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7 espectaculares paisajes helados en España

Paisajes helados de España

España es un país que, a pesar de ser pequeño en comparación a otros, posee multitud de contrastes que lo convierten en un lugar único y especial que disfrutar en cualquier época del año. Mientras que en los meses cálidos en el norte aún siguen las lluvias y las nieblas y el resto de territorio queda árido, cuando llega el invierno la nieve y el hielo sorprende en muchos lugares, llegándose a helar paisajes naturales e incluso pueblos del sur.

Un mismo lugar puede cambiar radicalmente con la llegada del frío. Prueba de ello son estos paisajes helados de España, aún más bonitos y espectaculares cuando los invade el hielo. Desde cuevas congeladas hasta estaciones fronterizas envueltas por la nieve. España es aún más bonita cuando se pinta de blanco.

La cueva helada de Casteret

Entrada a la gruta de Casteret, en invierno cubierta de hielo y nieve
Entrada a la gruta de Casteret, en invierno cubierta de hielo y nieve. | Pacopac, Wikimedia

Ubicada en los Pirineos, en pleno Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, se encuentra la Cueva helada de Casteret. Esta impresionante gruta, cuyo interior siempre mantiene una gélida temperatura no superior a los cero grados, ha conseguido mantener desde hace miles de años restos de hielo fósil.

Todo el conjunto de grutas que se encuentran dentro de Monte Perdido están a una altitud de 2.800 metros sobre el nivel del mar, por lo que todas ellas son muy frías durante todo el año. Esto ha hecho que se pueda conservar agua congelada y estalactitas de miles de años de antigüedad. Aunque el calentamiento global la hace peligrar, esta cueva es un espectáculo digno de ver durante el invierno.

El balneario de Panticosa y sus ibones

Impresionante paisaje cerca del balneario de Panticosa
Impresionante paisaje cerca del balneario de Panticosa. | Israel.dominguez.garcia, Wikimedia

El Pirineo Aragonés es uno de los mayores espectáculos naturales de toda España. A pesar de que se puede visitar durante todo el año, sus postales más bonitas se encuentran durante los meses fríos, cuando se forman paisajes helados de los que tanto se disfrutan en España. Cuando las bajas temperaturas comienzan a helar la superficie de los riscos y se crean maravillas como las heladas de los ibones del Balneario de Panticosa.

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En Aragón, los ibones son los lagos que se crean en la parte alta de las montañas. En este balneario, hay algunos espectaculares, como los Ibones Azules, Ibones de Bachimaña o los Ibones de Bramutero. Para subir a verlos hay que contar con la equipación de nieve apropiada pero, a tan solo dos horas de subida, se pueden observar todos los ibones blancos.

La laguna de Gredos, un privilegio

La laguna de Gredos se presenta como un sueño
La laguna de Gredos se presenta como un sueño. | Shutterstock

Varias de las rutas más populares entre los amantes del senderismo se encuentra en torno a la laguna de Gredos, una pequeña pero profunda laguna en forma circular que da por finalizada una ruta por toda la Sierra de Gredos. Se trata de un paseo bastante asequible durante el verano, pero cuando llega el frío se cubre de nieve y hielo, dando lugar a paisajes espectaculares.

Rodeados de fauna local como cabras y ciervos, los más curiosos pueden llegar con la equipación de nieve necesaria y ser de los privilegiados que contemplan la laguna completamente congelada y con toda la sierra blanca de fondo. Además, hay un refugio cerca donde reponer fuerzas si es que el frío no da tregua.

Otra laguna, esta vez negra

Laguna Negra, en Soria
Laguna Negra, en Soria. | Shutterstock

Soria es uno de los lugares más fríos de todo España y es por eso que en invierno cuenta con varios de los paisajes helados más impresionantes del país. Es precisamente en el norte de la provincia donde se puede encontrar una de las rutas más exigentes pero a la vez más bonitas que ver cuando comienza a hacer frío.

Se trata de la Laguna Negra, una enorme extensión de agua de origen glaciar en lo alto de los Picos de Urbión para la cual hay que subir hasta 2000 metros de altura a través de los bosques sorianos. A partir de diciembre, debido a las bajas temperaturas, la laguna se llega a helar por completo. Todos los amantes de la montaña pueden disfrutar de unas increíbles vistas glaciares de la laguna, además de ser el punto más alto de la ruta y un fantástico mirador de la sierra.

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La estación de Canfranc, histórica y preciosa

Una de las estaciones más bonitas e históricas del país
Una de las estaciones más bonitas e históricas del país. | Shutterstock

Los paisajes naturales en invierno son uno de los mayores atractivos de España, pero también hay algunas postales típicas en las que la civilización, la historia y la naturaleza comparten sintonía en una perfecta simbiosis. Es el caso de la estación de Canfranc, con su Canfranero, una espectacular estación en los pies de los Pirineos que quería servir como frontera con Francia y que tuvo gran peso en la Segunda Guerra Mundial.

El enorme entramado arquitectónico ya llama la atención desde lejos, siendo un espectacular contraste entre el bosque de alta montaña y las vías del tren. Sin embargo, cuando llega noviembre y comienzan las primeras nevadas, todo se tiñe de blanco y la estación queda completamente congelada, pareciendo un palacio de cristal.

El valle de Boí Taüll y sus pueblos hechizados

Merece la pena conocer la zona a fondo
Merece la pena conocer la zona a fondo. | Shutterstock

El valle de Bohí es uno de los más espectaculares que ver en invierno ya que posee la estación de esquí más alta de todo el país. Tiene algunos de los paisajes nevados más bonitos. Situado en Lleida, este valle se ha convertido en el centro de todas las miradas por ser patrimonio de la UNESCO ya que conserva un enorme legado cultural románico.

Sin embargo, también cuenta con hasta 16 pueblos en su interior que se han considerado “hechizados” por sus historias, costumbres y tradiciones. Durante los meses más fríos del año, estos pequeños pueblos de piedra quedan camuflados entre la nieve que se posa en el valle dejando una de las postales invernales más bonitas de Cataluña.

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Laguna Grande de Peñalara, el pulmón madrileño

Laguna Grande de Peñalara, a un paso de Madrid
Laguna Grande de Peñalara, a un paso de Madrid. | Shutterstock

La sierra de Guadarrama guarda auténticos tesoros para la gente que disfruta de la naturaleza y el senderismo. Cuenta con una estación de esquí, pueblos de alta montaña y cientos de rutas. Sin embargo, una de las caminatas más típicas que cobra especial interés durante el invierno es la de la Laguna Grande de Peñalara. Es uno de los paisajes helados de España más espectaculares.

A poco más de dos horas caminando desde el impresionante Puerto de Cotos, la laguna es accesible a todos los públicos. Desde diciembre es común encontrar todo el camino nevado, llegando a dar con la imponente laguna completamente congelada en un paisaje montañoso sin igual. Además, si se quiere un poco más de aventura, se puede seguir subiendo a través del paisaje helado y dar con la Laguna de los Pájaros, en pleno altiplano de la sierra.