Ubicada en la emblemática Costa Brava, Lloret de Mar se ha convertido en uno de los lugares más turísticos de la costa catalana. No es de extrañar, puesto que su ubicación privilegiada hace que se pueda disfrutar de numerosos planes de turismo. Desde un buen chapuzón en las aguas cristalinas de sus calas hasta un recorrido para descubrir su patrimonio modernista.
Es un destino que se transforma según la temporada. En verano el ambiente es de lo más animado, repleto de vida nocturna y con miles de turistas. Sin embargo, en otras estaciones del año se puede disfrutar de sus playas casi en solitario y recorrer tranquilamente su casco antiguo. Lo que está claro es que cualquier época es buena para visitar Lloret del Mar, una de las poblaciones más bonitas de Catalunya.
Naturaleza y playas preciosas en Lloret de Mar
Su excelente ubicación hace que el plan por excelencia de Lloret del Mar sea disfrutar de sus recónditas calas y de su encantador entorno natural. Es el lugar perfecto para practicar todo tipo de actividades de turismo activo, desde esnórquel para descubrir el fondo marino de sus playas hasta algunas populares rutas de senderismo.
Entre sus calas más bonitas destaca Sa Caleta, a pies del castell d´en Plaja y llena de barcas de pescadores. Sin duda, una de las postales más bonitas y considerada una de las mejores de la localidad. La cala de Sa Boadella es una de las más encantadoras; rodeada de pinos y alejada del turismo masivo, cuenta con chiringuito y una zona nudista.
La playa de Santa Cristina destaca por su ambiente familiar y está rodeada de rocas que protegen del oleaje y de pinos para encontrar algo de sombra. Lo mejor es que alberga la ermita de Santa Cristina, patrona de Lloret de Mar, con un altar mayor de mármol asombroso.
Los jardines de Santa Clotilde ofrecen un buen entorno de paseo. Tanto que están reconocidos entre los mejores jardines históricos de tipo mediterráneo de Europa. Este jardín romántico es de inspiración italiana y está repleto de esculturas de estilo clásico. así como bustos. Todo ello sobre un vertiginoso acantilado que ofrece unas vistas espectaculares del mar y la Costa Brava.
Uno de los mejores planes que hacer en Girona, bastante popular entre los amantes del senderismo, es pasear por algunos de los Caminos de Ronda, antiguas vías de comunicación y defensa de las ciudades costeras. Y lo mejor de todo: terminan en alguna de las muchas calas de la zona. Por lo tanto, combinan naturaleza con un buen chapuzón al final del recorrido. Es posible escoger entre dos opciones: la que comienza en Sa Caleta, que bordea el castillo y termina en la rocosa cala dels Frares, y la que sale de la playa de Lloret del Mar hasta la Cala Banys.
Recorrido por el modernismo en Lloret de Mar
El modernismo es todo un referente en Barcelona, pero en Lloret de Mar también es posible descubrir otros referentes de este estilo. El cementerio modernista es uno de los más representativos, ya que durante finales del siglo XIX este estilo tuvo una gran influencia en la arquitectura. Gaudí y algunos de sus discípulos contribuyeron a crear muchas de las obras de este museo al aire libre, desde mausoleos hasta hipogeos.
La iglesia de Sant Romà,del siglo XVI, es uno de los lugares con referencias al modernismo de obligada visita en Lloret de Mar. Es un edificio emblemático que destaca por los coloridos mosaicos de su exterior, tanto en el tejado como en sus torretas. Sin embargo, tiene un interior austero y sencillo con un estilo gótico catalán, donde destaca el altar mayor y la capilla del Santísimo Sacramento.
Uno de los puntos imprescindibles que ver es el santuario Sant Pere del Bosc, en sus orígenes hogar de los monjes benedictinos. En 1860 fue propiedad de un rico indiano llamado Nicolau Font, que encargó a Puig i Cadafalch, un afamado arquitecto modernista, la construcción de la cruz de su torre y la capilla de la Mare de Déu de Gràcia.
Vibrante cultura en Lloret de Mar
Lloret de Mar no solo destaca por sus playas y paraísos naturales, sino también por su impresionante cultura con un gran legado indiano. Tanto es así que, cada mes de junio, se celebra la Feria de los Americanos en recuerdo a los vecinos que se fueron a las Américas durante el siglo XIX.
Muchos de los que consiguieron hacer fortuna contribuyeron en la transformación urbanística de la ciudad con mansiones y edificios construidos por los mejores arquitectos de la época. Es posible contemplar este legado indiano en numerosos lugares, como la Casa Garriga, el Ayuntamiento, la Casa de Nicolau Font i Maig o el Paseo de Jacint Verdaguer.
Una visita cultural y de lo más interesante es el Museo del Mar, ubicado en la casa indiana de Can Garriga y con una gran importancia histórica. Este museo muestra la fuerte relación que ha tenido el pueblo con el mar a lo largo de los años desde el siglo XIX.
En Lloret de Mar destacan la gran variada oferta de restauración para degustar los platos típicos de la zona y la vibrante vida nocturna de la ciudad, tanto en la zona del paseo marítimo como en el centro.
