Debido a su situación costera, en la gastronomía de Playa Blanca prevalecen las materias primas relacionadas con el mar.
Disfruta en Playa Blanca de las especialidades capturadas en roca, como la morena, servida generalmente frita. No te pierdas los sabores más tradicionales de la isla, entre los que destacan el sancocho (la sopa canaria por excelencia), el rancho canario, el potaje de lentejas y las papas arrugadas.
Pero no sólo del mar vive esta localidad y los amantes de la carne no podéis perder la oportunidad de degustar platos hechos a base de cabrito.
Riega esta experiencia gastronómica con el delicioso Vino de Malvasía que posee la D.O. de Lanzarote, muy popular en Europa hace siglos gracias a sus características; un vino blanco, dulce con un olor potente y una alta graduación en alcohol.
También su atractivo turístico de sol y playa la convierte en una zona donde se encuentra una gran oferta gastronómica de productos locales e internacionales. Entre los dulces, lo más representativo son las llamadas truchas de batata, así como el cabello de ángel y las tortitas de yema.