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No hace falta irse al otro lado del mundo para visitar lugares naturales fascinantes. Y es que, además de las increíbles playas con las que cuenta la costa española, en el país existen otros tantos paisajes en los que el agua también es el protagonista. Lagos, pantanos y lagunas son algunas de las maravillas que albergan muchas montañas de España. En este caso y, pese a no ser tarea sencilla, nos hemos propuesto encontrar los lagos más bonitos de España.
Lagos de España que resplandecen en paisajes increíbles
7. Lago de Sanabria, Zamora
Iniciamos el recorrido pisando fuerte con el lago glaciar más grande de España y de la península en su conjunto. Y, por si fuera poco, también uno de los más bonitos.
El Lago de Sanabria se sitúa en la provincia de Zamora, en Castilla y León, y forma parte del Parque Natural Lago de Sanabria y Sierras de Segundera y Porto. Sus más de 300 hectáreas de superficie y su profundidad que alcanza hasta los 51 metros no dejan indiferente a nadie.
Visitarlo no solo es un placer visual, también puede ser el punto ideal de relajación gracias a sus varias playas de arena y piedra donde se permite el baño, como la Custa Llago. Cuenta con multitud de zonas de camping por si se quiere vivir una experiencia completa y también con espacios para practicar deportes.
6. Laguna Rosa, Alicante
No podíamos dejar atrás en el camino un lugar único en España: la Laguna Rosa de Torrevieja, un paraje natural en el que, desde luego, lo extraño es irse sin haber inmortalizado alguna que otra imagen del espectacular paisaje.
Se localiza en Torrevieja, el destino alicantino por excelencia de los amantes del sol y la playa, pero que también es conocido por esconder un llamativo lago de colores rosáceos. Este curioso fenómeno, que es de origen natural, se da por el efecto de una bacteria que libera pigmento de color rosa en aguas con alta concentración de sal; es el caso de esta laguna conocida como el ‘Mar Muerto valenciano’, llamada así por sus características similares al afamado mar de Oriente Próximo.
5. Estany de Banyoles, Girona
El Lago de Bañolas o Estany de Banyoles, su nombre en catalán, es el lago más grande de la provincia de Girona y de toda la comunidad catalana. Además de maravillar por su belleza, es el sitio perfecto para refrescarse y desconectar.
En él se pueden practicar deportes acuáticos y, en los lugares permitidos, también la pesca. Tiene un bonito embarcadero de madera, una zona de descanso, un club náutico y por si no fuera suficiente, también es el hogar de un monstruo lacustre. Al igual que el caso de Nessie en el lago Ness, cuenta la leyenda que bajo sus aguas vive Mon-Mon, un dragón acuático de descomunal tamaño que vigila con hambre a aquellos que van a darse un chapuzón.
4. Lago de la Cueva, Asturias
Similar a un enorme cuenco, el Lago de la Cueva tiene una cuenca totalmente cerrada, lo que resulta en un paisaje muy interesante que merece la pena conocer. Junto al Lago de Cerveiz y el Lago Negro-Calabazosa componen los Lagos de Saliencia, y los tres forman parte del Conjunto Lacustre de Somiedo.
Todos se ubican en el Parque Natural de Somiedo y es uno de las localizaciones de gran riqueza natural que no pueden faltar en tu plan si visitas esta zona asturiana. Para llegar a él y poder contemplar el lago principal se puede acceder a través de la Ruta de los Lagos, que se inicia en el Alto de la Farrapona y que, una vez se llega al final, también permite seguir el camino hasta sus dos hermanos lacustres.
3. Laguna Negra, Soria
A unos 50 kilómetros de la capital de la provincia homónima de Soria se halla la Laguna Negra, una preciosa y enigmática laguna que forma uno de los enclaves naturales más sugerentes del país.
Está encajada entre paradas graníticas y la rodean infinidad de pinares y hayedos que le dan el aspecto oscuro que se aprecia hasta en su nombre. Se asienta a más de 1700 metros de altitud en un bosque de casi 5000 hectáreas, un entorno que impresiona por sí solo.
Alrededor de ella existe un mito que dice que no tiene fondo y que se comunica por aguas subterráneas hasta el mar, una leyenda que se deja únicamente para el disfrute de la imaginación, ya que se sabe que tiene una profundidad real de ocho metros.
2. Lagos de Covadonga, Asturias
Su fama y su indiscutible belleza hacen que sea impensable no incluir a este paisaje de Asturias entre los lagos más bonitos de España. Se encuentran dentro del Parque Nacional de los Picos de Europa, un paraje de montaña que aguarda los lagos de origen glaciar Enol y Ercina, que también se conocen como los Lagos de Covadonga.
Son un espectacular conjunto declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco desde el año 2003 y una de las principales joyas turísticas de la comunidad e, incluso, del país. Situados a más de 1000 metros sobre el nivel del mar, conforman el lugar perfecto para desconectar de la ciudad y es uno de los favoritos para los asiduos del excursionismo.
1. Lago de San Mauricio, Lleida
Se trata de uno de los rincones más impresionantes de los Pirineos. El Lago de San Mauricio o Sant Maurici se encuentra en la provincia catalana de Lleida, en el corazón del Parque Nacional de Aigüestortes, una reserva natural simplemente inolvidable.
Concretamente, se ubica a más de 1900 metros de altitud y tiene una superficie de 37 hectáreas. Lo que más sorprende son sus calmadas aguas cristalinas que reflejan las imponentes cimas que lo rodean, como el precioso pico de Los Encantados, y los bosques de pino negro. Todo ello recrea una preciosa estampa que fascina a todo aquel que la presencia y que es motivo suficiente para considerarlo, si no el que más, uno de los lagos más bonitos de España.
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