Viajar a través de las palabras es una forma magnífica de descubrir el mundo, algo con lo que nuestro caballero andante favorito estaría completamente de acuerdo. En ocasiones, los edificios que acogen esos libros que nos transportan a través de sus páginas también sorprenden por su belleza y arquitectura. Esos son precisamente los lugares que descubriremos en este recorrido por las bibliotecas más bonitas de España.
Cuando recorrimos las universidades más bonitas del país ya visitamos algunas bibliotecas especiales y con mucho encanto, por lo que esta vez omitiremos esos templos del saber por los que también merece la pena pasarse. No cabe duda de que en España sobran colecciones de libros que brillan por su valor y su bello entorno, por lo que el repertorio se podría extender hasta el infinito. No obstante, las siguientes bibliotecas destacan por motivos diferentes que las hace únicas.
Un paseo por algunas de las bibliotecas más bonitas de España
Biblioteca Nacional de España, Madrid
Por supuesto, la capital de España es hogar de algunos de los edificios más espectaculares del país. La Biblioteca Nacional de España despliega su esplendor arquitectónico en el Paseo de Recoletos, aunque cuenta con otra sede en Alcalá de Henares. Fue fundada en el año 1711, en el reinado de Felipe V. En sus inicios fue bautizada como Biblioteca Real, aunque en 1836 pasó a llamarse Biblioteca Nacional, y no fue hasta el siglo XXI que adquirió el nombre de Biblioteca Nacional de España.
No obstante, el edificio que actualmente acoge la biblioteca, así como el Museo Arqueológico Nacional, es el Palacio de Biblioteca y Museos, construido en el siglo XIX. Fue Isabel II quien colocó la primera piedra en esta magnífica obra arquitectónica que destaca por sus monumentales fachadas de estilo neoclásico, con columnas, estatuas y frontones tallados.
Además de su apariencia señorial, cabe destacar el valor documental de la Biblioteca Nacional de España. Su catálogo alberga un ejemplar de todo libro publicado en España, así como un patrimonio bibliográfico muy extenso que incluye incunables, manuscritos antiguos, obras de arte, documentos digitalizados y una hemeroteca virtual.
Biblioteca del Instituto del Patrimonio Cultural de España, Madrid
La sede del Sede del Instituto del Patrimonio Cultural de España también se encuentra en Madrid; más concretamente, en la Ciudad Universitaria. Su fondo documental nace en 1990 con la fusión de tres instituciones: el Centro Nacional de Información Artística, Arqueológica y Etnológica, el Instituto de Conservación y Restauración de Obras de Arte, y el Servicio de Restauración de Libros y Documentos.
Esta biblioteca que cuenta con más de 50 000 volúmenes sorprende por sus singulares diseños. Exhibe una peculiar planta circular con un claustro central, y el edificio está coronado por una especie de hilera de agujas. A pesar de su aspecto moderno, sus luminosas cúpulas y amplios espacios circulares le dan un aspecto de templo o catedral. No en vano fue declarado Bien de Interés Cultural.
Biblioteca Pública Municipal Salón, Granada
Esta pintoresca biblioteca, aunque menos monumental y significativamente más sencilla, regala un brochazo de color en un rincón encantador de Granada. Se encuentra en el Paseo del Salón, en unos jardines a orillas del Río Genil, entre árboles y bellas fuentes. Su llamativo color amarillo, sus decoraciones blancas y su interior acogedor generan un pequeño espacio de cuento.
Biblioteca Pública Arús, Barcelona
Esta biblioteca fue fundada en 1895 por Rossend Arús i Arderiu en el Passeig de Sant Joan, en Barcelona. Su objetivo principal era acercar la cultura a la clase trabajadora. Hoy en día se utiliza como centro de investigación, especialmente en lo que se refiere a los movimientos sociales de los siglos XIX y XX. Como curiosidad, también acoge una colección dedicada al universo de Sherlock Holmes.
Se podría decir que internarse en la Biblioteca Pública Arús significa viajar en el tiempo. Su vestíbulo con escaleras y columnas blancas, presidido por una reproducción de la Estatua de la Libertad, te introduce en una especie de templo ajeno al paso del tiempo. Los libros descansan en elegantes muebles de madera, y la decoración evoca épocas del pasado y personajes ilustres. La biblioteca también cuenta con una sala de exposiciones, una sala de lectura, una sala de actos y una sala de música.
Biblioteca-Museo Víctor Balaguer, Villanueva y Geltrú
Fundado en 1884 por el político y escritor Víctor Balaguer, este edificio ubicado en Villanueva y Geltrú se ha ganado un lugar en nuestra selección de las mejores bibliotecas de España. Destaca, entre otras cosas, por su aspecto de templo con una mezcla de elementos egipcios y griegos, una práctica común en la arquitectura ecléctica de la época.
El edificio fusiona los conceptos de biblioteca y museo, por lo que contiene colecciones muy diversas. Sus volúmenes son principalmente históricos, y comprenden desde el siglo X hasta la actualidad. En cuanto al museo, alberga obras cedidas por el Prado, arte moderno y contemporáneo y colecciones de culturas del mundo. Además, tiene una sala dedicada al mundo egipcio y otra del arte del siglo XIX.
Biblioteca de Menéndez Pelayo, Santander
Este magnífico edificio de estilo neobarroco montañés fue donado al Ayuntamiento de Santander por el escritor e historiador español Marcelino Menéndez Pelayo. Incluía también su biblioteca personal, la cual, a su muerte en 1912, pasó a estar en manos de la ciudad. En el jardín que da acceso a la entrada se alza una estatua en mármol blanco del erudito.
A modo de agradecimiento, el ayuntamiento realizó una serie de renovaciones en el edificio antes de abrirlo al público. La fachada de piedra arenisca se complementó con una doble escalinata, y también se colocó un escudo de Santander. En 1982, la Biblioteca de Menéndez Pelayo fue declarada Monumento Histórico Artístico.
La biblioteca recoge manuscritos, incunables y una larga lista de obras diversas, muchas de ellas de carácter humanístico. Caminar entre sus antiguos estantes de madera permite respirar historia y conocimiento en estado puro. Merece la pena cerrar los ojos y escuchar esas voces ilustres que permanecen conservadas entre las páginas, esperando a que alguien se pierda en ellas. Una experiencia perfecta para finalizar este paseo por algunas de las bibliotecas más bonitas de España.
