fbpx

Las mejores escapadas cerca de Figueres

escapadas Figueres, Las mejores escapadas cerca de Figueres

Figueres tiene mucho de lo que presumir. Pocas ciudades combinan de forma tan magistral naturaleza, arte y cultura en sus más variadas manifestaciones. A medio camino entre las aguas del Mediterráneo y las cumbres de los Pirineos, mantiene vivo el espíritu de Dalí y es escenario de interesantes festivales. Todo ello aderezado con una exquisita gastronomía y unos no menos fabulosos vinos con Denominación de Origen Empordà. ¿El postre? Algunas escapadas desde Figueres realmente fascinantes.

Escapadas desde Figueres que no hay que perderse

Tras los pasos de Dalí

Casa de Dalí en Portlligat
Casa de Dalí en Portlligat. | Shutterstock

Uno de los grandes motivos para visitar Figueres es recorrer ese mundo onírico al que Salvador Dalí dio forma en el Teatro-Museo Dalí. Pero la experiencia no estará completa si no se visitan los otros dos vértices del triángulo daliniano. Uno de ellos es el Castillo de Púbol, una construcción medieval que el pintor restauró para Gala, su musa y esposa.

El otro vértice es el refugio de Dalí durante más de medio siglo, su casa en Portlligat. Es una construcción laberíntica hoy reconvertida en casa-museo que refleja a la perfección su personalidad. La bahía a la que se asoma fue una de sus fuentes de inspiración y no solo hay que admirarla desde la casa del pintor, también desde Cadaqués, un pueblo que ha enamorado a artistas y escritores.

Un sinfín de planes en la Garrotxa

La Garrotxa
La Garrotxa. | Shutterstock

Una de las escapadas desde Figueres más completas tiene como destino la comarca de la Garrotxa. Aquí se esconden algunos de los pueblos más bonitos de Girona. El gran tesoro es Besalú, donde su puente románico da la bienvenida y conduce a un casco antiguo medieval delicioso. A solo un puñado de kilómetros se alza Castellfollit de la Roca, un pueblo tan pequeño como encantador que se asoma al abismo desde lo alto de un espolón rocoso.

El otro atractivo de la comarca son sus paisajes. Solo en este lugar es posible pasear entre más de 40 volcanes y un buen número de coladas que esconden alguna que otra sorpresa. Ascender al Volcán de Santa Margarita permite descubrir una pequeña ermita en su cráter. Mientras, las laderas de Volcán Croscat albergan un hayedo que creció sobre la lava y que hace volar la imaginación: la Fageda d’en Jordá.

Una ruta por los pueblos del Bajo Ampurdán

Calle en Pals
Calle en Pals. | Shutterstock

Calles y arcos de piedra, fachadas adornadas por buganvillas, plazas porticadas y viejos castillos son la esencia muchos pueblos del Bajo Ampurdán y una tentación para los amantes de lo auténtico. Pals, Peratallada, Monells y Begur son, cada uno a su manera, pequeñas maravillas que nos trasladan a la Edad Media. Elegir solo uno es complicado, pero como la distancia entre ellos es corta, los planes desde Figueres pueden incluir sin problemas la visita si no a todos, a casi todos.

No muy lejos, asomándose al Mediterráneo y con esa esencia marinera que no han perdido los pueblos de la Costa Brava, brilla con luz propia Calella de Palafrugell. Es uno de los rincones más fotogénicos de Girona. Esconde además un idílico camino de ronda entre acantilados que llega hasta Tamariu. Por cierto, a un paso están los idílicos Jardines de Cap Roig.

Un chapuzón en la Costa Brava

Tossa de Mar
Tossa de Mar. | Shutterstock

Si el tiempo acompaña, nada como disfrutar de un relajado día de playa. Tossa de Mar fue el paraíso azul para el pintor Marc Chagall. Es un pueblo donde el cielo y las aguas cristalinas casi se confunden, adornado con el verde del telón de fondo de las montañas que lo rodean y el dorado de unas playas y calas paradisiacas. Todo ello aderezado con un precioso recinto amurallado. No se puede pedir más.

