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En un increíble paraje natural de Salamanca se encuentra una de las cascadas más llamativas de Europa, un impresionante torrente de agua conocido como el ‘Niágara español’. Y es que, cuando está en pleno rendimiento, se asemeja a una auténtica catarata.
La cascada del Pozo de los Humos se ubica a unos 90 kilómetros de la ciudad de Salamanca, muy cerca de la frontera con Portugal. Concretamente, en el Parque Natural de Arribes del Duero, un lugar que comparte con el país vecino y también con la provincia de Zamora.
Se trata de una espectacular caída de 50 metros que se nutre de las aguas del Río Uces en su camino hacia el Duero y que pone límite a los términos municipales de Mansueco y Pereña de la Ribera.
El fenómeno natural que le brinda su nombre
Salvando un importante desnivel de terreno, el agua del Río Uces se precipita al vacío dando lugar a esta cascada de curioso nombre. La fuerza con la que el agua cae provoca un fenómeno único del que precisamente viene su nombre y lo justifica. Cuando el agua cae en la alberca se forma una densa cortina de agua pulverizada o nube de vapor que se mantiene flotando en el ambiente y que genera una peculiar atmósfera, una especie de humo o neblina muy característica.
Sin embargo, este fenómeno solo se puede divisar cuando el río lleva mucho caudal, normalmente en épocas de deshielo y en periodos de lluvias intensas. Por eso, la mejor temporada para visitar esta imponente cascada es durante la época de lluvias, desde finales de noviembre a mayo, cuando el Río Uces crece más que nunca y el salto de agua está en su mejor momento.
No obstante, no solo la denominación de esta cascada lleva consigo un llamativo significado. En realidad, en este enclave encontramos dos cascadas debido a que, en la parte más alta, un saliente de roca provoca que el río se divida dando lugar a dos torrentes.
Si bien la más importante es el Pozo de los Humos, junto a ella se encuentra el Pozo de las Vacas, una cascada producida por la bifurcación del Uces que corre encajonada entre dos paredes de roca. Se dice que su nombre proviene de la caída de un carro tirado por vacas que se despeñó por ese lugar y que nunca llegó al molino hacia el que se dirigía.
Cómo ver el ‘Niágara español’
Acercarse a este maravilloso entorno es sinónimo de un apacible paseo por la zona gracias a las rutas de senderismo que ofrece el enclave natural. Y aunque siempre hay que ir con cuidado, son recomendables para todos los públicos. En concreto, hay dos rutas principales. Para tomar cualquiera de ellas, lo mejor es ir a los respectivos pueblos de las que parten y seguir las señales que indican cómo llegar a la cascada del Pozo de los Humos.
Ruta desde Mansueco al Pozo de los Humos
El camino más clásico nace en Mansueco y se conoce como la Senda de Roblea. Se trata de una ruta con un recorrido de unos dos kilómetros y medio que llega hasta unas pasarelas ancladas en las rocas que permiten ver la cascada desde arriba. Unos miradores algo diferentes que posibilitan ver el Pozo de los Humos desde una perspectiva idílica.
Este camino también es conocido por el nombre de la Senda de Unamuno, y lo cierto es que el famoso autor ya dejó constancia de su asombro por este lugar. Un texto de 1898 firmado por Miguel de Unamuno y publicado en la revista Ecos literarios decía así: «¡Enorme fuerza la que, sin aparato alguno, con la sencillez del coloso, despliega! … Es una de las más hermosas caídas de agua que pueden verse entre aquellos tajos adustos».
Camino para ver el Pozo de los Humos desde Pereña de Ribera
Otra de las opciones para contemplar esta maravilla natural es la ruta desde Pereña de la Ribera, una pequeña ruta que nos lleva al extremo opuesto. Parte de Pereña y se dirige a una zona de aparcamiento que se sitúa a un par de kilómetros de la cascada. Se puede realizar caminando, pero lo más común es hacerlo en coche hasta ese punto.
A lo largo del camino se pueden encontrar varios miradores que ofrecen una vista panorámica de la cascada y sus alrededores. Aunque la cascada esté más alejada, gracias a esta senda se consigue una visión más completa del lugar.
Qué ver en los alrededores del Pozo de los Humos
Además de visitar los pueblos de Mansueco y Pereña de la Ribera, uno de municipios recomendables cerca de allí es el pueblo zamorano de Fermoselle, donde, además de sus preciosas callejuelas, los distintos miradores con los que cuenta son de obligada visita por las vistas panorámicas que ofrecen del entorno natural.
No obstante, por lo que es también muy conocido Fermoselle es por ser el ‘pueblo de las 1000 bodegas’. Cuenta con multitud de bodegas subterráneas creadas hace cientos de años para resguardar el vino de las inclemencias del clima. Ahora pueden visitarse y son un verdadero deleite para los amantes de los vinos.
