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Lejos de ser la gran olvidada, Murcia es una de las comunidades españolas con el privilegio de haber sido uno de los puntos clave en el desarrollo de la historia romana en la península ibérica. Ejemplo de ello es el lugar donde vamos a adentrarnos hoy, una fascinante isla murciana que en su época se convirtió en todo un epicentro comercial, ya no solo para la región, sino también para otras comarcas cercanas a través del mar.
La isla española que fue punto de conexión comercial
Viajamos a la ciudad de Águilas, a unos 75 kilómetros de Cartagena. En ella se encuentra un islote de unas 6,8 hectáreas de superficie muy conocido entre los aledaños: la Isla del Fraile.
Esta acumulación de terreno que sobresale del mar con su peculiar figura es actualmente una zona ideal para el buceo y para avistar delfines. No obstante, también ha sido objeto de importantes estudios arqueológicos en los últimos años, los que han confirmado que la isla estuvo habitada durante milenios, especialmente en el periodo de ocupación romana.
Los estudios llevados a cabo por el Instituto de Arqueología de la Universidad de Granada, que realizó tanto una campaña de excavaciones, como de investigación subacuática, han aportado interesantes datos que se suman a las increíbles curiosidades que ya se conocían sobre esta pequeña isla.
La Isla del Fraile, rica en historia
Este islote que ha estado habitado de forma continuada desde al menos el siglo I a. C., es decir, durante más de 2000 años, tuvo su momento de mayor esplendor entre los siglos IV y V d. C., cuando existió todo un complejo urbano en el que tenían lugar numerosas conexiones comerciales con el norte de África.
De hecho, entre los sorprendentes hallazgos destacan mosaicos y vidrios originarios de lo que hoy es territorio de Túnez, algo que podemos tomar como reflejo de la unión entre ambas regiones. También han sido descubiertos otros productos como ánforas y cerámica fina que, según lo investigado, también procederían del norte del continente africano, y han sido documentadas piletas para producir pescado salado, porque la Isla del Fraile albergó un auténtico centro de producción de salazones.
Todos estos casos evidencian el claro lazo comercial de la isla y la existencia de una potente industria local vinculada a la explotación de los recursos del mar, y a día de hoy reflejan la relevancia arqueológica del terreno, el cual es el único conjunto arqueológico declarado Bien de Interés Cultural a nivel terrestre y subacuático en la Región de Murcia.
Lo que está claro es que pequeñas islas como la del Fraile desempeñaron una importante función en las rutas mercantiles en la Antigüedad, por lo que sí, además de distinguirse por la característica silueta que proyecta sobre el agua, este islote se conocerá por su importancia comercial, estratégica, arqueológica e histórica.
Curiosidades de otras épocas: ocupación islámica y un espía inglés
Además de lugar de intercambio comercial para los romanos, la isla también ha suscitado interés de otras civilizaciones a lo largo de la historia. Por otro lado, se sabe que entre los siglos XII-XIII d. C. se desarrolló una necrópolis en el islote, pero está vez dejando constancia incuestionable de la ocupación islámica en el litoral.
Muchos siglos después, a principios del XX, se tiene constancia de que se alzaron algunas pequeñas construcciones de las que quedan ruinas a día de hoy. Un joven aristócrata escocés vivió en una de ellas por un tiempo. Hugh Pakenham Borthwick, como se llamaba, trabajaba como agente secreto del gobierno británico durante la Primera Guerra Mundial y la Isla del Fraile era el sitio idóneo para espiar los cargamentos de mineral que se realizaban en un embarcadero cercano y que podía divisarse desde allí: el antiguo Embarcadero del Hornillo.
Descubrir la Isla del Fraile y sus alrededores
Una de las mejores formas de ver este curioso paraje natural de la Bahía del Hornillo es desde la Playa Amarilla, la cala más cercana a la Isla del Fraile y una de las ubicaciones preferidas para practicar esnórquel.
Otra de las maneras de divisarla es acercarse a la Playa del Hornillo, desde la cual también puede verse el famoso embarcadero de mismo nombre. Muy cerca se puede acceder a la Playa de los Cocedores del Hornillo, justo al otro lado del cargadero.
Por supuesto, se puede aprovechar la visita a este yacimiento único en el Mediterráneo para visitar otros puntos de interés en la localidad murciana. Uno es el Pico de la Aguilica, mirador cuya forma se asemeja a un águila y es uno de los símbolos de Águilas, y otro es el Castillo de San Juan de las Águilas, una fortificación militar del siglo XVIII que preside y vigila la ciudad desde las alturas y que merece la pena conocer.
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