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¿Sabías que el Museo Reina Sofía fue un hospital?

Museo Reina Sofía

Durante siglos se respiraban dolor y muerte en este edificio donde hoy solo encontramos arte. Las salas donde nos deleitan obras de grandes artistas contemporáneos como Picasso, Dalí o Miró albergaron mucho antes camas, quirófanos y hasta una morgue. Es la parte oscura de un edificio que antes que Museo Reina Sofía fue Hospital General de Madrid.

Un recorrido por la historia del antiguo Hospital General de Madrid

Detrás del edificio del Museo Reina Sofía hay una larga historia. Para conocer sus orígenes debemos viajar en el tiempo al reinado de Felipe II. Fue en aquella época cuando se decidió reorganizar por vez primera la actividad hospitalaria, que en la capital dio lugar a la fundación del Hospital General de Madrid.

Sección longitudinal dibujada por Francisco Sabatini para el Hospital General de Madrid
Sección longitudinal dibujada por Francisco Sabatini para el Hospital General de Madrid. | Wikimedia

Sin embargo, hubo que esperar al reinado de Fernando VI, en 1755, para que comenzaran las obras de ese edificio de corte neoclásico que ha llegado a nuestros días. El proyecto inicial se encomendó a José de Hermosilla, que no llegó a verlo terminado. Tampoco lo hizo Francisco Sabatini, a quien Carlos III encargó la finalización del edificio.

Sabatini modificó el primer proyecto para hacerlo mucho más ambicioso. De hecho, las dimensiones del hospital iban a superar a las del Palacio Real. Para hacerse una idea, la fachada principal del actual Museo Reina Sofía era, simplemente, parte de un patio interior. Sin embargo, solo se llegó a materializar un tercio de lo que había planificado Francesco Sabatini.

Un hospital inacabado, pero con una intensa actividad

Patio interior del Museo Reina Sofía
Patio interior del Museo Reina Sofía. | Shutterstock

Nunca se acabaron las obras, pero en 1788 el edificio del Hospital General de Madrid empezó a recibir enfermos. Desde entonces, y durante casi dos siglos, sus muros fueron testigos mudos de los estragos que las epidemias causaban en la población madrileña. Epidemias que se repetían con cierta frecuencia, sobre todo de fiebres tifoideas, viruela, sarampión y cólera.

El hospital llegó a atender a cerca de 20.000 enfermos al año. De hecho, a mediados del siglo XIX albergaba cerca de 1500 camas repartidas en una veintena de salas. Pero ni siquiera fueron suficientes para atender picos asistenciales, como el de la epidemia de 1855, que saturó sus instalaciones y obligó a habilitar el convento de San Jerónimo el Real para atender a los enfermos de cólera. Sin embargo, no todo era dolor en aquel hospital que también fue estudio. De ello da fe el hecho de que en él se creara el primer colegio de cirugía de España.

El que fue rebautizado como Hospital Provincial de Madrid fue uno de los grandes centros asistenciales madrileños hasta los años 60 del siglo XX. Cambiaron los tiempos, también las necesidades, y se decidió construir una nueva ciudad sanitaria que tomara el relevo. Vacío de enfermos, cayó en el olvido. Hubo que esperar varios años para verlo convertido en el Museo Reina Sofía que hoy conocemos.

La transformación del viejo edificio en Museo Reina Sofía

Interior del Museo Reina Sofía
Interior del Museo Reina Sofía. | Shutterstock

Tras su abandono, la amenaza de la demolición planeó sobre el viejo hospital durante un tiempo. El aparentemente escaso interés histórico del edificio y el valor de los terrenos parecían motivos suficientes para ello. Afortunadamente, la amenaza no se hizo realidad, ya que en 1977 llegó su declaración como Monumento Histórico-Artístico.

Había que darle una utilidad para evitar que su degradación fuera a más y se barajaron posibilidades de lo más variopintas. Finalmente, después de deliberaciones y de una profunda rehabilitación, en 1986 abrió sus puertas el Centro de Arte Reina Sofía, que apenas ocupaba entonces dos plantas del antiguo hospital.

Sin embargo, aquel centro que en un principio albergaba exposiciones temporales tenía aspiraciones más altas. En 1992 se inaugura la Colección Permanente del ya Museo Reina Sofía. Y solo unos años después, el viejo edificio se queda pequeño y es necesario ampliarlo, proyecto que se encargó al arquitecto Jean Nouvel.

En la actualidad, el Museo Reina Sofía alberga cuenta con unos fondos de casi veinte mil piezas, es el segundo museo más visitado de Madrid y se ha convertido en referente mundial en lo que a arte contemporáneo se refiere.

Arte y apariciones fantasmagóricas en el Museo Reina Sofía

Museo Reina Sofía
Museo Reina Sofía. | Shutterstock

En las estancias del viejo hospital murieron miles de enfermos. Y muchos acabaron enterrados bajo el suelo del edificio. Las obras de remodelación sacaron a la luz restos de cadáveres y pronto empezaron a circular historias de fantasmas y de sucesos inexplicables que se repetían en los pasillos y algunas de las salas del museo.

El tiempo ha hecho que esas historias se diluyan y queden en simples anécdotas. Pero más allá de creer o no en ellas, nos recuerdan que, antes que museo, este edificio fue hospital. Y es cierto que tiene un pasado oscuro, pero también lo es que ante él se abre un futuro brillante, mucho más desde la declaración del Paisaje de la Luz como Patrimonio de la Humanidad.