La villa, en asturiano Cuideiru, destaca por sus estrechas y empinadas calles que van a dar al puerto. El pueblo adquiere sentido al observar su escalonado caserío marinero conformado como curioso anfiteatro. Antiguamente, junto al desordenado maremágnum de casas, se podían ver les barques de pesca. Estas se situaban habitualmente frente a los portales. Ahora, los chigres (sidrerías) y los restaurantes dan vida a la localidad.
El principal monumento que ver en Cudillero es la Iglesia Parroquial de San Pedro (S. XVI). Se trata de un templo de grandes dimensiones, costeado por apenas el centenar y medio de vecinos que habitaban el puerto. En su interior destaca la imagen barroca de “San Francisco de Asís”, atribuida a Antonio Borja.
Sin embargo, el edificio religioso más antiguo es la recientemente recuperada Capilla del Humilladero. El origen de este templo se remonta al siglo XIII, aunque hoy se muestra muy transformada. La cultura marinera tiene un espacio propio en el Aula Didáctica Los Pixuetos y la Mar. Se halla instalada en la antigua rula (lonja), explica la relación de sus habitantes con la mar.
Otro templo que ver en Cudillero es la Iglesia de San Martin de Luiña (S. XVIII). Esta construcción de tres naves se caracteriza por su torre cuadrada. A 8 km de la capital del concejo está la Iglesia Parroquial de Santa María de Soto Luiña (siglo XVII), cuyo retablo mayor es barroco.
Apenas a kilómetro y medio de la villa se encuentra la Quinta de los Selgas. Esta auténtica mansión palaciega resulta del máximo interés. Queda emplazada en la pequeña localidad de El Pito, a pie del Camino del Norte, y es gestionada por una fundación. Fue concebida en 1883 por Fortunato de Selgas, estudioso de la arquitectura prerrománica. Asimismo, le rodean unos extensos jardines realzados por estatuas y estanques.
En el interior de la Quinta de los Selgas hay una biblioteca, numerosos muebles y obras de arte. Destaca la obra Aníbal vencedor que por primera vez mira Italia desde los Alpes (1771). Fue redescubierta como primer trabajo conocido de Francisco de Goya.
Asimismo, en la colección de este lugar que ver en Cudillero y alrededores existe un extraordinario conjunto de tapices. También un buen número de porcelanas y refinados objetos que ornamentan salones y alcobas. Se conserva además una pequeña Asunción de la Virgen atribuida a El Greco. Por último, diverso material y mobiliario docente y mobiliario constituye el Museo Escolar.
Este concejo presenta parajes de gran valor etnográfico como el Valle de Faedo. Además, hay arenales renombrados como la Concha Artedo. También la Ballota y su playa, población que da nombre a un gran puente con una luz de 190 metros.
Se trata de un contorno litoral incluido en el Paisaje Protegido de la Costa Occidental. Cuenta con parajes de gran belleza como el Cabo Vidío, rodeado de playas naturales y estuarios. También destaca la Turbera de las Dueñas. Esta es la charca más extensa de Asturias.
La personalidad de los pixuetos se refleja fielmente en sus fiestas. Bailan danzas como el perlindango, cuyo nombre proviene de un mandil que usaban las mujeres antaño. Otros bailes comunes a toda la costa son el Descasao, el Sortripao, las Giraldillas, y la Danza Prima.
Finalmente, cabe reseñar que la localidad forma parte de la red de Villas Marineras que se extiende por otras comunidades norteñas. Esta agrupa a las también asturianas Ribadesella y Llanes; a las gallegas Baiona, Sanxenxo, Ortigueira y Viveiro y a las cántabras San Vicente de la Barquera, Santoña y Laredo.
Una vez disfrutado lo mejor que ver en Cudillero, anímate a conocer el resto de la provincia de Asturias y su turismo activo.