ya tuvo asentamientos en la Edad de los Metales. En el Paleolítico, se usaba la Eira das Meigas, un crómlech que hay en la ladera sureste, que es un monumento megalítico formado por piedras o menhires en forma circular o elíptica.

El Chernóbil gallego
‘El Chernóbil gallego’. | Shutterstock

Como ocurría en otros lugares de Galicia, este crómlech se asocia a la celebración de aquelarres por parte de meigas, así como a prácticas funerarias y cultos astronómicos. Según la leyenda, las brujas se reunían en el Monte Neme cada noche de San Juan.

Sin embargo, debido a su riqueza mineral, este lugar no tardó en ser explotado. Se cree que en la época romana se comenzó a extraer estaño del Monte Neme, pero fue en el siglo XX cuando se convirtió en una mina industrial. El motivo es que sus rocas contienen minerales muy poco comunes en Europa, como el wolframio y el tungsteno.

Monte Neme
Monte Neme. | Shutterstock

Además, esta mina también fue protagonista en la Segunda Guerra Mundial, ya que se prestó wolframio a Alemania como moneda de cambio por los favores recibidos durante la Guerra Civil. Incluso hubo episodios de espionaje en la zona en los que los británicos saboteaban la mina para que el wolframio no llegara a manos de los alemanes.

Ya en el siglo XXI, concretamente en 2012, la empresa responsable del Chernóbil gallego entra en concurso de acreedores y la explotación de la mina se detiene.

Bañarse en ‘el Chernóbil gallego’, una fotografía letal

No hay que dejarse engañar por la belleza de las aguas del Chernóbil gallego
No hay que dejarse engañar por la belleza de las aguas del ‘Chernóbil gallego’. | Shutterstock

En la actualidad, las aguas del lago junto al Monte Neme han adquirido un llamativo color azul turquesa debido a su alto contenido en metales pesados. A pesar de que la Xunta de Galicia haya avisado sobre el peligro de bañarse o acercarse a este sorprendente paisaje, se cuentan por decenas las personas que se acercan a este lugar para conseguir su foto.

Los influencers que se han atrevido a bañarse en las aguas de este lago después han experimentado trastornos digestivos, irritación cutánea y problemas oculares debido al contenido de metales tóxicos en el agua, por lo que queda claro que este atrevimiento está fuera de toda recomendación. Al fin y al cabo, la salud debe estar por delante de una foto bonita.

En definitiva, si un lugar se ha ganado el apodo de ‘Chernóbil gallego’, nos da pistas de que quizá no sea muy buena idea acudir allí y bañarse para conseguir la foto perfecta.

Qué ver y dónde sacar fotos cerca del Monte Neme

Aunque la visita al Monte Neme no esté recomendada por motivos de salud, cerca de él hay otros lugares donde también nos podemos sacar fotos para presumir de la visita en redes con total seguridad. Uno de estos puntos es el faro de Malpica, que es el más moderno de Galicia y cuyo arquitecto es César Portela.

Otro de los planes en Coruña muy cerquita del Monte Neme es el Santuario de Santo Adrián, desde donde se puede contemplar unas vistas alucinantes, incluyendo las Islas Sisargas. Por cierto, también se pueden visitar estas islas, a las que se llega con pequeñas embarcaciones que salen de Malpicas de Bergantiños.

Islas Sisargas
Islas Sisargas. | Shutterstock

El otro pueblo que está al lado del Monte Neme es Carballo, donde los visitantes pueden presumir en Instagram de sus murales de arte urbano. Además, para conocer la historia y las costumbres de esta localidad se puede visitar el Museo de Bergantiños. Por último, la playa de Razo es una Zona Especial de Protección para las Aves, es un lugar fantástico para hacer surf y es un auténtico paraíso natural.

Otra escapada en Coruña muy cerquita es Laxe, donde se puede dar un paseo por su casco urbano, como la Plaza Ramón Juega, el Museo del Mar, la Casa do Arco, la Iglesia de Santa María da Atalaia y la Calle Real. En cuanto a su playa, se trata de un kilómetro y medio de arena fina y blanca, y sus aguas son totalmente transparentes. Además, en la playa se pueden alquilar kayaks para navegar hacia Punta do Cabalo, donde se pueden ver cuevas y formaciones rocosas que no dejan indiferente a nadie.

Laxe
Laxe. | Shutterstock

Para terminar, otro de los planes que hacer en Coruña y que quedará genial en Instagram es visitar la capital, que se encuentra a poco más de media hora en coche del Monte Neme. Su paseo marítimo, la plaza de María Pita o la Torre de Hércules son algunos de los lugares emblemáticos de los que se puede presumir en redes sociales. Además, si se tiene más tiempo, es muy recomendable relajarse en la playa de Riazor.

En resumen, ‘el Chernóbil gallego’ ofrece una vista impresionante, pero no conviene mirarlo de cerca. Para las personas que busquen fotografías idílicas en la provincia de A Coruña, es preferible dejar los lagos tóxicos de lado y visitar otros sitios preciosos, que no son pocos.