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Las mejores escapadas cerca de Mérida

Las mejores escapadas cerca de Mérida

Mérida merece una vista calmada. Hay que olvidarse del reloj para descubrir cada uno de los lugares que recuerdan que esta fue una de las ciudades de la Hispania romana más florecientes. Pero ese pasado esplendoroso no es su único atractivo, porque en un radio no excesivamente amplio se pueden visitar un sinfín de maravillas a través de escapadas que no dejan a nadie indiferente.

Las dos capitales provinciales extremeñas, Cáceres y Badajoz, están a menos de una hora de viaje. Y en solo unos minutos más se llega a localidades tan renombradas como Trujillo o Guadalupe. Pero los planes desde Mérida pueden incluir otros muchos rincones, tal vez menos conocidos, pero que se disfrutan igualmente. Elegir dependerá de los gustos y del tiempo del que se disponga.

Escapadas para todos los gustos en los alrededores de Mérida

Baños con mucha historia

Embalse de Proserpina
Embalse de Proserpina. | Shutterstock

Del Embalse de Proserpina se dice que es la ‘playa de Mérida’. De hecho, está a solo 8 kilómetros de la ciudad. Es un buen escenario para una jornada al aire libre, para un baño refrescante o para recorrer el sendero que lo rodea y admirar el entorno. Pero este lugar es mucho más que un sinónimo de ocio y diversión. Esta era la presa que abastecía a la Emérita Augusta romana, la antigua Mérida, una obra de ingeniería milenaria que sigue en uso.

Las personas que quieran darse un baño y a la vez sumergirse en la historia también pueden hacerlo en otros dos rincones que no están lejos de Mérida. El primero de ellos es Alange, donde los restos de las antiguas termas romanas conviven con las instalaciones de un moderno balneario. El segundo es la Presa de Cornalvo, también de la época romana, y que cuenta con un singular dique en forma de graderío.

Parque Natural de Cornalvo, naturaleza a un paso de Mérida

Parque Natural de Cornalvo
Parque Natural de Cornalvo. | Shutterstock

La capital extremeña también tiene su pulmón verde: el Parque Natural de Cornalvo. La presa romana no es su único atractivo porque este es un espacio poblado de alcornoques y encinas de lo más encantador. Cuenta, además, con una interesante fauna en la que destacan gatos monteses, águilas, milanos o cigüeñas negras. Pero si hay un habitante especial, ese es el Abuelo, un enorme alcornoque de más de cuatrocientos años.

Cada uno de sus senderos se convierte en la promesa de una pequeña aventura. La ruta más transitada y una de las más asequibles es la que rodea el embalse, una ruta circular de algo más de 6 kilómetros. Los más aventureros pueden seguir senderos más largos o algo más exigentes que atraviesan berrocales y llevan a pequeñas pozas de aguas cristalinas. Y también hay zona de merenderos, perfecta para aquellos que solo busquen disfrutar de una escapada relajada en plena naturaleza a solo media hora de Mérida.

Medellín, un paseo por la historia

Medellín
Medellín. | Shutterstock

Medellín, cuna de Hernán Cortés, es una de esas localidades que sorprenden a quien llega a ella sin una idea preconcebida de lo que va a encontrar. Destaca en el horizonte su magnífico castillo. Es una fortaleza de origen árabe que se resiste a perder su antiguo esplendor, aunque las batallas y los saqueos de las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia dejaran una profunda huella en sus muros.

La localidad alberga otros lugares de interés, como su parque arqueológico, el Puente de los Austrias o la Iglesia de Santiago. Pero la auténtica sorpresa es la que se descubre a los pies de ese castillo, en la misma falda de la ladera sobre la que se alza. Es un teatro romano que permaneció oculto hasta hace solo unos años y que conserva buena parte de los sillares originales del graderío, así como el suelo de mármol de la orquesta. Es una especie de hermano pequeño del teatro de Mérida, del que solo le separan cuarenta kilómetros.

Almendralejo, la Ciudad del Romanticismo

Homenaje a Carolina Coronado en Almendralejo
Homenaje a Carolina Coronado en Almendralejo. | Shutterstock

Para los amantes de las letras, una de las escapadas imprescindibles desde Mérida pasa por Almendralejo. Aquí nacieron dos de los grandes representantes del Romanticismo español: José de Espronceda y Carolina Coronado. Para homenajearlos, cada año se celebra la Ruta Literaria del Romanticismo. La localidad se engalana para vivir con intensidad una gran fiesta de la cultura con una cuidada programación que incluye recreaciones históricas, música, teatro, recitales poéticos o talleres literarios.

