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Mora de Rubielos, un destino épico en Teruel

Panorámica de Mora de Rubielos

Ubicado a 40 minutos en coche de Teruel, Mora de Rubielos es la capital de la Comarca de Gúdar Javalambre. A menudo confundido con el cercano Rubielos de Mora, lo cierto es que son dos poblaciones distintas. Considerado uno de los pueblos más bonitos de Aragón, tanto es así que suele estar habitualmente en las listas de pueblos más bonitos de España. Declarado Conjunto Histórico gracias al excelente estado de conservación de su casco antiguo con el trazado medieval y a su gran patrimonio histórico. Pero eso no es todo, tiene una gran popularidad entre los chefs de todo el mundo por la calidad de su trufa negra.

Castillo Mora de Rubielos

Castillo de Mora de Rubielos
Castillo de Mora de Rubielos. | Shutterstock

Entre las cosas que ver en Mora de Rubielos destaca el castillo, declarado Monumento Nacional, está enclavado en la parte más alta de la villa para cumplir su objetivo defensivo. Tiene un marcado estilo gótico mediterráneo y es uno de los castillos más imponentes de Teruel.

Data del siglo XII, cuando era conocido como el palacio de Fernández de Heredia. Como es lógico, era utilizado como residencia de esta familia de nobles del antiguo reino de Aragón. En el siglo XVII fue cedido a los monjes franciscanos hasta la Desamortización de Mendizábal, teniendo desde entonces diversos usos como cárcel o cuartel de la Guardia Civil. En la actualidad, alberga el museo Etnológico, una visita de lo más recomendada, con recreaciones de las habitaciones de la familia Heredia, exposiciones de armas de asedio y varios objetos medievales.

Ex Colegiata de Santa María

Excolegiata de mora de rubielos
Excolegiata. | Shutterstock

Otro de los lugares que ver en Mora de Rubielos, el monumento más imponente del pueblo junto al castillo, es la excolegiata de Santa María, que data del siglo XV. En la antigüedad, ambos monumentos estaban conectados entre sí por un tramo de muralla. Destaca por su estilo gótico y está construida con piedra de la zona. Lo más espectacular es su bóveda de crucería simple, cuya anchura solo es superada por la de la catedral de Girona. Su interior sorprende por la reja de forja del coro y las esculturas de sus capiteles. En 1851 perdió la condición de colegiata y cayó en la ruina tras la Guerra Civil. Por suerte, años más tarde se la declaró Monumento Nacional gracias a su gran valor artístico y ,en 2004, logró el honor de pasar a ser Bien de Interés Cultural.

Pasear por sus calles más emblemáticas

Callejear y perderse por todos sus rincones es la mejor forma de descubrir este encantador pueblo. Uno de los recorridos para no perderse ningún lugar popular es comenzar en la plaza de la excolegiata hacia la calle de las Parras, flanqueada por palacetes hidalgos de bellas fachadas. Finalmente se acaba llegando a las orillas del río Mora.

Al seguir el curso fluvial se llega al puente Viejo o del Milagro. Una vez aquí, al girar a la izquierda, se alcanza la calle Teruel para poner rumbo a la plaza de la Villa. En esta merece la pena detenerse frente al ayuntamiento y en la oficina de turismo, puesto que se encuentra ubicado en un antiguo convento de monjas franciscanas.

Antiguas puertas de Mora de Rubielos

Arco en Mora de Rubielos
Acceso amurallado en Mora de Rubielos. | Shutterstock

Las puertas que daban acceso al recinto amurallado merecen una mención especial, siendo una de las visitas imprescindibles en cualquier ruta por Mora de Rubielos. De todas las que había, estas son las más notables actualmente son el portal de Alcalá, el de Cabra y los portales de Rubielos.

El portal de Alcalá, conocido como el “de los Olmos”, está flanqueado por dos torres unidas por un puente en la parte superior. El de Cabra, mientras tanto, conecta con la plaza del Mayorazgo, donde está ubicado el convento de las monjas franciscanas. Finalmente, los portales de Rubielos se dividen en dos. Por un lado está el conocido como “el nuevo”, puesto que fue desmantelado en el siglo XX para dar acceso al tráfico solo para ser reconstruido años más tarde a imagen y semejanza del original. Por otro está el primer portal de Rubielos, que data del siglo XIV.

Arco del Calvario y las dos torres de Rubielos

Panorámicas de Mora de Rubielos
Panorámicas de Mora de Rubielos. | Shutterstock

El arco del Calvario es uno de los accesos más emblemáticos del segundo recinto fortificado, ubicado junto a la ermita de la Dolorosa del siglo XVII. Es un lugar imprescindible en la visita por el encantador pueblo, el arco es el comienzo de la calle de las Cruces. Al atravesar el paso y subir por la popular vía se llega a las dos torres de la antigua muralla. Se trata de antiguos baluartes desde donde se vigilaba la zona. Ahora es donde se obtienen las mejores panorámicas de Mora de Rubielos, siendo especialmente bonito el atardecer.

Qué ver en los alrededores de Mora de Rubielos

Visitar Albarracín es como viajar a la Edad Media
Visitar Albarracín es como viajar a la Edad Media. | Shutterstock

Los alrededores de Mora de Rubielos también merecen la pena, puesto que al estar enclavado en el corazón de la comarca de Gúdar. Javalambre es una zona con una gran riqueza natural y patrimonial, con algunos de los pueblos medievales de Aragón más bonitos. A 12 kilómetros se encuentra el pueblo Rubielos de Mora, igual de encantador y que también suele considerarse habitualmente entre los más bonitos de España. Además, tienen el premio de Europa Nostra, un galardón que se entrega a los pueblos que tengan una excelente conservación y que ponen en valor su patrimonio.

Y en esto, Rubielos de Mora, no falla. Así lo demuestran sus monumentos como el portal de San Antonio, el claustro del antiguo convento de los Carmelitas Calzados o sus muchos palacetes y casas solariegas. Otros de los pueblos que se pueden visitar en sus alrededores son el de Albarracín, famoso por su preciosa arquitectura. Puertomingalvo o Calaceite son otros imprescindibles. Para los amantes de la naturaleza, desde Mora de Rubielos existen varias rutas de senderismo por diversos espacios naturales. No faltan las aptas para todas las edades, como el trayecto hacia la fuente de Cien Narices, el de la cascada de la Hiedra o el del embalse de Las Balagueras.