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Once pueblos españoles tan aislados como bonitos

Vista de Fuente Dé, un pueblo muy aislado

Recónditas y lejanas, muchas pequeñas poblaciones han logrado prosperar en entornos difíciles de alcanzar. Una forma de vida que ha permitido que desarrollen peculiares costumbres o hayan pasado de puntillas por la Historia. Ya sea en valles perdidos, en barrancos o en altas montañas, estas localidades muestran una belleza surgida de la soledad. Opciones perfectas para conocer lugares donde la tranquilidad es un continuo y la despoblación amenaza. Así, descubre estos puebles aislados de España perfectos para desaparecer una temporada.

Paradilla de Gordón (León)

Ermita de Paradilla de Gordón nevada
Ermita de Paradilla de Gordón. | Facebook

Ubicado en la zona de la Montaña Central, al norte de provincia de León, Paradilla de Gordón espera en las alturas a quien se anime a visitarlo. Apenas posee unas cuantas casas y cuenta únicamente con 5 habitantes. De hecho, se ha declarado una república independiente. Para llegar a él hay que afrontar una carretera que en su parte final se estrecha sobremanera, reduciéndose a un carril. Conviene tener cuidado si se va en invierno, ya que si nieva la vuelta se torno muy complicada.

Una vez superada, toca visitar el bar del lugar, asentado en la antigua escuela y que conserva la ambientación escolar. Además, cerca de la iglesia románica de Paradilla hay un mirador que apunta hacia un acantilado. Tiene un historia macabra a sus espaldas, ya que en él acaecieron varias ejecuciones durante la Guerra Civil. Coladilla, población no muy lejana, es una buena base para visitar el lugar. Como ventaja adicional, en ella se come un muy buen cocido leonés.

San Martín de Trevejo (Cáceres)

Calles de San Martín de Trevejo
San Martín de Trevejo. | Shutterstock

Muy cerca de la frontera con Portugal, conocida como la Raya, San Martín de Trevejo ha logrado conservar durante siglos sus señas de identidad. Su situación en la Sierra de Gata, en donde abundan los puertos de más de 1.400 metros, ayudó a esto. Precisamente a los pies del Jálama se asienta la localidad. Fue una zona muy disputada entre Portugal y España a lo largo de la Historia. Gracias a ello, a pesar de su aislamiento geográfico se ha mantenido conectada con el mundo y posee más de 780 habitantes.

Su mayor particularidad es que, a pesar de estar en Cáceres, se habla A Fala, controvertida lengua que se extiende también a Eljas y Valverde del Fresno. Se cree que surgió de los gallegos que repoblaron el lugar durante la Edad Media. Sin embargo, hay quien no cree que sea un dialecto del galaico-portugués, sino una deformación del portugués. En todo caso, predomina la primera opción.

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Guadalaviar (Teruel)

Iglesia de Santiago en Guadalaviar
Iglesia de Santiago en Guadalaviar. | Wikimedia

Tanto Guadalaviar como muchas de sus poblaciones vecinas se hallan inmersas en los Montes Universales. En el caso de esta población, le da cobijo la encrucijada que forma el Alto Tajo entre Guadalajara, Cuenca y Teruel. Rodeada por una dehesa y mucho monte, el pueblo es un remanso de tranquilidad. Al estar alejada de grandes ciudades, su propiedad en el medievo y principios de la Edad Moderna fue muy dudosa. De esta forma, vivió como parte de la Sesma de Villar de Cobo, una de las divisiones de las aldeas de Albarracín. Al igual que otros pueblos aislados de España, la despoblación ha afectado fuertemente al lugar en los últimos tiempos.

Banduxu (Asturias)

Bandujo/Banduxu, aislado pueblo asturiano
Bandujo/Banduxu, aislado pueblo asturiano. | Shutterstock

Toca ir hasta Asturias para disfrutar del siguiente entre los pueblos aislados de España. Banduxu fue un importante granero durante la Edad Media y Moderna. Gracias a ello guarda multitud de antiguos hórreos. Su iglesia tiene también un origen muy alejado en el tiempo, siendo las primeras referencias del siglo X. Su aspecto románico, en cambio, es del XII. Junto a la Torre de Bandujo y las casas del lugar conforma un casco medieval de gran interés. Para llegar la única alternativa es una carretera que conecta con Proaza, herencia también del medievo.

Campobecerros (Ourense)

Río Camba a su paso por Campobecerros
Río Camba a su paso por Campobecerros. | Flickr (Xabier Martínez Rolán)

Naturaleza, peregrinación y gigantescas infraestructuras se unen en Campobecerros. Las obras del AVE del corredor Madrid-Galicia revitalizaron esta población del Macizo Central de Ourense. Los inmensos valles de la Serra Seca, el río Camba y el embalse das Portas marcan el camino desde la también orensana A Gudiña. También los túneles ferroviarios y antiguas estaciones abandonadas en minúsculas ventas. Es el trayecto que siguen los caminantes del Camino de Santiago de la Vía de la Plata por Sanabria. El pasado del lugar se vincula a esta ruta y a la Orden de Santiago y San Juan. Por otro lado, la localidad es la puerta de acceso al Parque Natural de O Invernadeiro.

