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Las mejores escapadas cerca de Tudela

Las mejores escapadas cerca de Tudela

Tudela es la segunda ciudad en importancia de la Comunidad Foral de Navarra, tanto por extensión como por número de habitantes. Fue fundada por los musulmanes hace aproximadamente 1200 años y desprende historia y cultura por todos sus rincones. Pero más importante que eso es su ubicación, pues no solamente está situada en una zona de amplios contrastes paisajísticos, sino que queda muy cerca de lugares de gran atractivo turístico. Estas son las mejores escapadas cerca de Tudela.

Planes imprescindibles cerca de Tudela

Bardenas Reales, un paisaje de otro mundo

Parque Natural de las Bardenas Reales
Parque Natural de las Bardenas Reales. | Shutterstock

La ciudad de Tudela es la puerta de entrada al Parque Natural de las Bardenas Reales de Navarra, un paraje semidesértico e inhóspito que, por extensión, ocupa también territorio de Aragón. Sus 41 845 hectáreas están compuestas por suelos de areniscas, yesos y arcillas que con el paso de los años han sido erosionados por el viento y el agua.

Como resultado, han aparecido formas rocosas de lo más sorprendentes que parecen sacadas de otro mundo. Barrancos, mesetas tabulares y cerros conocidos como cabezos son los protagonistas de este paisaje de aspecto extraterrestre cuya altitud oscila entre los 280 y los 659 metros sobre el nivel del mar.

Olite y su castillo de cuento

Palacio Real de Olite
Palacio Real de Olite. | Shutterstock

Olite es otro de los mejores destinos para hacer una escapada desde Tudela. Se encuentra a aproximadamente 45 minutos por carretera de allí y tiene un precioso casco histórico en el que descubrir monumentos como la Iglesia de Santa María la Real o la Torre del Chapitel. Pero sin duda, si por algo merece la pena visitar Olite es por su castillo de cuento de hadas.

También llamado Palacio Real de Olite, el Castillo de Olite es una fortificación declarada Monumento Nacional en el año 1925 y construida con estilo gótico entre los siglos XIII y XV por orden de Carlos III el Noble y su esposa. Además, desde 2008 está considerado como la primera maravilla medieval de toda España. Y es que se trata de un castillo lujoso y majestuoso repleto de galerías, jardines y patios con muchísimo encanto. Por si esto fuera poco, al recorrerlo el viajero puede viajar a otra época y sentirse como el protagonista de una película de animación.

Ruta vinícola por La Rioja

La Rioja Alavesa
La Rioja Alavesa. | Shutterstock

La Rioja Alta es una de las zonas con más riqueza vinícola de toda España. El Barrio de la Estación de su capital, Haro, está repleto de bodegas que comenzaron a construirse a finales del siglo XIX y que hoy son grandes referentes en todo el mundo.

Adentrarse en ellas, conocer cómo han evolucionado las tradiciones vinícolas con el paso de los años y catar algunos de los mejores vinos de La Rioja es un plan fantástico para hacer cerca de Tudela. Además, se puede complementar con una visita a Laguardia, un pueblo medieval de la Rioja Alavesa rodeado de viñedos en el que seguir aprendiendo sobre enología.

Zaragoza y su Basílica del Pilar

Vista aérea de la Basílica del Pilar
Vista aérea de la Basílica del Pilar. | Shutterstock

Poco más de 80 kilómetros separan la ciudad navarra de Zaragoza, por lo que se convierte en otro destino ideal para una escapada desde Tudela. Allí hay tanto por ver que dependerá del gusto de cada persona visitar unas cosas u otras, pues hay posibilidades para todo tipo de viajeros.

Una caminata junto al Ebro con vistas a la Basílica del Pilar desde el histórico Puente de Piedra, un paseo por la naturaleza en el Parque Grande José Antonio Labordeta, un rato de diversión en el Museo del Fuego y de los Bomberos o una ruta del tapeo por el barrio de El Tubo son algunas de las opciones.

Sin embargo, lo que realmente resulta imprescindible es visitar la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, sin duda alguna el emblema y símbolo de Zaragoza. Catedral majestuosa donde las haya, cargada de torres y cúpulas, es digna de admirar desde su exterior. Pero también su interior dispuesto en tres naves es bello, un adjetivo que de igual modo puede utilizarse para describir las vistas que se obtienen de la ciudad desde el mirador situado en una de sus torres.

Una escapada relajante a Fitero

Fitero
Fitero. | Shutterstock

Fitero es el destino ideal para quienes quieran hacer una escapada desde Tudela con la idea de relajarse. A tan solo 3 kilómetros del pueblo se encuentra el Balneario de Fitero, un espacio en el que deleitarse con el paisaje de los alrededores mientras se disfruta de un baño de aguas termales.

La tierra en esa zona expulsa agua a una temperatura de entre 32 y 52 °C e incluso artistas de la talla de Gustavo Adolfo Bécquer han aprovechado sus propiedades curativas. Dicen que las aguas termales de Fitero pueden contribuir en la mejora de los síntomas de patologías como la artrosis, la gota o el asma. Pero no hace falta tener un problema de salud para bañarse en el Balneario de Fitero, ya que simplemente es el lugar ideal para relajarse o para aventurarse a descubrir la naturaleza de sus alrededores.

Un viaje al pasado en Artajona

Artajona
Artajona. | Shutterstock

Tudela y Artajona son dos destinos separados por unos 70 kilómetros de carretera, pero merece la pena transitarlos para descubrir esta villa medieval. Perderse por sus calles estrechas y laberínticas es toda una delicia para cualquier turista y descubrir su fortaleza del siglo XI es un imprescindible en el itinerario.

Callejear por Artajona es como hacer un viaje en el tiempo y parte de la culpa la tienen también sus palacios, su Iglesia de San Pedro y sus casas monumentales, todos ellos construidos en piedra.

Valle del Roncal, naturaleza en el Pirineo Navarro

Isaba, en el Valle del Roncal
Isaba, en el Valle del Roncal. | Shutterstock

Como última propuesta para hacer una escapada desde Tudela no puede faltar el Valle del Roncal, un pedazo del Pirineo Navarro formado por siete villas y mucha naturaleza. Allí, en el Valle del Roncal, se encuentran Isaba, Garde, Burgui, Uztárroz, Urzainqui y Vidángoz, con sus casas de piedra y sus tradiciones. También Roncal, con su cartel a la entrada indicando que está considerado uno de los pueblos más bonitos de España.

Pero además de villas de montaña, el Valle del Roncal es un destino fascinante para recorrer senderos que serpentean entre bosques de castaños, abetos y hayas. Son varias las rutas de senderismo señalizadas que llevan a descubrir rincones escondidos entre rocas y vegetación, como la Cascada de Belabarze. El nivel de dificultad varía entre unas y otras, pero hay algo que todas ellas comparten: la capacidad de embelesar con su encanto a todo aquel que se atreve a hacerlas.

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