El Cabo de Estaca de Bares es el punto más septentrional de España y una especie de frontera que delimita las aguas del mar Cantábrico (al este) y las del océano Atlántico (al oeste). Fue declarado Sitio Natural de Especial Protección ya en los años de la Segunda República de España; y actualmente está integrado en la Red Natura 2000 como Lugar de Importancia Comunitaria.
El espacio natural del Cabo de Estaca de Bares se encuentra emplazado entre las rías de Ortigueira y Barqueiro. Comprende una franja litoral abrupta y recortada marcada por la existencia de fuertes pendientes y acantilados de más de 100 metros de altura que resguardan numerosas playas y arenales. El mar en el Cabo de Estaca de Bares se presenta siempre agitado y su fuerza deja verse en el efecto que éste produce contra las rocas graníticas de los acantilados. En la margen occidental, se encuentra la costa de Loiba, donde da comienzo uno de los tramos litorales más abruptos de toda España. Cerca de su extremo septentrional se alza el faro de Bares, cuya construcción se remonta a 1849.
Vegetación y fauna
La Estaca de Bares muestra una vegetación de poca densidad en la que abundan los brezales y los prados. Destacan especies como el tojo o el helecho marino. El cabo de Estaca de Bares es, además, un importante punto de paso para gran número de aves migratorias dado que en ella confluyen las rutas del Atlántico, Mediterráneo y Ártico. Es posible observar numerosas especies tanto fijas como estacionales: alcatraces atlánticos, págalos, pardelas, gaviotas patiamarillas, fumareles, halcones peregrinos, roquedos solitarios o chovas piquirrojas.