Almendralejo cuenta, además, con un interesante patrimonio monumental en el que no faltan palacios, iglesias o edificios tan representativos como el teatro Carolina Coronado. También tiene una plaza de toros única en el mundo. Única porque no hay otra que esconda bajo su graderío una bodega. No en vano esta es tierra de buenos vinos y cavas que, por supuesto, hay que catar.

Dolmen de Lácara, un viaje a la Prehistoria

Dolmen de Lácara
Dolmen de Lácara. | Shutterstock

Todo lo relacionado con los albores de la historia suele estar rodeado de incógnitas y misterios. El Dolmen de Lácara no es ajeno a ese halo enigmático y algo místico que envuelve a las construcciones megalíticas. Es un auténtico tesoro que destaca en medio de la dehesa extremeña, a solo media hora de Mérida.

Se construyó hace más de 5000 años como túmulo funerario y, a pesar de los avatares de la historia y del paso del tiempo, aún es posible contemplar la amplia cámara central y el largo corredor que llevaba hasta ella. El Dolmen de Lácara impresiona de día, pero la imagen que ofrece cuando el sol empieza a ocultarse en el horizonte es sobrecogedora.

Zafra, una tentación para el paladar

Zafra
Zafra. | Shutterstock

Que en Extremadura se come muy bien no es ningún secreto. Tampoco lo es que en estas tierras se producen excelentes caldos. Zafra es parada imprescindible para comidistas o para quienes disfruten saboreando buenas viandas. Sede del Congreso Internacional del Jamón en 2024, los embutidos que se elaboran en esta localidad tienen fama por su calidad y por su sabor. Y si están bien acompañados por un vino de la tierra, mucho mejor.

Pero Zafra, que está a menos de una hora de Mérida, no es solo gastronomía, también es la ‘Sevilla Chica’. Una ciudad donde se conservan bellos ejemplos de arquitectura mudéjar, donde sus plazas y sus fachadas blancas recuerdan a las de pueblos andaluces y donde se descubren monumentos maravillosos como el alcázar, los hospitales de San Miguel y Santiago o la Iglesia de la Candelaria.

Monasterio de Tentudía, un escenario de leyenda

Monasterio de Tentudía
Monasterio de Tentudía. | Shutterstock

En un trayecto de algo más de una hora desde Mérida se llega al cerro de Tentudía. Es el balcón de Badajoz, el punto más alto de la provincia y una atalaya que ofrece unas vistas espectaculares. Allí se alza un monasterio de aspecto recio que esconde un bellísimo claustro de estilo mudéjar y un retablo de azulejos de factura exquisita.

Se construyó en el lugar en el que, según la leyenda, se obró un milagro. Viajamos al siglo XIII, cuando Fernando III el Santo encomendó a Pelayo Pérez de Correa la reconquista del Reino de Sevilla. En su camino, este se topó con tropas sarracenas y se inició la batalla. Llevaban ventaja los ejércitos cristianos, pero la noche acechaba y corrían el riesgo de perderla. Pérez de Correa imploró a la Virgen exclamando «Santa María, detén tu día». El ocaso paró entonces lo suficiente para que los cristianos pudieran alzarse con la victoria.

 La ‘Capilla Sixtina’ de Extremadura

Ermita de la Virgen del Ara
Ermita de la Virgen del Ara. | Shutterstock

Modesta en su exterior, la Ermita de la Virgen del Ara esconde unos maravillosos frescos que decoran bóvedas y paredes. Son veintiséis escenas que representan episodios del Génesis y que hacen las delicias de todo amante del arte que hasta ella se acerca. El conjunto pictórico es tan espectacular, que recibe el sobrenombre de ‘Capilla Sixtina de Extremadura’.

No muy lejos, también en la localidad de Fuente del Arco, se puede visitar otro tesoro, aunque bien diferente. Es la Mina La Jayona, una antigua explotación minera que con el tiempo la naturaleza se ha encargado de transformar en monumento natural. El viaje desde Mérida es de hora y media, pero merece la pena para descubrir dos de los rincones más singulares de Extremadura.

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