Mapa de los pueblos más curiosos de España

Si en el mapa de las localidades más bonitas lo que se quería repasar era la belleza, en este texto vamos un paso más allá para buscar los pueblos más curiosos de España. Algunos presentan particularidades geográficas, otros históricas y otros sencillamente estéticas. Son lugares que el viajero quiere visitar consciente de que, una vez allí, el asombro inicial se intensificará. Por razones naturales o bien porque la mano del hombre ha dejado huella en sus formas, este es el mapa de los pueblos más curiosos de España.

Recorremos España en busca de pueblos curiosos

Cueves (Asturias)

Para acceder a Cueves, un pueblo que pertenece al Concejo de Ribadesella, hay que atravesar una cueva. Esto ya es curioso de por sí, pero es que además la gruta en cuestión está asfaltada, lo que no implica en ningún caso que haya perdido sus características naturales. Todavía posee una flora constituida por algas, musgos o helechos, y se puede seguir disfrutando de las formaciones calcáreas propias de estos rincones. Simplemente se ha construido una carretera en su interior, posible por sus grandes dimensiones, para que el acceso a Cueves sea lo más sencillo posible. Es fácil imaginar la belleza que espera al otro lado de La Cuevona, como se llama a la puerta de entrada a la localidad. En plenas montañas asturianas, cerca del afamado río Sella, Cueves conserva una arquitectura tradicional, unas rutas de senderismo imperdible y esa sensación de pertenecer a otra dimensión.

Trasmoz (Zaragoza)

Si Trasmoz está considerado uno de los pueblos más curiosos de España es porque tiene una particularidad que ningún otro tiene: es el único pueblo excomulgado de la geografía. Oficialmente declarado maldito por la iglesia católica, parece que la disputa entre esta localidad de Zaragoza y la institución comenzó en 1255. Y fue precisamente eso: una disputa entre el abad del monasterio de Veruela y los habitantes de Trasmoz de por entonces. Un asunto relacionado con el pago de impuestos que terminó con excomunión, hecho que siglos más tarde viviría un segundo episodio. La historia de la excomunión de Trasmoz ya la contamos, en estas líneas basta con saber que es uno de los lugares más peculiares de Aragón y de toda la geografía española.

Llívia (Girona)

Para llegar a Llívia hay que seguir otro camino particular, como sucedía con Cueves. En este caso no hay que atravesar una cueva sino una frontera. En 1659, España y Francia llegaron a un acuerdo para poner fin a la Guerra de los Treinta Años: España entregaría 33 localidades de la comarca oriental de la Cerdeña para firmar la paz. Llívia, sin embargo, se quedó fuera del intercambio porque el emperador Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico la había declarado villa más de un siglo antes. Este título mayor impidió el traspaso y quedó convertida, así, en una isla española en terreno francés.

Mogarraz (Salamanca)

En la bonita sierra de Francia, en la provincia castellano-leonesa de Salamanca, se localiza este pueblo llamado Mogarraz. Por sí solo podría estar incluido en cualquier lista que pusiera el foco en la belleza, pues su entorno verde y la arquitectura serrana que inunda sus calles empedradas conquista a cualquiera. Pero es que, además, es un pueblo que ha apostado por el arte como una forma de salvaguardar la memoria colectiva. Sus edificios están poblados de los rostros de quienes fueron sus habitantes en el siglo pasado, dentro del marco de una exposición llamada Retrata2/388 que iba a ser temporal y terminó quedándose para siempre. Es uno de los más curiosos de España porque el viajero tiene siempre la sensación de estar acompañado por decenas de ojos, y es también sin duda uno de los más significativos.

Romangordo (Cáceres)

Romangordo apenas cuenta con 300 habitantes, pero quizá sus calles, en algún punto, te hagan pensar otra cosa. Porque es la clave de este pueblo de Cáceres: sus trampantojos. Pasear entre sus edificios genera una sensación de confusión grata, esa clase de desconcierto que uno siente cuando tiene ante sí una adivinanza que quiere descifrar. Es, además, una adivinanza de lo más bonita: los murales que cubren las calles de Romangordo son coloridos e impactantes. El primero de ellos se pintó en septiembre de 2015. Todos recuerdan, de una u otra manera, cómo se ha vivido siempre en esta localidad y sus alrededores. Las tradiciones, las costumbres y la historia de Romangordo son, desde hace unos años, más visibles que nunca.

Júzcar (Málaga)

Cuando, en el año 2011, Sony Pictures decidió rodar Los Pitufos 3D en el pequeño pueblo de Júzcar, sus vecinos no podían imaginar en lo que terminaría convirtiéndose. Para acoger el rodaje, todos los edificios y buena parte de las calles se tiñeron del azul característico de estos personajes de animación conocidos en todo el mundo. Los pitufos se marcharon de Júzcar, pero el pueblo se mantuvo azul. Por los derechos de autor no pueden denominarse el pueblo pitufo, pero lo cierto es que eso de “aldea azul” no ha calado tanto. En cualquier caso, sin importar cómo se le bautice, Júzcar es uno de los pueblos más curiosos de España porque es, literalmente, azul.

Porís de Candelaria (La Palma)

Las islas regalan paisajes asombrosos como el que forma Porís de Candelaria junto a las olas del océano. Si empezábamos con una cueva, parece apropiado terminar con otra, aunque en esta ocasión no hay que atravesarla sino vivir en ella. Este pueblo de La Palma se construyó al amparo de una cueva de más de 50 metros de altura que crea una postal impresionante. Las casas miran hacia el Atlántico entre acantilados de gran altura. Porís de Candelaria parece de mentira, pero puede visitarse.