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‘La pequeña Sagrada Familia’, el reflejo de Gaudí en Novelda

Pequeña Sagrada Familia de Novelda

La pequeña Sagrada Familia‘ destaca en el paisaje. Situada sobre un cerro, a unos tres kilómetros del centro urbano de Novelda, su silueta se recorta sobre el horizonte. Allí, bajo un cielo cambiante, el santuario de Santa María Magdalena casi parece una fantasía que, por momentos, se vuelve realidad. A veces es necesario parpadear un par de veces, pellizcarse incluso, para cerciorarse de la autenticidad de la imagen.

El parecido con la basílica de la Sagrada Familia es innegable y el entorno, único. Conforme el templo se siente más cerca, se percibe en el aire el eco del nombre de Gaudí. Hay quien ha asegurado experimentar una suerte de déjà vu cuando visita el templo de la localidad alicantina de Novelda. Una sensación que, sin duda, merece la pena disfrutar en primera persona.

¿Por qué ‘la pequeña Sagrada Familia de Novelda’?

Santuario de Santa María Magdalena
Santuario de Santa María Magdalena. | Shutterstock

Cuando se visita por primera vez ‘la pequeña Sagrada Familia’, pronto queda claro el motivo del nombre. Su imagen evoca inmediatamente a la de la Sagrada Familia de Barcelona. En la ciudad condal, Antonio Gaudí diseñó un templo expiatorio de grandes dimensiones para una ciudad de análogo tamaño. Para el pequeño municipio alicantino de Novelda, hizo lo propio el ingeniero José Sala Sala. Admirador y estudioso del maestro catalán, Sala trajo el modernismo a un Levante dispuesto a dejarse conquistar por este estilo artístico. Basta acercarse a conocer la subestación hidroeléctrica del municipio alicantino de Alcoy. O visitar la maravillosa Lonja de la Seda, en la ciudad de Valencia.

En cualquier caso, una cosa es cierta: al Santuario de Santa María Magdalena de Novelda hay que llegar sin ideas preconcebidas. Lo mejor es dejarse conquistar por su visión en las distancias cortas. Pues, si bien es cierto que el sobrenombre que se le ha asignado le queda perfecto, no lo es menos que el templo tiene mucho más que ofrecer que un simple parecido. Del mismo modo que sucede con la basílica de la Sagrada Familia, la imagen de sus dos torres, una a cada lado, es inconfundible. 25 metros de altura que guían las miradas directamente hacia el cielo.

Fachada del santuario de Novelda
Fachada del santuario de Novelda. | Shutterstock

Su construcción, llevada a cabo entre los años 1918 y 1946, recuerda a la forma de un jarro, un homenaje al recipiente utilizado por María Magdalena para ungir a Jesús. Una particularidad difícil de hallar en cualquier otra arquitectura. Existen además otros aspectos que resaltan el carácter único de ‘la pequeña Sagrada Familia de Novelda’. Es imposible no fijarse en la decoración de la fachada. Una ornamentación que responde a distintos estilos, desde el medieval al barroco. Pero siempre con una inspiración recurrente en la propia naturaleza, como lo demuestra la utilización de guijarros del cercano río Vinalopó. El conjunto se completa con una mezcla de azulejos policromados, mampostería y ladrillos que aportan una coloración rojiza muy especial.

Cuando se traspasa la puerta, el interior aparece como una sorpresa. Recibe al visitante el proyecto de un órgano de mármol. A continuación, bajo una nave central de forma rectangular, el camarín de Santa María recuerda claramente quién es la patrona de Novelda.

Entorno del Santuario de Santa María Magdalena

Castillo de la Mola en Novelda
Castillo de la Mola en Novelda. | Shutterstock

El entorno de ‘la pequeña Sagrada Familia de Novelda’ es tan especial como el templo. Se trata de un escenario compartido con el vecino castillo de la Mola, una espectacular fortaleza almohade del siglo XII. Su torre de los Tres Picos llama la atención desde la distancia, pero es de cerca cuando el castillo y esta ‘pequeña Sagrada Familia’ captan toda la atención. Ambas construcciones se encuentran enmarcadas en un hermoso terreno en el que el vino del Vinalopó tiene voz propia.

Las viñas funcionan como un decorado perfecto para este reflejo levantino de la Sagrada Familia de Barcelona. Un decorado que cobra protagonismo cada verano, cuando, el 22 de julio, día de Santa María, se eligen en el templo las uvas que acompañarán en procesión a la patrona de Novelda. Por este lugar, además, transcurre una etapa del Camino de Santiago. Se trata del conocido como Camino de la Lana, con inicio en las ciudades de Valencia y Alicante. Unido al Camino Francés a la altura de Burgos, desde allí llega hasta la catedral de Santiago.

Centro Gómez-Tortosa en Novelda
Centro Gómez-Tortosa en Novelda. | Shutterstock

El entorno de ‘la pequeña Sagrada Familia de Novelda’ es de imprescindible visita. Pero no hay que dejar pasar la oportunidad de acercarse al centro, a tan solo tres kilómetros de distancia de templo y castillo. La visita al conjunto urbano, enmarcado en la Ruta Europea del Modernismo, puede comenzar en la calle Mayor. Allí se ubica la Casa Museo Modernista, construida en 1901 a instancias de Antonia Navarro Mira, pionera del emprendimiento femenino. Fruto de su constancia fue también la construcción del Centro Gómez-Tortosa. En ambos edificios destacan sus patios de columnas. Lugares mágicos en los que es posible imaginar que el tiempo no ha pasado.

Para otra ocasión, queda pendiente conocer a la hermana mayor, la Basílica de la Sagrada Familia, en Barcelona. Pero, antes de dar por finalizado el viaje, si aún queda tiempo, aguardan otras cosas por descubrir… Aguardan rutas de senderismo entre pinos y los viñedos en los que crece la famosa uva del Vinalopó. Aguardan otras historias, siempre con el reflejo de ‘la pequeña Sagrada Familia’ grabado en las pupilas.