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Muchos viajeros experimentados reservan para junio alguna de las escapadas más especiales del año. Desde luego, razones no les faltan: con casi todos los atractivos del verano, como unos días larguísimos y cálidos, junio añade además un extra de tranquilidad y precios más interesantes.
¿Por qué son estos los mejores viajes de junio?
Hay muchos criterios que se pueden utilizar a la hora de elegir los viajes de junio más completos. La siguiente selección se ha realizado valorando los siguientes parámetros:
- El clima y la temperatura en esta época del año
- Las fiestas y celebraciones de junio
- La belleza del paisaje por fenómenos naturales como la floración
- La gastronomía de cada destino
- La presencia de lugares para bañarse
Nuestro ranking de los viajes de junio más fascinantes
8. Haro
Haro tiene a gala ser la capital del vino Rioja, y su importancia en la villa queda patente cada año a finales de junio. El día 29 tiene lugar una de las fiestas más coloristas y desenfrenadas de España, la Batalla del vino. Lo que empieza como una romería termina invariablemente con una multitud empapada del preciado vino de la zona.
El resto de días, no hay que perderse el fenomenal casco histórico de Haro, declarado Conjunto Histórico-Artístico, lleno de distinguidos edificios que dan fe de la rica historia de la localidad.
7. Mallorca
Temperatura ideal para recorrer la isla y bañarse en sus espléndidas playas. Sabor local sin las multitudes de la temporada alta. Ferias y mercados donde conocer las delicias autóctonas. Todo eso es Mallorca en junio, y mucho más. La gastronomía mallorquina, en particular, muestra sus mejores productos, y es una maravilla pasearse por las ferias de los pueblos, probando las famosas patatas de Sa Pobla, el pa amb oli de Montuïri o visitando la animada Fira de ses herbes en Selva. Al llegar San Juan, además, toda Mallorca estalla en un sinfín de hogueras y celebraciones entusiastas.
6. Jaca
Santa Orosia, una princesa aquitana convertida en mártir, es junto a San Pedro la patrona de la primera capital aragonesa. Sus fiestas tienen lugar a finales del mes, cuando Jaca se viste con sus mejores galas. Los conciertos, bailes y cabezudos hacen de esta época la mejor para acercarse a la población y de paso disfrutar no solo de su ciudadela o su catedral, sino de los extraordinarios alrededores, como el parque natural de los Valles Occidentales. La suavidad del clima en junio invita a adentrarse en la gran maravilla que es siempre el Pirineo.
5. Lugo
La primera mitad de junio es muy especial en la ciudad gallega. Durante esos días, la antigua Lucus recupera su esplendor romano y locales y visitantes se trasladan dos mil años atrás. Por si la formidable muralla no bastara, las calles se llenan de actividades que conmemoran la fundación de la ciudad, y nos topamos con centuriones por todos los rincones. La festividad de Arde Lucus es de Interés Turístico Nacional y atrae tanto a amantes de la historia como a gastrónomos de todas las edades, gracias a la cautivadora cocina gallega.
4. Alicante
Junio es mes de fiesta en Alicante y las Fogueres de Sant Joan se extienden durante cuatro días llenos de música, fuego y celebración en la capital. Las artísticas hogueras van apareciendo desde el 19 de junio y compiten por ver cuál exhibe más ingenio, hasta que arden en la espectacular cremá del 24.
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No faltan, por supuesto, masclets y fuegos artificiales varios en una fiesta declarada de Interés Turístico Internacional. Buena parte de la provincia vive con la misma pasión esta fiesta, por lo que todo Alicante es un destino magnífico.
3. Valle del Jerte
El espectáculo de los cerezos en flor es inolvidable, pero ver el fruto de este paisaje maravilloso recién cosechado no lo es menos. Y probarlo, desde luego. Mejor aún si ese acontecimiento coincide con todo un festival alrededor de la cereza, el conocido como «La cerecera», que llena el valle de variadas actividades durante junio y julio. La feria de la cereza incluye rutas senderistas, jornadas gastronómicas y visitas a fincas agrícolas, además de concursos, rutas guiadas y talleres. La ocasión es inmejorable para visitar una de las comarcas más hermosas de España.
2. Delta del Ebro
En las poblaciones cercanas al delta del Ebro, el producto estrella es el arroz. En junio comienza un ciclo que acabará a finales de septiembre, y lo hace con las fiestas de la Plantada de l’Arròs, que recuperan este acontecimiento agrícola tal y como se vivía en el siglo XIX. Localidades como Amposta y Deltebre se llenan de música, bailes típicos como la jota y juegos tradicionales, que culminan en comidas populares donde el arroz brilla en mil recetas suculentas. Además, es un momento inmejorable para disfrutar los paisajes mágicos del delta, con la posibilidad de sumergirse en las playas infinitas que lo caracterizan.
1. La Orotava
El Corpus Christi es otra gran festividad que a menudo cae en junio, y una de sus versiones más fascinantes es la que se vive en La Orotava, en Tenerife, donde se mezcla con la extraordinaria Romería de San Isidro. Las alfombras de flores naturales engalanan la parte monumental de la villa, mientras que las carrozas y carretas de los romeros reviven el espíritu tradicional de la localidad. Todo ello, sumado a las canciones de las parrandas, crea un ambiente sin parangón, de esos que dejan huella. Y qué más se puede pedir si el resto de días tienes una isla de infinitas posibilidades como Tenerife.
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