Disfrutar de unos días libres en mitad de la primavera es una ocasión de lujo que no se puede desaprovechar. Son días inmejorables para gozar del buen tiempo, algunas fiestas locales y, en definitiva, del máximo esplendor de muchos pueblos y ciudades de España. Aquí van 5 propuestas de planes para tener un puente de mayo inolvidable.
Viajes por España para el puente de mayo que nunca defraudan
Ya sea por la bonanza climatológica, una naturaleza pletórica u otros encantos, estos destinos son una apuesta segura a la hora de planear una escapada para estos días privilegiados.
Cerezos en flor en el Valle del Jerte
La primavera es, en el Valle del Jerte, sinónimo del formidable espectáculo que ofrece el cerezo en flor cuando tiñe de blanco las laderas del valle. A primeros de mayo se puede disfrutar de los últimos días de la Fiesta del Cerezo en Flor, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional. En concreto, durante estas fechas tiene lugar la llamada «lluvia de pétalos», el momento en que el blanco de las flores va descendiendo al suelo y deja espacio a otros colores no menos bellos.
El manto que cubre todo este rincón de Extremadura es un atractivo de por sí, pero hay otras muchas actividades que garantizan unos días inolvidables. Lo exuberante de la naturaleza permite desde la práctica de deportes de aventura hasta la observación de aves salvajes, sin olvidar las maravillas de este paisaje tan especial. Aunque pueda ser un poco atrevido bañarse, las piscinas naturales del Jerte bien valen una visita a lugares como Los Pilones, dentro de la Reserva Natural de la Garganta de los Infiernos, o a la cascada portentosa de Nogaledas.
Días de celebración en Caravaca de la Cruz
Los primeros días de mayo son un estallido de color en la localidad murciana de Caravaca de la Cruz, que celebra sus fiestas mayores. Las Fiestas de la Santísima Vera Cruz conmemoran la aparición, en el siglo XIII, de la Santa Cruz en la antigua fortaleza del rey moro. Desde entonces se celebran estas fiestas con un papel muy activo de todos los lugareños, con dos momentos culminantes que son los festejos de Moros y Cristianos y los Caballos del Vino, tradiciones ambas llenas de color y espectacularidad.
La vistosa tradición de los Caballos del Vino sucede a la ofrenda floral que se realiza en el Castillo de Caravaca de la Cruz, y en ella tiene lugar un desfile de caballos magníficamente engalanados con deslumbrantes capas de seda y oro. Esos mismos caballos competirán al día siguiente en una emocionante carrera hasta el castillo, en medio de una multitud de miles de personas.
El nombre de esta singular fiesta evoca una leyenda local que narra cómo los habitantes de Caravaca habían logrado cruzar las defensas enemigas con un caballo cargado de vino que subió a toda velocidad hacia el castillo. La Unesco declaró esta fiesta Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en 2020, por el exquisito cuidado y manejo de los caballos, así como por los primorosos bordados que lucen.
Gredos teñido de amarillo
La Sierra de Gredos es un espectáculo fascinante durante todo del año, pero en el mes de mayo lo es más si cabe, coincidiendo con la floración del piorno, que cubre de un fantástico color amarillo miles de hectáreas. Esta planta es historia viva de las montañas, utilizada como combustible y material de construcción durante generaciones, pero no es la única que engalana la zona. Se le suma también la genista, que habita los pinares, y también una especie endémica, el cambrión, cuyas flores aguantan hasta bien entrado el verano.
Para disfrutar del Festival del Piorno hay que poner rumbo a Gredos Norte, es decir, a la vertiente abulense, cuyos pueblos se unen para organizar actividades culturales como conciertos y otras de turismo activo. Así, es posible ver iglesias y otros edificios engalanados con las características flores amarillas, además de realizar caminatas memorables entre los sobrecogedores paisajes de esta sierra mítica, desde el Circo de Gredos, con su magnífica laguna, hasta las alturas del Pico Almanzor, auténtico techo de Castilla y León.
Una escapada estelar a La Palma
Si se trata de gozar de un clima envidiable, con pocas sorpresas, en el puente de mayo, Canarias es infalible, y La Palma es una de las islas del archipiélago más asombrosas para pasar unos pocos días. Sumergirse en las joyas naturales de la ‘isla bonita’ es una de las experiencias que no pueden faltar, ya sea realizando un itinerario por sus impresionantes volcanes o adentrándose en el bosque de Los Tilos, dentro del Parque Natural de las Nieves.
Ahí cobra todo el sentido el sobrenombre de la ‘isla verde’, que es famosa también por sus excepcionales condiciones para la astronomía. Una visita al observatorio del Roque de los Muchachos es otra manera excelente de sentir la inmensidad del cosmos.
Además del poder de la naturaleza, La Palma despliega también brillantes muestras del hacer humano, desde la vistosa Cascada de los Colores hasta pueblos tan bonitos como Tijarafe, Tazacorte o los Llanos de Aridane. Otros sorprenden por su llamativo emplazamiento, como Porís de Candelaria, enclavado dentro de una roca frente al mar, o Barlovento, rodeado por volcanes en plena reserva natural de Guelguén.
Los Maios en Pontevedra
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¿Hace falta alguna excusa para visitar la ciudad de Pontevedra? Seguramente no, pero si hay que elegir el momento, pocos hay mejores que la Festa dos Maios. Esta fiesta tan arraigada en Galicia celebra las primeras flores primaverales, y desde 1970 se conmemora en la plaza pontevedresa de la Ferrería con los Maios, que son unas hermosas figuras que se realizan con ramas y flores. En un concurso se eligen las mejores de estas composiciones, y alrededor de cada una de ellas se sitúa un niño que canta mientras el grupo marca el compás.
Más allá de la fiesta de los Maios, Pontevedra destaca por un casco histórico fantásticamente conservado, con edificios de tan buen porte como el Convento de San Francisco, el de Santo Domingo o la Iglesia de Santa María la Mayor. El centro tiene un sabor inequívocamente medieval, con calles empedradas y acogedoras placitas, pero hay construcciones de siglos posteriores que armonizan muy bien, como el Santuario de la Peregrina, del siglo XVIII, o el ayuntamiento. Una escapada de auténtico lujo para el puente de mayo, donde no falta una de las gastronomías de más renombre de España.
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