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El capítulo final de Vivir en un pueblo, una aventura realizada de la mano del Proyecto Vivienda de Fotocasa, tiene lugar en la provincia de Cáceres. Acehúche nos recibe con los brazos abiertos entre casas blancas y campos rasos, con sus tradiciones legendarias y productos artesanales. Acompáñanos en este breve paseo por un rincón de Extremadura que tiene mucho que ofrecer.
Si Acehúche se tradujese en un sabor, probablemente sería el de su famoso queso de cabra, que tiene una Denominación de Origen Protegida. También el de sus embutidos, de los que sus habitantes hablan con orgullo. Pero si algo caracteriza a este pueblo extremeño, son sin duda las Carantoñas, una tradición muy llamativa en honor a su patrón que ha sido reconocida como Fiesta de Interés Turístico Nacional. Estos elementos que marcan la personalidad de Acehúche pueden comprenderse más a fondo en el Centro de Interpretación del Queso de Cabra y las Carantoñas.
No obstante, la vida en Acehúche va más allá de sus productos típicos y celebraciones. Al conversar con las personas que habitan sus calles, descubrimos que es un lugar que se adapta a las necesidades de diferentes generaciones. Según nos dicen, es el lugar ideal para vivir con niños, puesto que pueden jugar libremente por el pueblo y tienen servicios de ludoteca, un polideportivo, piscina… En un entorno en el que sobran las rutas de senderismo, hay huertas y animales por doquier y nunca faltan actividades en las que participar, aburrirse es simplemente una elección.
De Mariví aprendemos que hay quienes nacieron en el pueblo y no han querido irse, porque siempre encontraron en él todo cuanto desearon. Por su parte, Raquel y Laura nos demuestran que, aunque no tengas tus raíces en Acehúche, es una tierra propicia para plantar nuevas semillas y crecer al ritmo del entorno rural. La tranquilidad, la libertad y la calidad de vida son algunas de las mejores cualidades de este lugar que, una vez más, pone de manifiesto que en los pueblos se puede vivir muy bien.