La historia de este lugar entre España y Portugal es muy interesante. Además, repasarla ayudará a comprender mejor los lugares que ver en Olivenza. Perteneció al próspero reino taifa de Badajoz hasta el 1170. Entonces sería conquistada por el rey Afonso Henriques de Portugal. Durante 1189 la recuperaron los musulmanes para ser finalmente retomada en 1228 por Alfonso IX de León. El monarca la entregaría a la Orden del Temple para su defensa frente a los mahometanos. A su vez, los templarios crearon una encomienda y levantaron la Iglesia de Santa María.
En 1267, por la Convención de Badajoz, el rey Alfonso X delimitó la frontera con Portugal en los cauces de los ríos Caía y Guadiana. A raíz de esto, Olivenza y su territorio fueron entregados al obispado y concejo de Badajoz. No obstante, hacia 1295 y por la Convención de Ciudad Rodrigo, el rey Dinis de Portugal conseguiría aprovechar la debilidad de Castilla para recuperar tierras de la orilla del Guadiana. Dos años después, por el Tratado de Alcañices, Olivenza queda legalmente anexionada a Portugal. Al año siguiente el rey portugués le concedió una carta foral, la amuralló y la repobló con lusos.
Durante la guerra civil portuguesa de 1383, el alcaide de Olivenza se inclinó por la legitimidad de Juan I de Castilla. Sin embargo, la plaza volvería a ser conquistada por Juan de Avis. El portugués que la mantiene hasta 1390, cinco años tras la derrota castellana en la batalla de Aljubarrota. En 1510, para comunicar directamente Elvas y Olivenza, el rey Manuel I construiría el puente fortificado de Nossa Senhora da Ajuda sobre el río Guadiana.
Alcanzado 1580 se realizó la Unión Ibérica de los reinos portugués y castellano, bajo Felipe II de España. No obstante, el 1 de diciembre de 1640 se produciría un levantamiento que acabaría restaurando el reino de Portugal. Un lustro pasó hasta que el Marqués de Leganés asedió Olivenza sin éxito. En 1657 otro ejército español volvió a atacar Olivenza. Tras derrotar a un ejército de socorro, tomó la plaza. Ésta sería devuelta a los portugueses en 1668, como consecuencia del Tratado de paz de Lisboa.
Durante la Guerra de Sucesión Española los portugueses apoyaron al archiduque Carlos de Austria. Tal acción provocó que el ejército borbónico destruyera la fortificación del puente de Nuestra Señora de la Ayuda.
En mayo de 1801 se desarrolla la Guerra de las Naranjas, en la que los españoles ocupan una docena de pueblos portugueses. Olivenza, cuyo gobernador prohibió que se disparara contra los españoles, estuvo entre ellos. Por el Tratado de Badajoz se devolvieron todas las localidades menos Olivenza y Vila Real. La nueva frontera se fijó en el río Guadiana.
Llegado 1811, durante la Guerra de la Independencia, los portugueses expulsaron a los franceses de Olivenza. Con todo, el mariscal Bereford, inglés, les ordenó entregarla a los españoles. En los años siguientes se celebraron varias negociaciones, infructuosas, sobre la devolución a Portugal de Olivenza. En 1858 la reina Isabel II le concedió el título de ciudad.
La disputa acerca de la titularidad de Olivenza continuó en las décadas siguientes. En 1936, durante la Guerra Civil, militares portugueses planearon tomarla por la fuerza. Sin embargo, su Gobierno se lo prohibió. En esos años algunos oliventinos partidarios de la anexión a Portugal desaparecieron misteriosamente.
Durante 1958 se fundó el “Grupo dos Amigos de Olivença” para reivindicar su paso a Portugal. En 1981 tal grupo fue liderado por el almirante Pinheiro de Azevedo. Esto causó una importante tensión. En 1990 se constituye el comité “Olivença Portuguesa”. Las cuitas llegan a la actualidad, ya que el Gobierno de Portugal no reconoce la soberanía española sobre Olivenza.
A continuación, descubre los mejores lugares que ver en Olivenza.