En la villa conquense de San Clemente, el Marqués de Villena propició un ambiente que atrajo al mismísimo Miguel de Cervantes en una época de esplendor que puede apreciarse en sus numerosos monumentos históricos. Conocida históricamente como la comarca de la Mancha Alta, la visita a San Clemente puede llevarnos un día. Después de visitar su Plaza Mayor, la Iglesia Parroquial de Santiago Apóstol y el Arco Romano entre otros, lo mejor es recuperar energías en uno de los establecimientos que hay para dormir en San Clemente o sus alrededores. Otra interesante alternativa para amenizar el día son las opciones de turismo activo.