Podría parecer una torpe imitación de la famosa ciudad de Florida donde viven los cantantes famosos, pero el que se conoce como el ‘Miami del Mediterráneo’ tiene suficientes alicientes para competir con cualquier destino turístico. Surgido en las décadas del desarrollo turístico del siglo XX, este núcleo de la provincia de Tarragona ha acabado por tener una personalidad reconocida en una zona tan mágica como es la Costa Dorada. Acerquémonos a ver qué ofrece este Miami nacional.
Cosas que quizá no sabías del ‘Miami del Mediterráneo’
Son muchas las personas que veranean en este enclave del Mediterráneo, y es que quien descubre sus encantos a menudo no los cambia por nada más. Para quien todavía no se haya acercado a este punto del litoral, aquí van algunas razones para hacerlo cuanto antes.
Cómo surgió un Miami en la costa catalana
Miami Platja fue la iniciativa de un empresario y promotor barcelonés, Marcel·lí Esquius, que en los años cincuenta comenzó a urbanizar esta zona costera del municipio de Mont-roig del Camp. Las construcciones que aparecieron rápidamente, algunas de lujo, y las excelentes comunicaciones del nuevo núcleo pronto convirtieron a Miami en una referencia del turismo estival, un pueblo con personalidad propia y miles de veraneantes enamorados de estas playas.
Sobre el origen del nombre, el hijo del promotor recuerda una noticia en el NO-DO sobre un huracán en Miami Beach, y cómo a su padre la noticia le sirvió de inspiración para bautizar la zona, por lo que la tradujeron para que resultara más fácil.
Playas para todos los gustos
La costa de esta zona de Tarragona tiene la virtud de combinar una playa espaciosa y amplia, como es la Platja del Cristall, con calas preciosas como la Cala Pescador. La arena es siempre dorada y fina, las aguas turquesa, y la bandera azul es la que predomina, pero cada playa tiene sus particularidades.
Hay, por ejemplo, una playa para mascotas, la de la Punta del Riu. Muchas playas son accesibles desde los campings de la zona, que son aquí una forma especialmente popular de hacer turismo. Son varios los puntos de la costa lo que, además del baño, ofrecen la posibilidad de realizar actividades como el kayak, el paddle surf o dar un paseo en patín acuático, así que además de bello es un litoral especialmente animado.
Más historia de la que parece en Miami Platja y sus alrededores
Como otras muchas zonas costeras, la vertiente marítima de Mont-roig del Camp fue durante siglos pasto de piratas y corsarios. Al ser una zona insegura, la población evitaba asentarse cerca de la costa, y los únicos habitantes más o menos fijos ocupaban apenas un puñado de casas de las que no queda rastro, un pueblo que se llamó Miramar o Guardamar.
El núcleo importante dentro del término municipal fue siempre Mont-roig, la villa fortificada de origen medieval. Aun así, todavía es posible encontrar algún testimonio del pasado salpicando este trozo de costa, como el torreón de defensa que protegía esas pocas casas. De épocas más recientes, concretamente de la Guerra Civil, han quedado dos búnkeres, fantásticamente integrados en el paisaje. La República los mandó construir ante posibles ataques por mar o el desembarco de tropas franquistas.
Mucho por explorar cerca de Miami Platja
Aunque la playa es el mayor tesoro del pueblo, el hecho de situarse en una zona privilegiada multiplica las posibles actividades. El municipio de Mont-roig abarca una zona de montaña, por lo que es posible encontrar tesoros como la Cova Foradada, una gran cueva de formas insólitas donde es costumbre ir a celebrar el Lunes de Pascua.
Las caminatas por el entorno guardan otras gratas sorpresas, como las diversas ermitas, las barracas de piedra seca o las Escales del Diable, unas escaleras excavadas en la hermosa piedra rojiza que caracteriza también parajes cercanos como L’Areny.
El patrimonio cultural de Mont-roig del Camp destaca también por el legado de Joan Miró, el pintor que produjo aquí algunas de sus mejores obras. Miró estaba tan vinculado a este pueblo (en el que tenía una segunda residencia) que siempre llevaba consigo una algarroba de Mont-roig. Aquí impulsó su carrera, y el rastro de este entorno es perceptible en toda su primera época. Como homenaje a ese vínculo íntimo, hoy es posible visitar el Mas Miró, y recorrer la ruta «El paisaje emocional de Miró» para descubrir más sobre la relación del artista con esta tierra.
Un pequeño río, el Llastres, separa Miami Platja de otro núcleo que bien vale una visita, L’Hospitalet de l’Infant. Descendiendo en dirección sur, este otro pueblo nos depara playas magníficas como la del Arenal o la de Les Rojales, a las puertas de un área llena de naturaleza con secretos tan admirables como la Platja del Torn, que es nudista, o la Cova del Llop Marí, una playa secreta de un fascinante color turquesa dentro de una cueva escondida.
Sigue nuestro canal de WhatsApp para descubrir lo más fascinante de España.
