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La gripe española, una pandemia no española

Gripe española

El 2 de noviembre de 1918 The New York Times publicó una noticia sobre una misteriosa enfermedad que parecía ser algún tipo de gripe. Provenía, según señalaban, de España. Este fue el origen del mito de la gripe española, una pandemia que, sin embargo, no empezó en la península ibérica. De hecho, la teoría más extendida acerca de su origen lo sitúa justamente en Estados Unidos.

De Kansas a Europa

El mundo entero, especialmente Europa, se hallaba inmerso en la Primera Guerra Mundial cuando un arma más letal que los tanques y las bombas hizo acto de presencia. “Los más de 50 millones de muertes que causó [la gripe] en pocos meses fueron cerca de tres veces más que las resultantes de la Primera Guerra Mundial”, señala la autora de La gripe española: la pandemia de 1918-1919, Beatriz Echeverri Dávila, en su artículo El centenario de la gripe española: un estado de la cuestión.

Cementerio Svalbard
Un cementerio de víctimas de la gripe de 1918 en la isla noruega de Svalbard. | Shutterstock

Aunque algunas hipótesis apuntan el surgimiento de la enfermedad en China y otras en Francia o India (ninguna en España), la opinión más compartida es la de que la gripe de 1918 apareció por primera vez en Haskell, un pueblo estadounidense perteneciente al Estado de Kansas. “En febrero de 1918 un médico de Haskell County, Kansas, observó un brote de gripe más severo de lo normal entre sus pacientes […] los mismos que se preparaban para alistarse para para luchar en los campos de muerte europeos”, apunta Echeverri en su escrito.

Por aquel entonces Estados Unidos llevaba ya un año participando en la contienda que enfrentaba a Alemania y el Imperio Austrohúngaro contra la Triple Entente: Francia, Gran Bretaña y Rusia (aunque se fueron uniendo más países). El país norteamericano luchaba del lado de estos últimos, a los que enviaba tropas que solían desembarcar en la costa francesa. Mientras tanto, los casos de aquella extraña gripe se fueron extendiendo por uno y otro campamento hasta llegar a la costa este.

Echevarri asegura que “el gran número de enfermos entre los soldados no impidió que se prosiguiera con el envío masivo de tropas, difundiendo así el virus primero a las bases militares y a los campos de batalla de Europa, y posteriormente, a la población civil”. De esta forma, y según esta teoría, el virus llegó a suelo europeo procedente del otro lado del Atlántico, desde donde se extendió al resto del mundo.

Una injusticia histórica

Enfermos de gripe española
Sala de la gripe del Hospital Walter Reed durante la epidemia de gripe española de 1918-19, en Washington DC. | Shutterstock

Pero, aún queda tratar la cuestión central que le atañe a este artículo: ¿Por qué una de las pandemias más mortíferas de la historia pasó a ser conocida como gripe española si su origen nada tiene que ver con España? Como se ha dicho, Europa estaba inmersa en la Gran Guerra. Los países afectados por la pandemia, casi toda Europa, no querían extender la noticia de que tenían un enemigo interno. Beatriz Echeverri indica que “esta primera ola epidémica causó trastornos muy importantes en la vida laboral de los países y en las estrategias militares de la Primera Guerra Mundial”. Y estos trastornos, claro, eran puntos débiles que no se querían desvelar ante el contrincante.

Así, cuando la pandemia llegó a España entre mayo y junio de 1918, la mayoría de los medios habían ocultado la noticia. Pero España era neutral y allí el suceso corrió como la pólvora por toda la prensa nacional. Todo lo demás es historia. El resto del mundo se hizo eco de la noticia como si España hubiera sido el epicentro de la misma. No hace falta decir que el nombre que terminó por asumir esta enfermedad, es nada menos que una injusticia que se perpetuó en el tiempo e, incluso, llega hasta la actualidad.