La rica historia local merece ser conocida antes de pasar a lo que ver en Teba. Así, esta tiene en sus alrededores numerosos yacimientos prehistóricos. Destacan los de la cueva de las Palomas, la sima del silex, la necrópolis de La Lentejuela o el cerro de la horca. Más tarde, hubo poblados íberos en el cerro del Almendro y en Los Castillejos. A partir del siglo II a.de C. el lugar se fue romanizando.
Del periodo romano existen los yacimientos de villaes, grandes propiedades agropecuarias, de Casilla Vallejo y Tesorillo. Desde entonces se plantaron grandes extensiones de cereales y olivar en sus colinas. Dicha actividad se ha perpetuado y a día de hoy sigue siendo un motor económico local.
Desde el 711 Teba fue una de las principales poblaciones de la cora de Takoronna/Ronda, llevando el nombre de Atiba. Mientras tanto, finalizando el siglo IX sería una de las plazas fuertes que se incorporan a la sublevación de Ben Hafsun. Como parte de tal conjunto, durante décadas se mantuvo independiente del emirato cordobés. Debido a la inestabilidad del territorio, a finales del siglo XII los almohades erigieron una espectacular fortaleza. El hoy denominado Castillo de la Estrella contaba con 18 torres y 25.000 metros cuadrados de superficie. Ya como parte del Reino de Granada, formó parte del cinturón de fortalezas que la defendían de las incursiones cristianas.
En agosto de 1330 se produjo la conocida Batalla de Teba. Con la victoria en la mano gracias a la gran actuación del ejército de Alfonso XI, los musulmanes se retiraron. Sir James Douglas, que estaba de camino a Tierra Santa para dejar allí el corazón del rey escocés Robert the Bruce, decidió perseguir al enemigo. Sin embargo, se separó del grupo y cayó en una emboscada. Sin escapatoria, lanzó la reliquia al aire para no cederla al rival. Se cuenta que el cadáver de Douglas y el relicario fueron hallados juntos. Tras enterarse de ello, Muhammed IV los devolvió con honores al rey castellano para que reposaran en su tierra de origen.
El día 19 de febrero del año siguiente en el Castillo de la Estrella se firmó la Paz de Teba entre los reyes de Castilla, Aragón y de Granada. El Mariscal de Castilla, Juan Ramírez de Guzmán, logró el recién creado Señorío de Teba. Más tarde, a resultas de la fidelidad de los Guzmán al Emperador Carlos I durante la Guerra de las Comunidades, el título ascendió al de Conde.
Eugenia de Montijo, miembro de la estirpe Guzmán, vivió en Teba y se casó en 1853 con Napoleón III. De este modo pasó a ser Emperatriz de Francia. A pesar de la vinculación monárquica, durante el siglo XIX los jornaleros de Teba se significaron por su organización y activismo. Fue por ello uno de los pueblos más sindicalizados.
En octubre 1934 unos 300 vecinos asaltaron el cuartel de la Guardia Civil. Tras tomar el control del pueblo, proclamando la revolución. Como consecuencia, 102 vecinos fueron procesados. Por otro lado, durante la Guerra Civil hubo una dura represión. Durante los primeros años de la dictadura franquista la zona fue famosa por la actividad de los maquis.
A continuación, lo mejor que ver en Teba.