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El paseo marítimo más largo del mundo

El paseo marítimo más largo del mundo

Pocos placeres hay comparables a dar un largo paseo junto al mar, con la playa a escasos metros y el sonido de las olas de fondo. Para disfrutar estas experiencias hace tiempo que los pueblos y ciudades costeros urbanizan su litoral en forma de paseo marítimo, que suele ser la estrella de las caminatas vespertinas para muchos veraneantes. Si lo tuyo son los largos paseos por la costa, te traemos el paseo marítimo más largo, no ya de España, ni de Europa, sino del mundo.

El paseo marítimo más largo del mundo, un récord canario

El paseo marítimo más largo del mundo
El paseo marítimo más largo del mundo. | Google Maps

Hasta 2016, el paseo marítimo más largo de Europa estaba en A Coruña, con sus más de 13 kilómetros junto al Atlántico. Sin embargo, la isla canaria de Lanzarote es la que presume ahora del récord, dejando al paseo gallego como el más largo de la Europa continental. Aunque su objetivo no era competir con nadie, Lanzarote decidió unir los diferentes paseos marítimos de su costa oriental, y el resultado es una maravilla, no solo por la extensión sino por lo seductor de la costa que recorre, en una isla que es por sí sola un monumento natural.

En la actualidad, después de la unión de dos fragmentos de paseo en Arrecife y de añadir otra porción en la zona de Las Caletas, el paseo marítimo de Lanzarote llega hasta la espectacular longitud de 26,63 kilómetros, que prácticamente dobla al coruñés y al de otros rivales europeos. La isla de Lanzarote siempre se ha caracterizado por el respeto al entorno natural, y este paseo ahonda en esa preocupación por el entorno. En esa línea, el paseo ofrece interesantes tramos de carril bici para recorrer la costa, así como accesos a pie o en bicicleta hasta el Aeropuerto César Manrique.

Ruta por el paseo marítimo de Lanzarote

Hacia las arenas blancas de Costa Teguise

El paseo marítimo más largo del mundo pasa por Arrecife
El paseo marítimo más largo del mundo pasa por Arrecife. | Shutterstock

En el centro mismo de este larguísimo paseo se encuentra la capital de la isla, Arrecife. Vamos a ver qué nos puede deparar el paseo si nos dirigimos hacia el extremo noreste del recorrido. La propia capital lanzaroteña abraza 4 kilómetros del paseo y ofrece un espléndido puerto, con la atractiva imagen de sus embarcaciones fondeadas. También es, naturalmente, el principal centro de servicios de la isla, pero tiene otros atractivos en la misma costa como la Playa del Reducto, que brinda fantásticas puestas de sol, o el Castillo de San Gabriel, una fortaleza de piedra del siglo XVI dotada de unos cañones que aún parecen estar atentos a la presencia de piratas.

Castillo de San Gabriel
Castillo de San Gabriel. | Shutterstock

Avanzando hacia el noreste, el paseo bordea la pequeña zona industrial de Punta de los Vientos, pero se ha buscado minimizar el impacto estético mediante el plantado de árboles, que han mejorado notablemente el entorno en ese punto. En Las Caletas encontramos ya la arena blanca y fina en la playa, pero también es una delicia recorrer en bicicleta todo este tramo y disfrutar de unos horizontes limpios que, eso sí, deparan alguna sorpresa como El Telamón, un barco de carga de 136 metros de eslora varado cerca de la Ensenada de los Mármoles desde hace décadas, que atrae muchas miradas por su aspecto de barco fantasma.

En este extremo del paseo marítimo, salpicado de parques y restaurantes, encontramos el popular destino vacacional de Costa Teguise, que ocupa por sí solo 8 kilómetros de paseo y es famoso por playas como Bastián, El Jablillo o Las Cucharas, una zona muy apreciada también por los aficionados al turismo activo y los deportes acuáticos como el windsurf. Caminar junto a las palmeras y la alineación de casitas blancas es una experiencia que cada año atrae a este punto a miles de personas.

De Arrecife a Puerto del Carmen

Puerto del Carmen marca el final o el principio del paseo marítimo más largo del mundo
Puerto del Carmen marca el final o el principio del paseo marítimo más largo del mundo. | Shutterstock

Si tomamos el paseo desde la capital en dirección suroeste, uno de los primeros puntos singulares que vas a encontrar son las Salinas de La Bufona, un paraje que nos da una idea del papel que tuvo Arrecife en el pasado en la producción y conservación de pescado. En la actualidad es una zona en que pasear o practicar deporte, pero desde el mismo paseo tiene un encanto particular, sobre todo a la hora del atardecer. Muy cerca, encontrarás dos playas de aspecto salvaje, la del Cable y la de la Concha, teñidas de tonos verdosos por la vegetación que la salpica aquí y allá. Alrededor, una vez dejada atrás la ciudad, la sensación es de una gran paz.

De pequeñas playas pasamos a grandes extensiones de arena en Playa Honda, cuya torre de socorrista permite sacar unas fotos insuperables al atardecer, o la Playa de Matagorda, una larga sucesión de arena dorada que se adentra en un paraje deshabitado. Matagorda pertenece al municipio de Tías y está junto al aeropuerto de Lanzarote, pero el ir y venir de aviones combina sorprendentemente bien con lo ancestral del entorno. Otra playa junto al aeropuerto que discurre prácticamente en paralelo a la pista es la de Guasimeta, donde puedes seguir disfrutando de esa atmósfera un poco irreal que tiene toda la isla, con algunas rocas negras repartidas por la arena y a lo lejos los conos evocadores de las colinas. Vale la pena dejar un momento el paseo para subir al Mirador del Acercamiento y embelesarse con ese horizonte único de Lanzarote.

A medida que el paseo marítimo avanza hacia la civilización encontramos algunas playas más, de las mejores de la isla, como Pocillos, o la Playa Grande de Puerto del Carmen, localidad donde acaba este recorrido sin igual. Puerto del Carmen es otra meca para surfistas, buceadores y cualquier amante del deporte acuático, famosa por la brisa que sopla de manera habitual. Además, su muelle en el casco antiguo, el Varadero, ofrece una bella imagen de barcos de pescadores. Si has llegado hasta este extremo, nada mejor que degustar los excelentes frutos del mar que da esta isla en alguno de los restaurantes de los alrededores. Si, por el contrario, comienzas aquí tu recorrido por el paseo marítimo lanzaroteño, recuerda que tienes más de 26 kilómetros por delante para disfrutar con los cinco sentidos.