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¿Te imaginas entrar en una cueva y encontrarte con una preciosa playa turquesa en su interior? Pues eso es lo que esconde la Cova del Llop Marí, una de las diversas maravillas naturales de un lugar único como el Delta del Ebro.
Se trata de una cueva costera con una pequeña playa de arena negra y rocosa, donde el agua adquiere un color turquesa hechizante gracias al contraste que se produce entre la luz y la oscuridad. Un lugar mágico que sorprende tanto por su ubicación como por sus características.
La leyenda de la Cova del Llop Marí
Esta cueva marina, cuyo significado en castellano es «Cueva del Lobo Marino» en referencia a que allí se refugiaba antiguamente un animal de esta especie, está situada en el municipio de L’Hospitalet de l’Infant, en la provincia de Tarragona.
Cuenta la leyenda que el lobo marino, un animal fantástico creado por el Dios Neptuno, atacaba a los piratas que se acercaban a la costa tarraconense, de forma que protegía a los pescadores y otros habitantes del lugar. Si bien se da por hecho que hace mucho tiempo que desapareció, hay quien dice haberlo visto por la zona.
El lugar, que no se debe confundir con otra cavidad del mismo nombre en Jávea, tiene unos 50 metros de profundidad y sobre 15 metros de altura, y en su interior se formó una playa natural por la erosión del mar. La entrada cuenta con un arco natural de unos 10 metros de ancho por unos 8 metros de alto que permite el paso de la luz y crea un efecto espectacular sobre el agua.
Cómo acceder a esta playa escondida
La única forma de conocer este recóndito enclave del Mediterráneo es por mar. Debido a sus pequeñas dimensiones, el acceso debe realizarse en kayak o padel surf, preferiblemente en compañía de un guía turístico acreditado y con algún elemento de seguridad como un chaleco salvavidas. Existen diferentes empresas en la Costa Dorada que organizan excursiones desde calas cercanas.
Otra opción para visitar la Cova del Llop Marí es haciendo submarinismo o a nado. En ambos casos, es muy aconsejable tener un buen nivel técnico y físico para evitar disgustos con las corrientes marinas y la meteorología. En el caso de la natación, la mejor forma y la más corta es desde la Playa del Torn, que se encuentra a unos 100 metros y dispone de un parking donde dejar los vehículos.
Información útil para visitar la Cova del Llop Marí
Para proteger su magnífico valor natural, el acceso ha sido restringido por el Ayuntamiento de L’Hospitalet de l’Infant. El aforo se ha limitado a 10 personas y es necesario realizar una reserva el día previo (no es posible hacerlo para el mismo día).
La duración de la visita también ha sido limitada a un máximo de 30 minutos y, transcurrido ese tiempo, hay que abandonar el interior para dar paso al siguiente turno de visitantes. Es necesario entregar la confirmación a un vigilante en la playa y se recomienda llegar con antelación, por lo que se puede esperar turno disfrutando de un día de playa.
Debido a sus condiciones, es uno de los muchos lugares de la costa española ideales para los amantes del snorkel y que no tienen nada que envidiar al Caribe. Dentro de la cueva se puede observar la inmensidad del mar desde su reducida entrada rocosa y deleitarse con el juego de luces que forman la comunión entre el sol, la piedra y el agua.
La playa interior tiene una arena negra y rocosa muy peculiar que recuerda a la de Teixidelo y llama aún más la atención en comparación con la claridad del color del agua. Sin duda, un lugar tranquilo donde relajarse un rato después de llegar remando o nadando.
También hay una galería de unos 18 metros de largo que va perdiendo altura según se camina hacia dentro y que recuerda a cualquiera de las cuevas que puedes encontrar en las zonas montañosas de España.
Qué ver en los alrededores de la Cova del Llop Marí
Dado que la visita a este enclave apenas dura media hora, una buena idea sería organizar una jornada de turismo para conocer esta atractiva zona de costa, acantilados y pinares. Por ejemplo, existen algunos arenales de gran belleza como Cala Bea, Cala Justell o la Playa de l´Almadrava. También se pueden visitar pueblos con mucho encanto como L’Ametlla de Mar, famoso por su cerámica además de por sus playas.
La provincia de Tarragona alberga multitud de opciones turísticas, por lo que, si además de playa se buscan otras opciones, siempre está la posibilidad de acercarse a conocer la ciudad de Tarragona, con sus ruinas romanas y Necrópolis Paleocristianas, además de pasar el día en PortAventura, un parque de atracciones perfecto para ir con niños.
Los amantes del turismo activo lo tienen también muy fácil, ya que hay un buen número de opciones como hacer senderismo por parajes como La Porrassa, Els Corralets, la Mola Nadell, practicar mountain bike o disfrutar de deportes náuticos como windsurf. En cualquiera de los casos existen empresas especializadas repartidas por todo el territorio.
