Con sus nueve kilómetros de playas, sus acantilados para disfrutar del mar y sus numerosas rutas de senderismo que permiten conocer un interior riquísimo, Rincón de la Victoria se presenta como un espacio ideal para disfrutar de la naturaleza. Naturaleza, cultura y tesoros que van mucho más allá del verano, en parte porque el verano en Málaga se siente a veces eterno.
Cuatro son los núcleos de población que componen ese paraíso malagueño llamado Rincón de la Victoria. La Cala del Moral, Torre de Benagalbón y Rincón de la Victoria, frente a las aguas, y Benagalbón, en el interior. El conjunto municipal, hoy uno de los destinos más deseados de la fantástica Costa del Sol, ha estado habitado desde hace siglos. Existen indicios de presencia humana ya en el Paleolítico Medio, algo que puede constatarse en las diferentes huellas que el paso del hombre ha ido dejando en el territorio.
En la vertiente sur de la Loma de la Torre de Benagalbón puede descubrirse un antiguo asentamiento fenicio del siglo VII, reconvertido por el Imperio romano en una de las múltiples villas que se extendieron por la península. Podrá disfrutarse de este pasado en el próximo espacio museístico de la villa romana de Antiopa. Parece que el ser humano ha querido siempre habitar este municipio. Así, Rincón de la Victoria ha ido evolucionando con el paso del tiempo y las civilizaciones hasta terminar siendo un lugar donde siempre hay vida.
Pedazos de la historia y tesoros en forma de cuevas
Rincón de la Victoria puede presumir de contar con una de las cuevas más interesantes del continente europeo, enmarcada dentro de un conjunto de grandes y hermosas cavidades naturales. Refugio de esos primeros pobladores, el viajero se adentra aquí en una red de galerías de más de dos kilómetros que conservan grabados del Paleolítico.
Dentro de este conjunto de cuevas brilla con luz propia la del Higuerón, conocida popularmente como la Cueva del Tesoro. Se trata de una de las tres únicas cuevas de origen marino del mundo, por eso su valor es incalculable. Sus cavidades pueden pasearse con tranquilidad, descubriendo la historia de este paraje singular al tiempo que se disfruta de la belleza nacida de la acción del agua sobre las rocas. Dicen que todavía oculta un tesoro esperando a ser encontrado.
En el cercano Parque Arqueológico del Mediterráneo, dentro del que también se encuentra la fantástica cueva de la Victoria, además de disfrutar del aura mediterráneo de la zona, pueden verse réplicas de las pinturas rupestres encontradas en el interior de la cueva. Todo conforma un paseo por la historia natural de Rincón de la Victoria.
La historia cultural, por su parte, puede descubrirse en rincones como la Casa Fuerte de Bezmiliana, hoy en día ideal para disfrutar de su sala de exposiciones. Fue concebida con un carácter militar defensivo, preparada para hacer frente a los ataques de una piratería que en 1766, cuando se alzó la construcción, todavía estaba en auge. La Casa Fuerte de Bezmiliana sorprende por su belleza y por su elegancia, con esos jardines en los que pasear es un gusto. Hablando de exposiciones, no hay que perderse tampoco la sala que se encuentra en la cala del Moral, en la antigua estación de tren. La sala Mare Nostrum inaugura diferentes muestras cada mes.
Y hablando de piratas, la costa malagueña puede presumir de tener varias de las torres almenaras más interesantes de la península. Rincón de la Victoria cuenta con dos, ambas datadas del siglo XIV, localizadas en el núcleo de Torre de Benagalbón y en la zona de El Cantal. Estas construcciones siguen llamando la atención del viajero, pero si uno quiere maravillarse de verdad debe buscar los amaneceres o atardeceres desde el último enclave. La postal es inolvidable.
Acantilados, fondos marinos y mucho aire libre
Rincón de la Victoria puede presumir también de contar con espacios naturales que sorprenden a quien los visita. Además de las playas propias de la Costa del Sol, en este municipio destacan sus acantilados. En cualquier momento del día, estos miradores permiten sentir cerca el mar sin abandonar el cielo, ofreciendo unas postales de ensueño.
Menos conocidos son los fondos marinos del mar de Alborán, a pesar de que encierran ecosistemas cuya biodiversidad ha sido reconocida a nivel mundial. El arrecife de la cala del Moral protege especies altamente sensibles, como el Hippocampus, conocido simplemente como caballito de mar. Descubrir las profundidades, a través de las múltiples ofertas de submarinismo que existen, es solo una opción más entre las numerosas actividades que pueden practicarse al aire libre en Rincón de la Victoria. Desde montar a caballo hasta rutas en bicicletas, sin olvidarse, por supuesto, de las numerosas posibilidades de senderismo que ofrece la zona.
Para asentarse y disfrutar de todo esto, pocos rincones hay en Andalucía tan mágicos como Benagalbón. Este precioso pueblo blanco, de origen morisco, conserva la arquitectura, costumbres y vida tradicional del lugar. El mejor consejo que uno puede recibir antes de visitar Benagalbón es el siguiente: hay que pasearlo con tranquilidad, respirando el aire puro y dejándose sorprender por sus secretos. Tal como sucede con Rincón de la Victoria al completo.
Artículo realizado en colaboración con Turismo de Rincón de la Victoria.
