En la franja oriental alavesa, sobre la frontera del País Vasco con Navarra, se encuentra la Sierra de Entzia, un espacio natural de 4.991 hectáreas que supone la continuación natural de la vecina sierra de Urbasa.
La sierra de Entzia se compone de una elevada altiplanicie de verdes pastos que desciende abruptamente hacia la llanura alavesa y el valle del río Arana. Pasa por barrancos y torrentes de agua, lo que ha creado rincones de paisajes kársticos por efecto de la erosión.
La sierra de Entzia cuenta con lugares de interés como el formado por las cuevas de Zarpia y el barranco de Larronda.
También destacan el Barranco de Igoroin con sus cascadas y el entorno kárstico de Katarri. Las zonas más elevadas de la sierra de Entzia ofrecen espectaculares vistas del entorno.
En sus alrededores pueden visitarse varios restos arqueológicos que evidencian el paso del hombre por estas tierras. Algunos ejemplos son los dólmenes de Sorginetxe, Legaire y Egileor, el crómlech de Mendiluze o los menhires de Itaida y Akarte. Otro lugar de interés de la sierra de Entzia es la Ermita de Santa Teodosia, en cuyos larededores hay varios árboles protegidos debido a su singularidad.
Vegetación y fauna
Sobre sus zonas más elevadas se extienden praderas de pasto que, conforme se desciende en altura, dejan paso a bosques de hayas, quejigos o robles. Hay con interesantes ejemplares de robles en el área de Bikuña. La actividad ganadera de esta sierra se deja ver en los potros, vacas y ovejas que pastan en sus praderas.
Como en los cielos de esta parte de España, lo de la sierra de Entzia son surcados por halcones reales y azores. Mamíferos como el jabalí, la garduña o el gato montés viven en sus suelos.