La villa marinera de Santoña es conocida en el mundo entero gracias a su buque insignia: la anchoa, resultado de la salazón de los bocartes. Pero, ¿por qué tanta fama? Después de estar conservados en sal durante meses, los bocartes son fileteados a mano y envasados siguiendo un proceso en todo momento artesanal; además el bocarte del Cantábrico es diferente del capturado en aguas del Mediterráneo.
Si visitas la localidad en el mes de mayo quizá coincidas con la Feria de la Anchoa y la Conserva de Cantabria, un lugar perfecto para catar y comprar esta joya cada vez más apreciada y donde también podrás degustar el bonito en conserva, delicioso. Los visitantes podrán observar y aprender el método de la salazón.
Como en toda población costera cántabra encontrarás, si es verano, la marmita de bonito (guiso de bonito, patata, pimiento, cebolla y tomate), sardinas asadas y los pescados y mariscos de temporada procedentes en su mayoría de la propia Lonja de Santoña, donde es típico el verdel (caballa o xarda) cuya costera o temporada de pesca es marzo y abril.
En 2014 se inauguró la I Quincena Gastronómica del Verdel de Santoña. Si tienes dudas sobre qué comer en Santoña te animamos a probar los caracoles a la santoñesa, el chicharro al horno o los clásicos mordejones (pequeños mejillones de roca), pastel de cabracho, exquisitas recetas con sabor local. Pasea por sus calles y degusta deliciosos pinchos de sardinas asadas o bonito a la parrilla.
No pierdas la oportunidad de visitar el Parque Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel.