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El curioso encanto de la ‘pequeña Sagrada Familia’

Pequeña Sagrada Familia de Alicante

A cuatro kilómetros del municipio de Novelda se encuentra el impresionante Santuario de Santa María Magdalena. Un lugar de gran belleza arquitectónica y uno de los grandes monumentos religiosos de la provincia de Alicante, en la Comunidad Valenciana. Sus particulares formas han hecho que se compare con la gran obra de Gaudí en Barcelona, por lo que hay quien se refiere al templo como la ‘Sagrada Familia de Alicante’.

Los secretos de la ‘pequeña Sagrada Familia’ de Alicante

Vistas del Santuario de Santa Maria Magdalena
Vistas del Santuario de Santa Maria Magdalena. | Shutterstock

Es una de las máximas expresiones de la corriente modernista valenciana. No en vano, está inscrito en la Ruta Europea del Modernismo. Posee una peculiar morfología en forma de jarro que encierra connotaciones bíblicas y simbólicas, pues fue tal objeto el que María Magdalena ofreció a Jesús de Nazaret.

El santuario forma parte de un conjunto de monumentos situados en el cerro de la Mola, cuyas dos torres externas, de carácter medieval, guardan hoy grandes necesidades de restauración. Todo el recinto monumental es un caramelo para los amantes de la historia del arte y de los tiempos pasados. Un lugar, además, para sacar a pasear la cámara de fotos.

Una historia ligada al auge socioeconómico de Novelda

La 'pequeña Sagrada Familia'
La ‘pequeña Sagrada Familia’. | Shutterstock

Su construcción se inició en el año 1918, una época en la que Novelda lucía próspera gracias al empuje de su burguesía. Al tiempo, el fervor religioso iba creciendo. Pero llegó la Guerra Civil y los problemas económicos se sucedieron. De este modo se produjeron repentinos parones en su construcción. Tras ponerse en marcha diversos actos para conseguir financiación, logró terminarse en 1946. Fueron necesarias, en total, tres fases diferentes en prácticamente treinta años de obras.

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Pasillo entre bancos de madera que conduce al órgano de tubos en el interior del Santuario de Santa María Magdalena
Pasillo entre bancos de madera que conduce al órgano de tubos. | Shutterstock

Muchas familias de Novelda, sobre todo aristócratas, aportaron capital para terminarla. Por eso se le tiene tanto cariño a este monumento en la ciudad y se le considera como algo propio en toda la provincia. Por falta de fondos, nunca se terminó tal y como su autor quiso, y se concluyó de forma más modesta. Con todo, el resultado es apabullante.

El Santuario de Santa María Magdalena de Novelda, un referente del modernismo español

Una de las entradas al Santuario de Santa María Magdalena
Una de las entradas al Santuario de Santa María Magdalena. | Shutterstock

El ingeniero textil noveldense José Sala Sala fue el responsable de alzar el templo, para el que tuvo siempre en mente materiales autóctonos. Así, los cantos rodados son del río Vinalopó y la cerámica o los azulejos son todos procedentes de la provincia de Alicante. La mayoría de la piedra que se utilizó vino de las canteras de la sierra de la Mola. Se puede decir que el templo representa muy bien a toda la comarca.

Es un santuario de estilo modernista, producto de la influencia que tuvo en José Sala Sala el periodo en el que vivió en Catalunya, cuando cursó sus estudios. Hay que recordar que el ingeniero procedía de una familia acomodada que lo envió a estudiar a Terrasa. Allí quedó fascinado por la obra de Dalí y Gaudí.

El santuario recuerda en un primer vistazo, sobre todo debido a las dos esbeltas torres laterales, al Templo Expiatorio de la Sagrada Familia de Gaudí, de ahí su apodo. También a otro coqueto hito modernista, el Santuario de la Mare de Deu de Montserrat, en Montferri. Respecto a su advocación, el Santuario de Santa María Magdalena se llama así porque en el camarín de la misma se ubica a la patrona de Novelda.

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Un órgano de mármol propio del libro Guinness de los récords

Vista del techo y del órgano musical en el interior del templo
Vista del techo y del órgano musical en el interior del templo. | Shutterstock

Desde finales del siglo XX en su interior se está construyendo el primer órgano monumental de piedra de la historia. Sin duda, un proyecto extraño. Cabe destacar que la industria principal en Novelda es el mármol y que se decidió construir algo muy característico de allí. El instrumento tendrá once metros de alto por seis de ancho. Se contabilizarán 7000 piezas, 704 de ellas flautas de mármol. Tan tremendo objeto, de 40 000 kilos de peso, es obra del artista Iván Larrea. Fue diseñado exclusivamente para su ubicación en este santuario.

El organista podrá tocar, cuando concluya su construcción, con teclas totalmente marmóreas, lo que produce un sonido potente, único y muy peculiar. La financiación del proyecto se está realizando con ayuda de particulares, empresarios locales y diferentes administraciones. Tal flujo recae en la fundación El Sonido de la Piedra. El órgano es, hoy día, patrimonio del ayuntamiento de la ciudad.

Santuario de Santa María Magdalena de Novelda
Santuario de Santa María Magdalena de Novelda. | Shutterstock

También en su interior quedan una serie de cuadros que responden a pasajes de la vida de María Magdalena. Son obras artísticas realmente impresionantes y de autores importantes. Por ejemplo, el alicantino Gastón Castelló o el valenciano Castellano, muy conocidos en la zona.

El castillo que vigila al santuario

Justo a las espaldas del Santuario de Santa María Magdalena se encuentra uno de los castillos más importantes de toda Europa. Lo es por su peculiar idiosincrasia histórica. Pero, también, porque encierra en un mismo terreno dos espacios fortificados. Por un lado, una torre de construcción cristiana y, por otro, otra musulmana.

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Antiguo Castillo de la Mola
Antiguo Castillo de la Mola. | Shutterstock

Se tiene constancia de que se comenzó a levantar en el siglo XII aprovechando una fortificación romana. Así, tiene una larguísima lista de dinastías, reinos y señoríos que fueron sus propietarios. Fue declarado Monumento Histórico artístico de Interés Nacional en el año 1931. En origen, como la mayoría de estos edificios, tenían funciones militares y estratégicas.

La torre árabe, de forma cuadrada, está bastante mal conservada. Data del siglo XII y ha sufrido enormemente el paso del tiempo. Lo mismo ocurre con la triangular, cristiana y del siglo XIV. Ambas han sido objeto de numerosos estudios de rehabilitación y recuperación, así como de excavaciones con interés arqueológico. Por otro lado, en estos últimos años se han realizado obras de reparación de pilastras y bóvedas superiores de las atalayas y cubiertas del santuario. Obras necesarias, ya que se habían producido algunas fisuras fruto del deterioro.

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