fbpx

Monte Igueldo, un cóctel de vistas y atracciones vintage

monte igueldo

El Monte Igueldo se encuentra en San Sebastián, una de las ciudades más turísticas del País Vasco. Este rincón es una mezcla entre mirador, parque de atracciones y naturaleza que nadie que visite Donosti se puede perder. De hecho, es una de las tres cumbres que se pueden ver desde la bahía de La Concha, además de la Isla de Santa Clara y el Monte Urgull.

Entrar al Monte Igueldo a través de un funicular de más de 100 años de antigüedad

La visita al Monte Igueldo comienza por el funicular, que es el medio de transporte que lleva a lo más alto de la montaña. También se puede subir en coche, pero el funicular le añade emoción al momento, ya que es una subida muy vertical entre toda la vegetación de la zona.

Lo interesante de este transporte es que todavía conserva las cabinas originales de madera, que datan del año 1912, siendo el funicular más antiguo del País Vasco. Se coge en una preciosa estación ubicada en la Plaza del Funicular, donde antiguamente los donostiarras cogían el funicular para ir al casino o al salón de bailes que se encontraban en esta montaña. Sin duda, es una manera de acceder al Monte Igueldo que encantará a los más pequeños de la casa.

Funicular del Monte Igueldo
Funicular del Monte Igueldo. | Shutterstock

Además, esta estación está a muy pocos metros del Peine de Viento, uno de los monumentos más famosos de San Sebastián y que se puede aprovechar para visitar. Se trata de un conjunto de esculturas de Eduardo Chillida que se encuentra al final de la Playa de Ondarreta.

También te puede interesar  Los miradores más espectaculares de España

Las vistas más espectaculares de San Sebastián

El funicular llega hasta la entrada del parque de atracciones que aguarda en la cima, pero nada más llegar lo que deslumbra a sus visitantes son las magníficas vistas de toda la ciudad. En este mirador se pueden hacer algunas de las mejores fotos de San Sebastián, incluyendo vistas de la Playa de la Concha, la Isla de Santa Clara, la Catedral o el Puente de María Cristina.

San Sebastián vistas
Vistas desde el Monte Igueldo. | Shutterstock

De hecho, al buscar San Sebastián en Google, muchas de las imágenes que aparecen de la ciudad están realizadas desde este lugar, así como muchas de las postales que se encuentran en las tiendas de recuerdos, convirtiéndose así en una de las imágenes icónicas de Donosti. Incluso se puede subir al Torreón del Monte Igueldo para obtener unas vistas desde más arriba todavía.

Un parque de atracciones vintage

Una vez los visitantes se han hecho las fotos de rigor, llegan al Parque de Atracciones Monte Igueldo, el gran protagonista del lugar. Se trata de un parque de atracciones vintage que fue inaugurado el 25 de agosto de 1912 y cuyas 20 atracciones todavía siguen en funcionamiento. Aunque a principios del siglo XX en San Sebastián había dos parques más, Ulía y Martutene, hoy en día solo queda el del Monte Igueldo.

La construcción de este parque de atracciones comenzó con la idea del abogado Evaristo San Martín y con el trabajo del arquitecto Luis Elizalde con el diseño de la estación del funicular y el restaurante. En su momento, el Monte Igueldo también tuvo un casino, un salón de actos, un salón de baile y dos salas de cine, aunque con el paso de las décadas ha habido muchos cambios. Además, también se fueron añadiendo nuevas atracciones a lo largo de los años.

También te puede interesar  Las mejores escapadas cerca de Ourense

Entre las atracciones que más destacan en la actualidad se encuentra el Río Misterioso, una especie de rápidos con barcas para cuatro personas que desfilan a lo largo de un canal y desde las que se puede disfrutar de unas vistas espectaculares. También llama la atención la Montaña Suiza, en la que uno se siente como si estuviera volando sobre el mar Cantábrico y que es la montaña rusa de acero en funcionamiento más antigua del mundo. Asimismo, para los niños (y adultos) más valientes hay una Casa del Terror.

Parque atracciones monte igueldo
Atracción Montaña Suiza en el Monte Igueldo. | Shutterstock

En el Gran Laberinto los participantes tratan de llegar hasta el final a través de pasillos interminables, curvas imposibles y toboganes. Por otro lado, para los que simplemente quieren una experiencia tranquila y relajante, montar en las barcas del estanque puede ser una opción muy buena. Otras atracciones que disfrutarán tanto pequeños como mayores son los autos de choque, el Kosmikar, el carrusel o el Tren de Igueldo.

Y, por si fuera poco, en el Parque de Atracciones Monte Igueldo hay camas elásticas, toboganes, casetas de juego, puestos de comida y un restaurante en el que tomarse algo con unas vistas fabulosas. En definitiva, es un lugar al que dedicarle al menos varias horas para disfrutarlo al máximo. Cabe destacar también que el parque de atracciones y el funicular son Bienes de Interés Cultural en la Categoría de Conjunto Monumental desde 2014.

El antiguo faro de San Sebastián

Otro de los atractivos que se pueden visitar en el Monte Igueldo es el Torreón, que antiguamente servía como faro. A 130 metros sobre el nivel del mar, esta torre era una buena manera de guiar a los barcos en su difícil acceso al puerto. Además, al estar a tanta altura, se evitaban las nieblas, que son frecuentes en la zona.

También te puede interesar  Islas de Andalucía increíbles y llenas de historia
Torreón Monte Igueldo
Torreón del Monte Igueldo. | Shutterstock

Este Torreón tiene cinco plantas que se pueden subir cómodamente a pie por una escalera de caracol. Aunque hay un ascensor, ya está en desuso. Al llegar arriba, podemos ver una terraza almenada con las vistas de un paisaje que abarca desde el vizcaíno cabo de Matxitxako hasta Las Landas francesas. Asimismo, por el camino hasta llegar arriba se puede disfrutar de una exposición sobre los modos de vida y tradiciones de los donostiarras.

En resumen, el Monte Igueldo es un rincón imprescindible para todos aquellos que visiten Guipúzcoa, ya sea por las atracciones, las vistas, la naturaleza o la experiencia de subir a un funicular de más de un siglo de antigüedad. Además, es recomendable dedicar varias horas a la visita para hacerla lo más completa posible.