La más reducida y mejor conservada de las islas habitadas de las Baleares merece una visita en su totalidad. Tanto sus distintas localidades, calas y parajes son elementos que ver en Formentera sin excepción. Todo está cerca, así que si se tiene prisa se puede hacer la visita del tirón. De hecho, la isla entera constituye un solo municipio.
Su centro administrativo en Sant Francesc Xavier, el puerto se sitúa en La Savina, su corazón turístico en Es Pujols y posee otras dos vecindades en Sant Ferran y en El Pilar de la Mola. El trayecto para conocer la ínsula balear se puede realizar en coche, en moto o incluso en bicicleta. La Pitiusa está muy bien adaptada a este último medio de locomoción, con diversos puestos de alquiler, especialmente en La Savina.
La Savina
El recorrido propuesto para disfrutar todo lo que ver en Formentera arranca en Sa Savina/La Savina. Se trata del punto de entrada a la isla, pues aquí es donde llega el barco desde Ibiza, Denia o Palma de Mallorca. Por ello es un lugar de paso obligado para todos los turistas. Buena parte de este puerto está destinado a embarcaciones de recreo. Además, está bien dotado con apartamentos, bares, restaurantes y otros servicios.
De San Francisco Javier a Cap de Barbaria
Si desde Sa Savina se sigue al sur, se llegará a la capital administrativa de la isla, San Francesc Xavier. También llamda San Francesc de Formentera, se sitúa a unos 3 kilómetros de distancia. Del núcleo de esta pequeña capital destaca la Iglesia Parroquial de San Francisco Javier, que preside la Plaza Mayor. El templo, el principal que ver en Formentera, fue declarado Bien de Interés Cultural en 1996. Data del siglo XVIII y fue concebido como una fortificación. Así, posee una sola nave dividida en tres tramos y capillas laterales sobriamente decoradas. Su patio lateral con una gran cisterna sirve para recoger el agua de lluvia, un bien muy preciado en la isla.
También es importante la capilla románica de Sa Tanca Vella o Capilla de Sant Valero, en la Calle Ibiza. Cuenta con el honor de ser el templo cristiano más antiguo de la isla. Construido en 1336, también ostenta la categoría de Bien de Interés Cultural, en su caso desde 1993. Ha sido restaurado recientemente y consta de una pequeña nave única cubierta con bóveda de cañón. En San Francisco hay también un pequeño Museo de Etnología. Dicho espacio muestra las herramientas y utensilios tradicionales utilizados por los habitantes locales.
Ya fuera de lo que es el centro de la localidad, la visita se dirige a la Cala Saona. Tal lugar es una playa grande de arena blanca, muy fina, y agua transparente, protegida por acantilados de roca caliza y baja altura. Si gustan estos paisajes de mar y acantilado, el Cap de Barbaria, a unos 7 km de Cala Saona, es el mejor lugar para disfrutarlos. Se trata de un paisaje árido, rocoso, que se alza sobre un promontorio. Su parte más alta, conocida como Puig Guillem, alcanza los 107 metros de altura. Además, desde él se puede disfrutar de una de las puestas de sol más impresionantes que ver en Formentera.
En el cabo hay también un faro y, a 10 minutos a pie, se alza majestuosa la Torre d’ Es Garroveret o del Pequeño Algarrobo. Esta es una torre de defensa construida en el siglo XVIII. En esta zona también nos podemos acercar a los tres Yacimientos de Cap de Babaria, que datan de la Edad del Bronce.
Entre el Cap de Barbaria y el de La Mola se extiende un arenal de casi cinco kilómetros conocido como la Platja d’es Migjorn. Hay numerosos accesos a ella y diversos edificios hoteleros en los alrededores. A poca distancia de la costa, en el kilómetro diez de la carretera a La Mola, hay una señalización a un desvío que lleva hasta el Castellum de Can Blai. Se trata de los restos de un campamento romano, declarados Bien de Interés Cultural en 1994. En el yacimiento se aprecia la estructura rectangular y las cinco torres que bordeaban el emplazamiento. El Mirador permite hacer una breve parada para sentirse verdaderamente en una isla: se mire donde se mire, solo hay mar en el horizonte.
Ya en El Pilar de La Mola, destaca la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Pilar, erigida entre 1785 y 1794. También fue declarada Bien de Interés Cultural en 1996. Es una construcción sencilla, de espadaña simple, con tres cruces de madera en la fachada principal y color blanco. Es la única iglesia de la isla que tiene porche a la entrada.
A dos kilómetros del pueblo, cerca de los acantilados de la costa sureste, se alza el Faro de La Mola La estructura marítima se sitúa en el punto más alto de Formentera, Sa Talaiassa. Desde aquí hay unas vistas impresionantes. En días de buen tiempo, incluso se ven hasta delfines. Junto al faro se encuentra el Monumento a Julio Verne, ya que el edificio sirvió de inspiración al autor en muchas de sus obras. En el descenso conviene detenerse ante el antiguo Molino de viento de La Mola. Del siglo XVIII, la Fundació Illes Balears lo restauró por lo que hoy día sus seis aspas siguen girando.