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Las tres rutas americanas de Madrid

rutas americanas madrid

Como es sabido, desde que Cristóbal Colón llegara a las Américas, la relación entre España y el continente trasatlántico ha sido, históricamente hablando, estrecha y continuada. Así, al ser Madrid capital desde mediados del siglo XVI, es lógico pensar que esta ciudad también recibiera cierta influencia de dicha cultura. Sin ir más lejos, no es ningún secreto que durante la Edad Moderna España recibió centenares de objetos de América. Por ejemplo, obras de arte o manuscritos.

Bajo esta premisa se desarrolla el proyecto América en Madrid. Patrimonios Interconectados e impacto turístico en la Comunidad de Madrid. Hablamos de una iniciativa puesta en marcha por el grupo de investigación en Ciencias Sociales y Humanidades AmerMad. Sus objetivos principales son, en primer lugar, “renovar el conocimiento sobre el patrimonio americano que había en Madrid entre los siglos XVI y XVII”. En segundo lugar, “reconsiderar el lugar que debe ocupar este patrimonio en una historia del arte español más inclusiva, transversal y multicultural”.

Así, en 2022 AmerMad puso en marcha, gracias a la cofinanciación de la Comunidad de Madrid y el Fondo Social Europeo, las “Rutas americanas en la Comunidad de Madrid AmerMad”. Se trata de un conjunto de tres itinerarios complementarios que buscan explorar la cultura y el patrimonio americano legado a la capital española. Tal como señala la Comunidad de Madrid, “las tres rutas se presentan de forma visual, interactiva, con fotografías, vídeos, explicaciones con voz y escrita, actividades, etc”. Todas ellas acompañadas, por cierto, de comida.

Rutas americanas de Madrid

El primer recorrido: la ruta indicada para los más pequeños

Museo de América
Museo de América. | Shutterstock

La primera de las rutas americanas de Madrid presenta una duración de, aproximadamente, cuatro horas y está dirigida mayoritariamente a familias con hijos de entre 7 y 12 años de edad. Se trata de un itinerario que comienza en el Museo de América, museo que repasa la sociedad, las costumbres, la religión y la realidad de dicho continente. Para dicho fin, se vale de multitud de piezas que revisan su historia desde la época prehispánica.

Tras la visita a este edificio, toca salir al exterior, concretamente al Parque del Oeste. En este espacio verde, uno de los parques más grandes de la ciudad, se reparten, entre otros atractivos, una serie de esculturas de personajes ilustres hispanoamericanos. Simón Bolívar, Sor Juana Inés de la Cruz o Hernán Cortés son algunas de las estatuas que el visitante podrá encontrar a su paso. La ruta finaliza en el restaurante peruano La Morocha con la intención de acercar a los visitantes otro aspecto esencial de la cultura latinoamericana: la comida.

La segunda de las rutas americanas de Madrid: un paseo por un parque que desemboca en el mar

monumento Cuba Retiro
Monumento a la República de Cuba del Retiro. | Shuttestock

La búsqueda de las huellas americanas en Madrid nos llevará hasta el segundo itinerario, que se extiende hasta un total de cinco horas. En este caso, la visita comienza en un exterior, el Retiro, y acaba en un interior, el Museo Naval. Tampoco faltará la comida, que en esta ocasión contará con una degustación de gastronomía tradicional en el restaurante peruano El Tamalito entre la visita al Retiro y el museo.

“¿Qué tiene que ver El Retiro con la historia hispanoamérica?”, puede preguntarse el lector. Pues bien, hablamos de un parque que, al igual que el del Oeste, está plagado de monumentos en honor a este legado. Algunos ejemplos son el monumento a Cuba, el busto de Pedro Vargas Mata (un cantante y actor mexicano muy famoso) o el monumento a Andrés Eloy Blanco (abogado, poeta y político venezolano). Pero no acaba aquí la vinculación del parque más famoso de Madrid con las Américas. El Retiro está plagado de especies venidas de dicho continente, como el liquidámbar, el huingán o la arizónica.

Museo Naval
Gran escalinata del Museo Naval. | Shutterstock

Además, la visita al Retiro pasa por la emblemática Casa de Fieras, primer parque zoológico de Madrid. Durante su funcionamiento entre 1774 y 1972, este lugar acogió a gran variedad de especies, la mayoría provenientes de Iberoamérica. Por su parte, el jardín de La Rosaleda, al estilo de los jardines franceses del siglo XX, también ubicado en el Retiro, se erigió en 1954 como símbolo del hermanamiento entre Madrid y Ciudad de México.

La segunda de las rutas americanas de Madrid finaliza, como ya hemos señalado, en el Museo Naval, el cual repasa la historia marítima de España entre la conocida como Era de los Descubrimientos y el siglo XIX. En su interior el visitante podrá ver instrumentos náuticos, modelos de buques u objetos tan trascendentales como el Mapa de Juan de la Cosa, primera representación de América que se conserva.

Un tercer itinerario: una mirada a las costumbres de los pueblos sudamericanos que termina en el Jardín Botánico

invernadero jardín botánico
Uno de los invernaderos del Jardín Botánico. | Shutterstock

La tercera y última de las rutas americanas de Madrid, cuya duración es de cuatro horas, combina la visita al Museo Nacional de Antropología con el paso por el Real Jardín Botánico. El viaje acaba una vez más comiendo. Esta vez en el bar argentino La Yapa, ubicado en el mercado de Antón Martín.

La visita al Museo Nacional Antropológico, primer museo antropológico de España, se centra en su segunda planta, dedicada a las culturas de América. En esta planta en concreto el museo explora las costumbres y comportamientos de diferentes culturas de países sudamericanos a través de objetos y restos humanos.

El Real Jardín Botánico, por su parte, desempeña un papel de cierta importancia en la relación entre ambos continentes. Esto es debido a que, entre los siglos XVIII y XIX, el jardín se convirtió en receptor de los envíos que las expediciones científicas españolas hacían desde América. De entre sus 5000 especies venidas de diferentes partes del mundo, muchas proceden de Sudamérica y Centroamérica, destacándose, a este respecto, espacios del jardín como el invernadero Santiago Castroviejo o el invernadero de Graells.

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