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Aós de Civís (Lleida)

Vista frontal de Aós de Civís
Aós de Civís. | Flickr (Kevin Rodriguez Ortiz)

Esta bonita población de Lleida es tan recóndita que solo se puede llegar a ella por una carretera que parte de fuera de España. Así, hay que pasar por Andorra para llegar a Aós de Civís/Os de Civis. La recompensa es un entorno puramente pirenaico a más de dos kilómetros de altura. El hecho de que fuera uno de los pueblos españoles más aislados durante el siglo pasado casi lleva a su desaparición. Sin accesos, telefonía o luz eléctrica, estuvo al borde del abismo. Sin embargo, logró sobrevivir. Su particular ubicación y la buena preservación que presenta sus apiñadas casas han hecho que hoy sea un buen destino turístico.

Masca (Tenerife)

Masca y su barranco
Masca y su barranco. | Wikimedia

En la isla de Tenerife se halla el que muchos llaman el Machu Picchu canario. Masca se muestra encaramado en lo alto de un risco del Parque Natural del Teno. Le rodean montañas y da acceso al barranco de Masca. Una ruta recorre este tajo que, tras grandes desniveles y una esforzada bajada, acaba en una playa de arena negra. Dada la gran dificultad que acarrea desandar este camino, la mayoría opta por llegar al pueblo en taxi y volver en barco al puerto de los Gigantes, viendo los acantilados homónimos en el trayecto.

Volviendo a Masca, cabe destacar su vegetación, que se fusionan en varias partes del trazado urbano. Sus casas son al tiempo una gran muestra de arquitectura tradicional canaria, pese a que este aislado y bello pueblo fuese pasto de las llamas a principios del siglo XXI. Con todo, hoy está totalmente restaurado.

Piornedo (Lugo)

Pallozas de Piornedo en invierno
Pallozas de Piornedo en invierno. | Shutterstock

El aspecto primitivo de las pallozas de Piornedo marca la visita a este recóndito y encantador pueblo lucense. A más de mil metros de altura, los Ancares componen el telón de fondo de esta aldea del Concello de Cervantes. Los habitantes del lugar usaron este tipo de construcción circular prerromana hasta hace pocas décadas. Hoy sirven como museos y muestra de sus costumbres locales. Para complementar el viaje se pueden llevar a cabo varias rutas de senderismo que ascienden a picos cercanos como el Mustallar.

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Muriel Viejo (Soria)

Muriel Viejo en Soria
Muriel Viejo en Soria. | Wikimedia

Este repaso a pueblos aislados de España sigue en un recóndito valle de Soria, en Muriel Viejo. Recorrido por el río homónimo y rodeado de picos, el origen íbero del nombre apunta a un pasado remoto. En todo caso, su apelativo señala que es anterior al cercano Muriel de la Fuente. Durante la Edad Media estuvo asociado a Calatañazor y a Osma, siendo zona de expansión cristiana. Posee en los alrededores varias rutas para andar, que permiten disfrutar de vestigios medievales que apuntan a que el pueblo estuvo antes en una posición distinta. Destacan los olmos y pinos, aprovechados durante siglos por los resineros y leñadores locales.

Peñalba de Santiago (León)

Peñalba de Santiago en invierno
Peñalba de Santiago en invierno. | Wikimedia

Aunque en el mapa parezca que está cerca de Ponferrada, 21 kilómetros, hay unos 600 metros de desnivel entre ambos. Esto genera un notable aislamiento en Peñalba de Santiago, especialmente en invierno. Algo que aprovecharon en la época visigoda varios santos ermitaños que motivaron que el valle adyacente pasara a apellidarse “del Silencio”. De esta forma se fundó un pequeño monasterio que derivó en la actual iglesia de Santiago el Mayor. Se trata de una auténtica maravilla mozárabe.

Fuente Dé (Cantabria)

Vista de Fuente Dé, un pueblo muy aislado
Vista de Fuente Dé, un pueblo muy aislado. | Shutterstock

Esta diminuta aldea cierra el repaso a pueblos aislados de España. Solo siete habitantes y está escondida en un circo glacial. Fuente Dé tiene el honor de ver nacer el río Deva y posee preciosos hayedos. Por otro lado, un teleférico une la localidad con el mirador de El Cable. El desnivel que se supera es de más de 750 metros, tras los cuales se puede ver todo el valle. Su situación permite realizar rutas espectaculares en el entorno de los Picos de Europa. Por ejemplo, se puede llegar tras 22 kilómetros al monasterio de Santo Toribio de Liébana o ascender a los 1.916 metros del Alto de la Higuera. Además, se puede aprovechar para hacer una visita a Potes, cabeza de Liébana.