fbpx

San Antonio de los Alemanes, la ‘Capilla Sixtina’ de Madrid

Iglesia de San Antonio de los Alemanes, la "Capilla Sixtina" de Madrid

A veces parece imposible que una ciudad tan conocida como Madrid pueda seguir sorprendiendo, y no solo a los visitantes, también a aquellos que pasean a diario por sus calles. Da la impresión de que sobre ella está todo dicho, de que todo se conoce, de que no hay rincones ocultos. Pero no es así. La capital siempre guarda alguna sorpresa para quien está dispuesto a aventurarse un poco más allá de los caminos tradicionales o para mirar detrás de fachadas, a priori, poco interesantes. Una de esas sorpresas es la iglesia de San Antonio de los Alemanes.

Comparar su interior con la Capilla Sixtina puede parecer algo pretencioso. Es cierto que los frescos que decoran la estancia vaticana son únicos, pero no hay que desmerecer joyas como la que esconde la iglesia de San Antonio de los Alemanes de Madrid. La suya es una decoración tan recargada como magnífica. No hay descanso para la vista cuando lo que se encuentra es todo un templo transformado en lienzo. Pero si es especial no es solo por su decoración, también porque es la única iglesia de planta elíptica de Madrid.

De San Antonio de los Portugueses a San Antonio de los Alemanes

Iglesia de San Antonio de los Alemanes
Iglesia de San Antonio de los Alemanes. | Shutterstock

La iglesia se levantó entre 1624 y 1633, como parte de un hospital dedicado a atender a peregrinos y a pobres de origen portugués que residían en la capital. Una institución que se dedicó a san Antonio de Padua, nacido en Lisboa. Hay que tener en cuenta que por aquel entonces Portugal estaba unido a la Corona española y que en Madrid residía una destacada colonia lusa. Por ello, en un principio, el templo recibió el nombre de San Antonio de los Portugueses.

Pero en 1640 Portugal se independizó. El hospital y la iglesia perdieron su función y cayeron en el olvido hasta el año 1689. Fue entonces cuando Mariana de Austria, esposa de Felipe IV, cedió las construcciones a la comunidad de católicos alemanes que había acompañado a la corte española a la mujer de su hijo Carlos II, Mariana de Neoburgo. De ahí el cambio de denominación y que pasara a llamarse San Antonio de los Alemanes.

A principios del siglo XVIII, Felipe V cedió la custodia de la iglesia y el hospital a la Hermandad del Refugio. Su compromiso era, y sigue siendo, el de ayudar a los pobres. Hace siglos recorrían las calles para ofrecer a los mendigos pan y huevos cocidos. Hoy siguen con esa labor humanitaria, pero a través de un ropero y un comedor social.

Qué ver en la iglesia de San Antonio de los Alemanes

Interior de la iglesia de San Antonio de los Alemanes
Interior de la iglesia de San Antonio de los Alemanes. | Shutterstock

San Antonio de los Alemanes es una de las joyas barrocas más especiales de la capital. Está a un paso de la siempre bulliciosa Gran Vía y, sin embargo, es fácil pasar de largo cuando no se conoce lo que esconde en su interior. Hay que atravesar su sobria fachada de ladrillo para descubrir una escenografía que corta la respiración.

Pero antes de entrar, dos apuntes de su arquitectura. Por un lado, conviene conocer que en su construcción participaron reconocidos maestros, como Pedro Sánchez o Juan Gómez de Mora. Por otro, hay que fijarse en su chapitel octogonal, un elemento constructivo habitual en la época que esconde la peculiar cúpula oval del templo.

Los frescos de la iglesia de San Antonio de los Alemanes

Frescos de San Antonio de los Alemanes
Frescos de San Antonio de los Alemanes. | Shutterstock

Los frescos no ocupan solo la cúpula de la iglesia, también los muros interiores. El resultado es una magnífica obra pictórica que se realizó en diferentes etapas, años después de la construcción del templo. Esta ‘Capilla Sixtina’ madrileña lleva la firma de tres grandes artistas del XVIII: Francisco Ricci, Francisco Carreño de Miranda y Lucas Jordán.

Hay que dirigir la mirada hacia lo más alto, al centro de la cúpula, para admirar una magnífica representación del ascenso a los cielos de san Antonio que, rodeado de ángeles, recibe al Niño de manos de la Virgen. Esa Apoteosis de San Antonio es obra de Juan Carreño de Miranda, pintor de cámara de Carlos II.

En un nivel inferior, las pinturas que decoran el tambor nacieron de la mano de Francisco Rizzi. Son frescos caracterizados por trampantojos, por representaciones de elementos arquitectónicos como columnas salomónicas que enmarcan las figuras de santos portugueses.

Y en los muros de la iglesia de San Antonio de los Alemanes lo que se contempla son frescos de Luca Giordano. En ellos, el pintor italiano representó algunos de los milagros de san Antonio de Padua, así como retratos de reyes españoles que ascendieron a los altares.

Otras obras en el interior de la iglesia

El conjunto formado por los frescos que adornan la cúpula y las paredes de la iglesia de San Antonio de los Alemanes es de un detalle y riqueza exquisitos. Y es lo que hace inevitable esa comparación con la Capilla Sixtina del Vaticano. Pero hay otras obras de arte en el interior del templo que también merecen atención.

Es inevitable destacar los seis altares menores, decorados por Luca Giordano y Eugenio Cajés, así como los retratos de varios reyes y reinas, obra de Nicolás de la Cuadra. Y aún queda mencionar el Retablo Mayor, con una imagen de san Antonio con el Niño realizada por el artista portugués Manuel Pereira.

La cripta de la iglesia de San Antonio de los Alemanes

La magnífica decoración del interior de la iglesia merece mucho más que una visita rápida. Merece un recorrido calmado para atrapar y deleitarse con cada detalle. Pero hay que dejar unos minutos para descubrir otro pequeño tesoro que esconde esta iglesia: su cripta. En comparación con la iglesia es mucho más pequeña y austera, pero en ella se encuentran las tumbas de las infantas Berenguela y Constanza de Castilla. También se puede contemplar una pequeña estatua de san Pedro Poveda, miembro de la Hermandad del Refugio fusilado durante la Guerra Civil.

Cómo visitar la iglesia de San Antonio de los Alemanes

Este tesoro que es la iglesia de San Antonio de los Alemanes se encuentra en el corazón del barrio de Malasaña, en la calle Puebla y muy cerca de la plaza del Callao. Se puede visitar de lunes a viernes de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00, y lo sábados de 10:30 a 14:00 y de 17:00:00 a 20:00. Es posible visitarla por libre, pagando una pequeña entrada, o realizar una visita guiada. En cualquiera de los casos, todo lo recaudado se destina a sufragar las obras de caridad de la Hermandad del Refugio.