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El barrio de cuevas y flamenco más emblemático de Granada

El Barrio del Sacromonte en Granada

El Sacromonte es uno de los barrios más emblemáticos y pintorescos de Granada. Situado en lo alto de la zona oriental de la capital, junto al Albaicín y frente a La Alhambra, está considerado como el tradicional arrabal de los gitanos granadinos, que llegaron a la ciudad en el siglo XV tras deambular por Europa y África.

De visita obligada para todo aquel que viene a pasar unos días en la capital nazarí, entre sus empinadas y enrevesadas calles de piedra se conserva el espíritu de tiempos pretéritos y se respira el ambiente del flamenco más puro. Sus edificaciones encaladas contrastan con los colores vivos de puertas, ventanas y floridas fachadas para crear un precioso efecto visual.

Su posición privilegiada permite además contemplar una de las vistas más bonitas de La Alhambra, santo y seña de su pasado nazarí y gran referente turístico de la ciudad junto a la Catedral.

Un barrio con historia y tradición

Barrio del Sacromonte
Barrio del Sacromonte. | Shutterstock

El origen del barrio se remonta al siglo XVI, cuando musulmanes y judíos expulsados de sus hogares encontraron refugio en las cuevas excavadas en el Valle de Valparaíso, por entonces a las afueras de Granada.

A ellos se unió la comunidad de gitanos que acompañaba a las tropas de los Reyes Católicos para las labores de intendencia durante la conquista del lugar. Tanto la apariencia física como la cultura y las costumbres de los tres grupos sociales propició una convivencia en armonía y la creación del mestizaje a través del intercambio cultural y los matrimonios.

El nombre del barrio proviene del hallazgo de unas reliquias y unos textos supuestamente pertenecientes a los primeros mártires cristianos de Granada en Valparaíso, entre ellos San Cecilio, primer obispo de Granada, y sus seguidores. De ahí que al lugar se le denominara «monte sagrado» o Sacromonte.

Estos documentos, conocidos como los «libros plúmbeos», fueron motivo de controversia entre la Iglesia y la Corona, pero dieron lugar a la construcción de la Abadía del Sacromonte, el complejo religioso que domina el barrio. En la actualidad, este descomunal templo alberga un museo eclesiástico con joyas de un incalculable valor como el tratado de medicina de Averroes o el Mapamundi de Ptolomeo. Además, en su interior se realizan diferentes eventos y exposiciones.

El Barrio del Sacromonte rebosa duende

Tablao flamenco en una cueva de Sacromonte
Tablao flamenco en una cueva de Sacromonte. | Shutterstock

El Sacromonte es considerado como la cuna del flamenco en Granada, un arte que nació de la fusión de las expresiones musicales y dancísticas de los gitanos, los moriscos y los judíos. El flamenco es el alma del barrio y se manifiesta en cada una de sus fiestas, ritos y espectáculos, como en la Semana Santa granadina.

Sus raíces flamencas provienen de la zambra, un palo o estilo que surgió de la fusión de la tradición musical de los moriscos y de los gitanos, tanto a nivel compositivo como instrumental. Estos bailes, que se realizan con los pies descalzos, se empezaron a hacer populares en celebraciones como bodas o bautizos y han sobrevivido hasta nuestros días (aunque en el siglo XVI fueron prohibidos por la Santa Inquisición), convertidos en un ingrediente más del flamenco.

Las Cuevas del Sacromonte son el escenario ideal para disfrutar de las zambras, pero también del flamenco más auténtico y puro. Estas viviendas, excavadas en la roca y antiguas viviendas de los vecinos del barrio durante siglos, tienen una acústica natural que realza el sonido de las guitarras, las palmas y las voces.

Algunas de estas cuevas se han convertido en tablaos flamencos que se incluyen en las rutas del flamenco en Andalucía. En ellos han actuado artistas nacidos en el barrio, como Manuel Santiago Maya «Manolete»; Angustias Ruiz Navarro Angustias Ruiz Navarro «La Mona»; María «La Canastera» o los Hermanos Cortés; o de estrellas nacionales como Estrella Morente, Antonio Carmona o Eva Yerbabuena.

Mientras, otras excavaciones se han transformado en museos o centros culturales donde conocer la historia y la forma de vida de los habitantes de la vecindad. Por ejemplo, el Museo de las Cuevas del Sacromonte, que conserva once cuevas originales con sus objetos cotidianos y de los oficios tradicionales. También se puede ver una exposición sobre el flamenco, con instrumentos, trajes y fotografías, o participar en actividades culturales como talleres, conciertos y rutas guiadas.

Sabor y encanto del Sacromonte

La Alhambra vista desde el Barrio del Sacromonte
La Alhambra vista desde el Barrio del Sacromonte. | Shutterstock

Su ubicación elevada dentro del casco urbano permite al Sacromonte disfrutar de un maravilloso paisaje y de alguno de los mejores miradores de Granada. Si bien la mayor parte de la fama, en lo que a vistas se refiere, se la lleva el Mirador de San Nicolás del Albaicín, en el barrio vecino también se puede ver el majestuoso perfil de La Alhambra desde el Mirador de la Verea de Enmedio o el Mirador de Mario Maya. Y es que este rincón está dedicado a este bailaor y coreógrafo gitano.

El Barrio del Sacromonte también es un lugar estupendo para degustar la gastronomía típica de Granada, basada en los productos de la huerta, la carne y el pescado. Su plato más representativo del barrio es la tortilla del Sacromonte, elaborada con huevo, patata, guisantes, pimiento, cebolla y casquería variada. Se dice que esta elaboración se inventó para aprovechar los restos de los animales que se sacrificaban en la abadía.

Otro manjar característico de la barriada es el cordero al ajillo, receta que se prepara con trozos de carne adobados con ajo, vinagre, sal y pimentón, y que se fríen en aceite de oliva.También se pueden degustar otros ejemplos de la cocina tradicional como los piononos, el dulce típico de Granada. O simplemente recorrer los distintos bares que pueblan sus calles y adentrarse en la cultura de la tapa granadina, todo un clásico para los turistas.

Para acompañar todos estos platos, nada mejor que un buen vino de Granada, como el de la Denominación de Origen Protegida Montes de Granada, que se elabora con uvas autóctonas y foráneas. Aunque también se puede optar por una cerveza artesanal o un refresco.

El barrio cuenta con numerosos bares y restaurantes, donde se puede tapear o comer a buen precio y con vistas a La Alhambra. Algunos de los más populares son el Restaurante El Trillo, el Mesón Sacromonte o la Venta El Gallo. El Sacromonte es un barrio que enamora por su historia, su arte y su gastronomía. Un lugar que hay que visitar al menos una vez en la vida para sentir el duende y el embrujo de Granada.