Dónde comer en Montañana
En el municipio de Puente de Montañana se encuentra esta localidad de sabores tradicionales. Comer en Montañana te da la oportunidad de probar carnes y embutidos de primera calidad.
El conjunto histórico artístico de Montañana es un pequeño núcleo semi abandonado perteneciente al municipio de Puente de Montañana. Su gastronomía, así como la mayoría de sus de sus costumbres, es una extensión de la cocina tradicional propia de la comarca de la Ribagorza, muy identificable a la hora de comer en Montañana.
Su base principal se encuentra en la ganadería, la caza y la agricultura, actividades que han sido además tres de los pilares básicos de su economía.
En enero se mata el cerdo y se elaboran toda clase de embutidos. Destaca la longaniza, muy famosa en la región. Del cordero se elaboran chiretas y con su carne asada se consigue uno de los principales platos aragoneses.
También es muy frecuente la carne de vacuno o de los jabalíes, ciervos y otros animales que se cazan en los alrededores.
Los suelos de Puente de Montañana son muy aptos para la producción de productos hortícolas y la recolección de diferentes especies micológicas.
Para saber dónde comer en Montañana hay que tener en cuenta la relativa depoblación del lugar. La mayoría de restaurantes de la zona se encuentran en la localidad de Puente de Montañana, cabeza del ayuntamiento al que pertenecen tanto Montañana como otros núcleos menores.
Pallas es uno de los restaurantes en Riglos. Destaca su cocina autóctona y carnes a la brasa. Cuenta además con una panadería propia donde se pueden adquirir diversas especialidades reposteras de elaboración propia.
Enfrente suyo se encuentra el hostal Condes de Ribagorza. Este restaurante es otra referencia para comer en Montañana gracias a una cocina de calidad. Ofrece una oferta de corte tradicional elaborada con buenos productos de la zona.
A las afueras de Puente de Montañana está el hostal Isidro. Cuenta también con un buen servicio de restauración especializado en carnes a la brasa y otras recetas propias de la cultura gastronómica local.
Un poco más al norte, también en la carretera N-230, Casa Llarc es una fonda donde se preparan toda clase de platos vinculados al saber culinario de estas áreas pirenaicas. Siempre usando para su elaboración una materia prima de confianza y calidad.