Tossa de Mar es un buen lugar para iniciarse en el buceo, pero los más experimentados pueden elegir otros puntos espectaculares para sus inmersiones. Las aguas del Cabo de Creus o las de la Reserva Natural de las Islas Medas ofrecen una diversidad maravillosa. Palamós, Lloret, L’Estartit o L’Escala son algunos otros destinos no muy lejos de Figueres que hacen las delicias de los amantes del submarinismo.

Los tesoros del Cabo de Creus

Monasterio de Sant Pere de Rodes
Monasterio de Sant Pere de Rodes. | Shutterstock

Otra de las escapadas desde Figueres imprescindibles tiene como destino el Cabo de Creus. La cantidad de planes es tan atractiva como variada. Los amantes del arte y la historia tienen la oportunidad de seguir los pasos de Dalí en Cadaqués, descubrir la huella de diferentes civilizaciones en la Ciudadela de Roses o asombrarse con la belleza de un monasterio de vértigo, el de Sant Pere de Rodes.

Aún quedará disfrutar de unos paisajes tan agrestes como cautivadores. Son postales que esconden calas vírgenes o paisajes dalinianos de formas rocosas tan caprichosas como las del Paraje de Tudela. A lo largo y ancho del Parque Natural del Cabo de Creus hay además un sinfín de rutas de senderismo para disfrutar de todos sus encantos. Todo ello sin olvidar sus fondos marinos, puesto que este es el único parque marítimo-terrestre de Cataluña.

La magia del Lago de Banyoles

Lago de Banyoles
Lago de Banyoles. | Shutterstock

El lago más grande de Cataluña, el de Banyoles, es un paraíso para los amantes de deportes como el piragüismo, el remo, la natación o el triatlón. Pero no es necesario sumergirse en sus aguas o navegarlas para disfrutar de un entorno mágico. Los que prefieran la tierra firme tienen la alternativa de rodearlo a pie o en bici. Desde cualquier punto de vista no hay que perderse ni su biodiversidad ni postales tan bucólicas como la que ofrece su embarcadero.

No es todo, porque en sus orillas hay un lugar muy singular. El Parque Neolítico de la Draga recrea un poblado prehistórico a un paso de donde se han encontrado restos de un asentamiento de hace 7000 años. Es una forma muy didáctica de sumergirse en la historia y también de completar una de las escapadas cerca de Figueres más entretenidas sin importar la edad.

Un recorrido por el Golfo de Roses

Ruinas de Empuries
Ruinas de Empuries. | Shutterstock

El Golfo de Roses es una de las franjas del litoral catalán más fascinantes. La ruta comienza en su punto más meridional, en L’Escala. Allí se alzan las ruinas de Empuries. Es un escenario épico que fue conquistado primero por los griegos, que establecieron aquí una próspera colonia, y después por los romanos. Son siglos de historia reunidos en un único conjunto.

L’Escala es casi puerta de entrada al Parque Natural del Aiguamolls de l’Emporda. Allí donde confluyen los ríos Muga y Fluvià se suceden un rosario de estanques y prados inundables que forman el segundo humedal de Cataluña. Es un rincón maravilloso que afortunadamente se salvó de los planes urbanísticos que contemplaban la ampliación de la ‘Venecia de la Costa Brava’, es decir, de Empuriabrava. Esta es una urbanización de lujo con 25 kilómetros de canales que la convierten en un atractivo más de la Costa Brava.

Girona, ciudad medieval

Vista aérea de Girona
Vista aérea de Girona. | Shutterstock

Ninguna enumeración de escapadas desde Figueres estaría completa sin una visita a la ciudad de Girona. Las casas de alegres colores que se asoman al cauce del río Onyar dan la bienvenida a una ciudad mágica en la que cada rincón parece recordar un episodio épico de su historia.

Girona esconde una de las juderías más bonitas de España. La imagen más icónica de esa judería es la de la escalinata de la Pujada de Sant Domènec, aunque todo el barrio es una sucesión maravillosa de callejuelas empedradas y escalonadas. Y de unas escaleras a otras: las que llevan a la Catedral de Santa María, que domina la ciudad y que posee la nave gótica más ancha del mundo.

Sigue nuestro canal de WhatsApp para descubrir lo más fascinante de España 😍🎉