El Anillo Olímpico es fruto de las Olimpiadas de 1992. El Estadio Olímpico Lluís Companys fue edificado originariamente en 1929. A su lado está el Museo Olímpico y del Deporte Joan A. Samaranch, una exposición interactiva con instalaciones multimedia que ver en Montjuic. Detrás del estadio se encuentra el Jardín Botánico de Barcelona.
El Palau Sant Jordi (1985-1990), de Arata Isozaki, es un gran pabellón con una cubierta formada por una compleja red metálica de forma curvada que sostiene las planchas y las tejas. A algunos vecinos les recuerda la figura del dragón dormido con el que se enfrenta San Jorge. Enfrente hay una gran explanada con un lago y un conjunto escultórico de Aiko Mikawaki. Al pie está la Universidad del Esport, diseñada por Ricardo Bofill.
La Torre de Telecomunicaciones, de Santiago Calatrava, son 136 metros de acero cuya estructura se basa en un tronco vertical inclinado. Se trata de otro de los lugares emblemáticos que ver en Montjuic. Su silueta trata de simular el cuerpo de un atleta y su base está recubierta de un mosaico que trata de recordar a Gaudí. Por su orientación actúa como reloj de sol, proyectando la sombra de la aguja central sobre la vecina plaza de Europa.
En dirección hacia el puerto, sobre la montaña y delante del mar, se halla el Cementerio. Conserva varias obras de arquitectura y escultura funerarias de gran valor. Construido a partir de 1883, sigue el modelo del Eixample barcelonés. Aquí las grandes familias construían las moradas eternas diseñadas por arquitectos como Josep Jujol, Josep Puig i Cadafalch y Eusebio Arnau. Allí están enterrados personajes como el músico Isaac Albéniz, o los pintores Ramón Casas, Santiago Rusiñol y Joan Miró.
Cerca del cementerio de Montjuic y, en medio de una diminuta reserva natural, está el Faro (1906), de planta rectangular. Ofrece buenas vistas del puerto de Barcelona.
Hacia el otro lado del monte se encuentra el Castillo de Montjuic, levantado en 1640 con motivo de la Guerra de los Segadores. Se transformó en una gran fortaleza en 1694 y las tropas borbónicas lo volaron en la guerra de Sucesión (1706).
Entre 1751 y 1779 se remodeló, según las directrices del francés Vauban, por el ingeniero militar Pedro Martín Cermeño, una configuración con que ha llegado hasta nosotros. Tras servir de presidio entre 1793 en 1960 Montjuic fue cedido a la ciudad, y en 1963 convertido en Museo. Desde el 2007 es de propiedad municipa. Es uno de los sitios que hay que ver en Montjuic.
El Mirador del Alcalde (1969) es un atractivo conjunto de jardines y fuentes ornamentales que ver en Montjuic, sobre un mosaico a base de fragmentos de vidrio reciclado diseñado por Joan Josep Tharrats. El conjunto se completa con las esculturas Homenaje a Barcelona y La Sardana. Desde el mirador se puede disfrutar de una vista panorámica de 180º sobre el puerto y la ciudad. Para descender se puede utilizar el teleférico.
Pero nuestra siguiente parada es la Fundación Joan Miró, instalada en un magnífico edificio de Josep Lluís Sert. Allí se exhiben más de 14 000 piezas del artista. Es algo que necesariamente hay que ver en Montjuic.
El Museo de Arqueología de Cataluña está ubicado en el antiguo palacio de las Artes Gráficas de Montjüic. Cubre desde la Prehistoria hasta el inicio de la época medieval.
Por último, hay que ver en Montjuic la Ciudad del Teatro, un conjunto de edificios que concentran buena parte de la actividad teatral de la ciudad. De esta manera, se localizan el Mercado de las Flores (Teatro Municipal), el Teatre Lliure y el Teatre Grec. Éste último se construyó al aire libre en la roca de una antigua cantera que acoge las obras del Festival Grec durante los meses de verano. El Institut del Teatre, centro docente dedicado a la formación teatral y el BTM (Barcelona Teatre Musical), completan el recinto.
Esto es lo principal que ver en Montjuic.