Hay que destacar el elevado nivel de tocoferoles presentes en el aceite, que junto a la vitamina E, son especialmente indicados por su efecto antioxidante.
Este aceite de oliva virgen extra se obtiene a partir de una mezcla muy variada de diferentes tipos de aceituna que en su mayoría son autóctonas de la Comunidad Valenciana, Manzanilla o Villalonga, Blanqueta, Farga, Serrana de Espadán, Morruda, Cornicabra, Alfafara, Changlot Real, Rojal, Canetera, Nana, Cuquillo, Sollana, Callosina, Llumeta, Millarenca y Borriolenca.
La variedad Blanqueta es la segunda en importancia en la Comunidad Valenciana. Proporciona un aceite apreciado en su zona de cultivo, destacado amargo y frutado intenso, pero con el inconveniente de su muy baja estabilidad y bajo contenido en acido oleico.
Changlot Real, es una variedad autóctona de origen desconocido, su cultivo mayoritario se encuentra en Vinalopó (Alicante) aunque también está presente en Valencia, Córdoba y Jaén. Proporciona un aceite frutado intenso, acompañado de amargo y picante de intensidad media.
La variedad Manzanilla o Villalonga originaria del sur de Valencia, es las más extendida por toda la comunidad y la más internacional de nuestras variedades autóctonas. Tiene una doble aptitud, para aderezo y sobre todo para aceite, siendo este de buena calidad y algo dulce.
La variedad Serrana de Espadán es originaria del sur de Castellón, se distribuye principalmente en el norte de Valencia y sur de Castellón, y en menor medida en el resto de la provincia de Castellón. Recibe el nombre de la sierra, en cuyas estribaciones se ubica una buena parte de su cultivo. Produce aceite de excelente calidad, muy cotizado en el mercado.
Muchas otras variedades son utilizadas para la producción del aceite de la Comunidad Valenciana y en esta variedad tan extensa es dónde está el secreto de este aceite, acompañado de sus cualidades únicas.