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La ‘aldea hobbit’ española en la que el tesoro es el vino

La ‘aldea hobbit’ de Burgos, un paraíso vinícola

Cualquier fan de la saga de El señor de los anillos seguro que se ha imaginado alguna vez cómo sería vivir en una de las casas de los hobbits, esas pequeñas y acogedoras viviendas redondas que se integran en el paisaje verde y ondulado de la Comarca. Pues no hace falta viajar a Nueva Zelanda para verlas, porque en España también existe una aldea hobbit. O, al menos, un lugar que se le parece mucho. Se trata de un pueblo de la provincia de Burgos que sorprende por su singular arquitectura y que además cuenta con su propia tradición vinícola.

Y es que Moradillo de Roa se encuentra en la Ribera del Duero, una zona famosa por sus vinos y sus bodegas. Pero lo que hace especial a este pueblo es que sus bodegas no son edificios convencionales, sino cuevas excavadas bajo un cerro que se conoce como El Cotarro.

Desde lejos, se puede apreciar el perfil del cerro coronado por la Iglesia de San Pedro y salpicado por unas extrañas chimeneas que sobresalen del suelo. Son las conocidas como zarceras, las salidas de aire de las bodegas subterráneas, que crean un efecto visual muy parecido al de las casas de los hobbits.

Las bodegas de la ‘aldea hobbit’ burgalesa

Las pintorescas bodegas de Moradillo de Roa son un patrimonio único en el mundo y que se remonta al siglo XV, cuando los habitantes del pueblo aprovecharon las condiciones del terreno para excavar galerías donde almacenar y elaborar un vino de calidad para el autoconsumo.

En total, hay 157 bodegas y 7 lagares cueva que ocupan una superficie de 18 000 m2 bajo el cerro. Cada bodega tiene una profundidad media de 10 metros y una temperatura de entre 9 y 12 grados, lo que favorece la conservación del vino.

Se da la curiosidad de que hay casi tantas bodegas como habitantes, ya que según los datos del Instituto Nacional de Estadística, hay 161 personas censadas en este municipio que lucha por escapar del estigma de la España Vaciada.

Para visitar este complejo etnográfico cercano a Aranda de Duero hay que reservar con antelación. El recorrido incluye la entrada a varias bodegas, donde se puede apreciar la arquitectura popular y el ingenio de los antiguos bodegueros, que usaban herramientas como zarcillos, conachos o pellejas para transportar y trabajar la uva. Durante la visita también se visita el lagar del Tío Santos, un edificio del siglo XVIII que cuenta con una impresionante viga de olmo que servía para pisar la uva.

Un vino artesanal con sabor a historia

Moradillo de Roa
Moradillo de Roa. | Wikimedia

Además de conocer el patrimonio vinícola de Moradillo de Roa, también se puede degustar su vino artesanal, elaborado con uvas de la variedad tempranillo siguiendo los métodos tradicionales y que está protegido por la denominación de origen Ribera del Duero.

El vino se llama El Cotarro y se produce en un lagar cueva rehabilitado, donde se utiliza la fuerza humana para pisar la uva y se respeta el ciclo natural de fermentación. El resultado es un vino ecológico, sin aditivos ni sulfitos, que tiene un sabor intenso y afrutado. La visita al Conjunto Etnográfico de Moradillo de Roa incluye una degustación de este vino. También se puede adquirir en diferentes establecimientos del pueblo o en bares y restaurantes de los municipios burgaleses de los alrededores.

Una ‘aldea hobbit’ con premios y reconocimientos

Bodegas en Moradillo de Roa
Bodegas en Moradillo de Roa. | Wikimedia

Moradillo de Roa es un ejemplo de cómo un pueblo puede recuperar y poner en valor su patrimonio histórico y cultural, además de fomentar un turismo sostenible, con el apoyo de sus vecinos y de las instituciones.

El éxodo a las grandes ciudades a mediados del siglo XX motivó la despoblación y que las bodegas fueran abandonadas. Pero el proyecto de enoturismo rural, iniciado en 2015 bajo el nombre de «Campaña de concienciación, protección, mantenimiento y recuperación de las bodegas de Moradillo de Roa», ha conseguido reactivar la vida de este paraje.

No solo eso, ya que también ha significado atraer a miles de visitantes y de paso la consecución varios galardones y reconocimientos, como el Premio Nacional de Enoturismo en 2016, el Premio Patrimonio Europeo a la Conservación de Europa Nostra 2020 o el Premio al Mejor Producto de Turismo Activo de FITUR 2020.

Moradillo de Roa no es solamente vino

Moradillo de Roa
Moradillo de Roa. | Wikimedia

Sin duda el principal atractivo del municipio son sus bodegas y su pintoresca arquitectura. Pero como buena tierra castellana también es de recibo destacar otros productos gastronómicos.

Pasar por aquí y no probar el lechazo asado, el queso fresco o la morcilla de Burgos sería un pecado. Pero es que además tienen su propia cerveza artesanal, comercializada como El Cotarro by Mica y elaborada con cebada cosechada en la zona y con uva tempranillo, lo que le da un punto de acidez especial.

La mejor opción para conocer la ‘aldea hobbit’ española es alojarse en alguna de las casas rurales que hay en Moradillo de Roa o en sus alrededores, donde se puede disfrutar del entorno natural y del turismo activo.