En Canarias, ya se sabe, el elemento de diferenciación con el resto de España está asegurado, y más si se viaja a La Gomera, esa pequeña isla de apenas 370 kilómetros cuadrados. Y más aún si el viajero se interna en la Reserva Natural Integral de Benchijigua, donde las especies endémicas y amenazadas conforman una gran parte de la población de la reserva. Esta es, de hecho, una de las razones por las cuales Benchijigua se convirtió en uno de los muchos paisajes protegidos de La Gomera.
El monumento natural más emblemático de La Gomera
Así, entre extensos bosques de laurisilva, brotan siemprevivas (plantas de hoja perenne que crecen en roseta) o taginastes. A estas las sobrevuelan, a su vez, aves como la paloma rabiche, el herrerillo canario, el búho chico o el busardo ratonero. Aunque estos animales y plantas son de gran importancia para la isla, los elementos que quizás más interesan a los viajeros sean los paisajísticos. En este campo, el pitón o Roque de Agando y los acantilados de los que dispone, se llevan toda la fama.
El Roque de Agando es, probablemente, la formación geológica que más llama la atención en la visita a la reserva natural. Se trata de un pitón fonolítico, es decir, de un relieve de origen volcánico originado tras el endurecimiento de la lava dentro de un filón, colada o cráter. En este caso, el pitón alcanza los 1.246,7 metros sobre el nivel del mar y emerge del paisaje como si de un dedo señalando al cielo se tratara. El Roque de Agando es el monumento natural más emblemático de la isla. Por otra parte, el conocido como barranco de Benchijigua o barranco de Santiago también ofrece un paisaje espectacular en el que las rutas dejan a sus visitantes sin palabras.
Las rutas sin parangón de Benchijigua
Situado en el término municipal de San Sebastián de La Gomera, capital de la isla, y entre los barrancos de Benchijigua y la Laja, el acceso a la reserva es limitado. Aún así, se puede llegar a través de más de un camino. Ya sea por la carretera TF-713, que une San Sebastián con Arure; por la pista forestal de este pueblo; por el camino que parte desde el barrio de Las Toscas o por un sendero particular.
En cualquiera de los casos, entrar a la reserva de Benchijigua, del que se ha dicho en Fitur 2022 que será una de las tendencias de viaje en este año, es entrar en un laberinto de rutas de las más variadas distancias y dificultades. La más destacable es quizás la que comunica la zona de degollada de Agando con el fondo del barranco de Benchijigua. Tampoco se queda atrás el sendero que une los barrancos de Guarimiar y Benchijigua. En definitiva, este rincón colindante con los también paisajes protegidos Garajonay y Orone es un destino en el que la naturaleza canaria se descubre en todo su esplendor.
